Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette

120. Dudas sobre la decisión de Marinette

Adrien Agreste

Debo reconocer que el salir a caminar con Marinette me hizo bien, pude controlar lo que esa carta me hizo sentir. Debo reconocer que por mas que pienso, entiendo que ese bebé no tiene la culpa de lo que Lila esta pidiendo, pero no me siento preparado para ayudar de alguna manera a ese bebé. Miro nuevamente a Marinette y ella está perdida en sus pensamientos, se ve tan hermosa y perfecta que quisiera congelar el tiempo para quedarme de esta manera por siempre. Esta imagen la grabaré en mi retina para siempre, es lo mas hermoso que he podido ver.

Dejo de avanzar y Marinette voltea a verme, cuando tengo su atención en mi le trato de sonreir y digo

- Lamento mi comportamiento de hace un momento, la verdad es que no esperaba leer algo así - reconozco con vergüenza ante ella

- No te preocupes, no todos reaccionan de la misma forma, no puedo ponerme en tu lugar por eso preferí salir a caminar. Como bien sabes tu madre es muy buena y no dejará que ese bebé quede sin protección, ambos sabemos que tanto ella, como Alya, Chloe y yo, buscaremos la forma de ayudar a ese pequeño indefenso - me dice de forma clara y seria

- Lo sé, de verdad que lo sé y entiendo eso. No soy un desalmado para no pensar en ese bebé, es solo que prefiero no saber del tema, mejor dicho, no quiero saber nada de Lila y todo lo que tenga que ver con ella. Cuentas con todo mi apoyo para lo que decidas hacer con respecto a la ayuda de ese bebé, podemos buscar la forma de ayudar para que este bien y tenga una buena vida - respondo tomando ambas manso de ella

En respuesta de su parte consigo una sonrisa sincera de ella, por lo que eso hace que mi corazón se acelere un poco.

- Sé que no eres capaz de no hacer nada, aunque te moleste eres bueno y buscaremos la forma de ayudar a ese bebé sin tener que ver a la madre, yo tampoco quiero tenerla en mi vida. Creo que eso es bastante obvio - dice riendo

- Yo de verdad quisiera que el tiempo se pudiera retroceder y cambiaría tantas decisiones que tome, todo sería diferente con nosotros. Desde el fondo de mi corazón deseo que algún día puedas mirarme a los ojos como antes, como siempre he querido que me mires y no supe darme cuenta. Quiero que al verme no recuerdes a esa mujer y que creemos nuevos recuerdos juntos, quiero que cuando me mires no se venga a tu mente mis errores con los que te causé daño. En verdad quiero que estemos juntos, prometí que no te voy a presionar y eso lo voy a cumplir, pero quiero que sepas que ese pensamiento sigue en mi mente y es mi meta ahora, demostrarte que te amo mas que a nada en este mundo y que si aceptas darme una oportunidad me encargaré de hacerte la mujer mas feliz en el universo. No te vas a arrepentir de dejarme demostrarte todo lo que siento por ti -digo dejando mi corazón en estas palabras

- Hemos hablado de esto, sabes que por ahora lo único que quiero es pasar mi embarazo tranquila y que comencemos siendo amigos, que empecemos desde cero por el bien de nuestro hijo o hija - me recuerda

- Lo sé y así será, ahora lo mejor que podemos hacer es ir donde mi madre y ayudar de la forma que se pueda con ese bebé - digo besando el dorso de su mano

Al volver a la casa nos damos cuenta de que solo mis padres están en casa, mi madre nos cuenta que nuestros amigos se fueron a su casa ya que se estaba haciendo tarde. Nos despedimos de mi madre por la hora y en el camino mientras tomo dirección a casa de Alya, Marinette tomando mi mano me dice

- Creo que esta noche quiero probar dormir en la que fue nuestra casa, no es que este aceptando volver a lo que teníamos, solo quiero descansar y ver que sucede si duermo en la que fue nuestra habitación, claro si estas de acuerdo - dice nerviosa

- Si quieres ir te llevo, pero no quiero que te sientas presionada por lo que te dije hace unos minutos, tengo todo el tiempo del mundo si al final compartiré mi vida a tu lado nadie nos apura a que eso suceda antes o después - contesto contento por la iniciativa que tuvo de ir a la que siempre ha sido nuestra casa