Marinette Dupain
Al día siguiente nos preparamos para ir a la nueva casa, estamos emocionados. Adrien toco muy temprano mi puerta, solo para llevar afuera a Plagg por sus necesidades, me comento que le gusta salir a correr muy temprano y se llevo a Plagg con él. Aproveché de dormir un poco más, nunca me ha gustado madrugar demasiado y cuando vi que era las seis de la mañana, volví a darme la vuelta para seguir durmiendo.
Llegaron de vuelta cuando yo ya estaba lista, mi bebé venia cansado y con sed, le doy agua y comida mientras Adrien se prepara para irnos. Al estar listo nos vamos a desayunar afuera, ya que Plagg no puede entrar en el restaurante del hotel y no quisimos pedir en la habitación, ya llevaba mucho tiempo encerrado en una habitación.
Pedimos comida para llevar, tomamos el camino a la nueva casa y comer allá. Al llegar a la casa me quedo con la boca abierta, al verla, es hermosa, no tan grande y tiene un jardín muy lindo. Entramos y yo solo observo en silencio enamorándome cada vez mas de lo que veo, ni siquiera miro cuantas habitaciones tiene, voy directo al patio y es muy grande, tiene mucho espacio para que Plagg pueda correr y jugar, lo dejo en el suelo y hace exactamente eso, corre por todos lados, olfateando todo y orinando en todos lados, eso me hace reír. Adrien aparece en mi lado y al ver a Plagg orinando un árbol ríe y niega con la cabeza.
- Veo que a él le gusto mas el patio que la casa - dice riendo.
- Eso creo - respondo mirando a mi bebé.
-¿Vemos la casa por dentro? O también ¿prefieres estar afuera? - me pregunta sonriendo.
- Vamos a ver cuál es la habitación mas grande para que sea mía - digo caminando dentro de casa.
- Nada de eso, será mía - responde avanzando más rápido que yo.
Le tomo el brazo para detenerlo, avanzamos jugando con quien avanza primero. Llegamos riendo al segundo nivel de la casa, tiene cuatro habitaciones y todas son enormes, aunque no tanto como la matrimonial, que tiene doble closet, baño para dos personas, con esto me refiero a doble lavamanos y llave.
Entro en esta habitación que pediré como mía, parece que Adrien lee mi mente, ya que antes de llegar a la cama me dice por la espalda.
- A menos que quieras compartir la habitación conmigo nos quedamos aquí, si no es así pues ninguno la ocupa - se acerca mucho a mi oido cuando dice esto.
- ¿Es una broma? Podrías ser un esposo considerado y dejarme esta habitación, pensar en que tu esposa tiene mucha ropa, cremas y productos que ocuparian muy bien el espacio de toda la habitación y el baño - digo sonriendo.
- No lo creo, si fueras como las otras chicas que viven pendiente de estar a la moda lo habría hecho, pero tú no eres así - contesta tocando mi mejilla con su dedo índice.
- Ay por favor, no seas malo - pido mirándolo con cara de pena.
- Con esa cara no vas a conseguir nada, además que tiene de malo dormir juntos, ninguno tiene interés en el otro de alguna otra forma que no sea como amigos, hemos compartido sofá cuando nos quedamos dormidos viendo películas no tiene mucha diferencia a compartir la cama, solo vamos a dormir - responde levantando los brazos restándole importancia a o que dice.
- Pues sí, pero... - trato de pensar en algo y no se me ocurre nada.
- Eres como una hermana para mí, podríamos probar unos días, si no funciona nos cambiamos a otro cuarto, además así Plagg duerme con los dos - termina por decir.
Suspiro porque no sé que decirle para que cambie de opinión, tiene parte de razón en que no haremos nada más que dormir y también es cierto que ya hemos compartido sofá cuando nos quedamos dormidos mientras vemos películas. No es que no se pueda, si claro que sí, es solo que me sentiría mejor estando sola. Tampoco puedo ser tan egoísta de negarle el cuarto, fueron sus padres las que compraron la casa, tiene su lado bueno porque podremos ver películas tranquilamente sin temer dormirme porque ya estaremos acostados.
¿Qué es lo peor que puede pasar?.
ESTÁS LEYENDO
Adaptación MLB || Amor después del divorcio || Adrinette
RomanceADAPTACIÓN Mi nombre es Adrien actualmente tengo 29 años, hace tres años me case porque mis padres me obligaron. Siempre he amado a la misma mujer, la que no es ni fue mi esposa. Hoy por fin soy libre y puedo ser feliz al lado del amor de mi vida. T...