Después de aquellos acontecimientos no podías dejar de pensar en tu jefe en una forma sucia y descarada.
/Mientras subías por el ascensor a aquella oficina sentías el corazón golpear tu pecho tan fuerte, tus manos sudar y tus piernas flaquear/
¡Buenos días bae! Me saludaban mis compañeros de trabajo con una sonrisa mientras yo les devolvía aquella junto con una reverencia.
Me apuré al sentarme en mi escritorio y encender mi computadora. Tan solo esperaba que hoy no fuese un día tan pesado para poder regresar temprano a casa y poder soltar todo mi estrés con aquel aparato rosado que me hacía ir y sobretodo venir.
Mientras me encargaba de organizar las citas de los proveedores. Logré escuchar aquellos firmes pero ágiles pasos de mi jefe Christopher bang.
No me molestaría en saludarlo el día de hoy, sin despegar la vista de mi computadora traté de pasar totalmente desapercibida. Había ya cantado victoria hasta que antes de abrir su oficina sus pasos pararon en seco.
- Señorita ____...
Sentí temblar todo mi cuerpo en ese momento.
-Tráigame un ice americano ☕️ a mi oficina.
Soltó seco y se encerró.Me quedé pasmada y rápidamente fuí a la cafetería a comprarle uno, de regreso venía pensado en cómo se lo entregaría evitando que se tocara el tema del "incidente"
Con pasos firmes y veloces llegue a la oficina de mi jefe. Suavemente toqué aquella puerta.
-Adelante. Soltó Christopher despreocupado.
Inmediatamente abrí la puerta entrando en aquel espacio que por alguna razón se sentía tan pequeño y sofocado cerrando esta tras mi espalda.Dejé el café en el escritorio sin hacer contacto visual con mi jefe y a la hora de acercarme a la puerta su voz me paró en seco.
-Señorita ____. Sobre el otro día..