~S~

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Mientras jalaba una de mis muñecas, pude sentir como mis tacones se hundían en el pasto.
Al escuchar el rechinado de lo que parecía ser una puerta mi cerebro comenzó a trabajar de nuevo.
Dios. Estábamos en su casa.

Escuché la puerta cerrarse a mis espaldas y mi muñeca siguió siendo apretada por mi mayor, me empujó a lo que parecía ser un sofá y me quedé pasmada.

-Ahora vuelvo, no te muevas.
Ordenó mientras le escuché subir las escaleras deprisa.

Mientras tanto jugaba con los dedos de mis manos mientras esperaba lo que parecía ser una eternidad a que él volviera.
De pronto un sonido de lo que parecía ser ¿cadenas? Mhmm no... quizá metal... o quizá el ruido de unas llaves se acercaba desde la segunda planta por las escaleras acompañadas del sonido de las pisadas del sr.Bang, el ruido se detuvo frente a mí y justo como me lo ordenó no me me moví ni un centímetro.

-Buena chica.
Se inclinó para acariciar mi cabeza suavemente.
Sentí mi centro calentarse y mis muslos se apretaron al escuchar su voz diciendo las cosas que tanto me gustaban.

-¿Vas a obedecer verdad bonita?
¿Quieres tu trabajo no es así?
¿Quieres seguirme viendo todos los días, no?
Dijo mientras tomaba aquel objeto que hacía tanto ruido y colocaba mis dos manos por detrás de mi espalda para colocar... unas esposas.

No podía estar pasando. Lo que soñé justamente pasando ahora mismo era irreal, no podía estar pasando simplemente no.

El sabía lo mucho que te gustaba y como deseabas que él tomara control sobre tí. Después de todo él puede reconocer a un sumiso como tú a kilómetros.

Click~ ambas esposas fueron colocadas de una manera en la que apretaran lo suficiente y pudieses estar inmóvil.

Escuché como tomaba otro objeto de la mesita en la sala y este desprendía un sonido bastante familiar.

~Bssssssss

-¿Abrirás las piernas para papi?
Preguntó mientras sostenía una de tus rodillas con su mano.

-Si~ dijiste tan desesperada.
-Si ¿que? Cuestionó con una sonrisa en su cara.
-Si Papi.
-Esa es mi buena chica.
No tardó en dirigir aquel vibrador por debajo de tu falda y colocarlo por encima de tus shorts.
Se burló un poco de tí al rozar el aparato por tu zona sin alcanzar a estimularte para después posicionarlo justamente en tu punto débil, tu clítoris.

-Aah aah~ gemiste y rápidamente te avergonzaste de aquel acto, pero no podías resistirte ante tal estimulación.

-¿Te gusta eso? Subió la intensidad del vibrador y sentiste que ibas a explotar.

-Oh Dios, te encanta ¿No es así?
Podías sentir como tu zona se derretía ante aquel vibrador y tu ropa interior se empapaba de lo bien que se sentía.

-Ss-i papi. Pudiste formular mientras estabas hecha un desastre para tu jefe.
Movías tus caderas contra el vibrador arqueabas tu espalda y no podías cerrar la boca.

Estabas muy cerca y Christopher lo sabía.
-Eso es, córrete para mí princesa, córrete para papi. Ordenó extasiado por la vista que le estabas brindando.

Al escuchar tales palabras no pudiste evitar soltarte con un gemido agudo mientras tratabas de aferrarte al sillón con las manos detrás de tu espalda.
Tu pecho subía y bajaba tu corazón latía muy fuerte y estabas tan mojada por tu jefe.

Christopher puso ambas manos debajo de tu falda al borde de tus shorts y los bajó lentamente hasta tus tobillos, los sacó y gruñó al ver la bonita ropa interior blanca de encaje que traías puesta.

No dudó en acercar sus dedos a tu centro Justo donde estaba esa mancha para sentir tu humedad.

-Tan mojada...has hecho un desastre.
Dijo entre pequeños roncos gemidos mientras masajeaba tu dolorido agujero.

-No te preocupes papi te limpiará.
Con ambas manos abrió tus piernas a su gusto y con un camino de besos y pequeñas mordidas en el interior de tus piernas se acercó a tu centro.

-Papi... cómeme porfavor.
Al escuchar eso Christopher sintió su dolorida polla ponerse aún más dura.

No tardó ni 2 segundos en mover tu ropa interior a un lado y pegar su boca a tu necesitado agujero entre gemidos comenzaste a sacudirte por lo bien que te chupaba, lamia y succionaba.

-Dios, quédate quieta vas a asfixiarme. Dijo con esa voz grave y dominante mientras con ambas de sus manos mantenía tus piernas bien abiertas para él.

No podías imaginar lo sucio que se vería tu jefe con la cara entre medio de tus piernas comiendo tu coño. Quieres, no, necesitas verlo.

-Por favor Sr.Bang déjeme ver.
Dijiste entre gemidos.

-¿Quieres ver lo jodido que se ve tu jefe entre tus piernas? Pervertida.

Se separó de tí para deshacer el nudo de aquel listón y dejarlo caer.

-No quiero que separes tus ojos de mí. ¿Entendiste?
Asentiste con la cabeza rápidamente.

Se deshizo de tu ropa interior y volvió a arrodillarse frente a tí tomó tus piernas, las separó y volvió a comerte el coño, su lengua masajeaba toda tu zona y no podías dejar de ver tal escena, de solo ver podrías volver a correrte.

-Mhmm~ gemía contra tu zona mientras sentía cómo te retorcías.

En un gemido te soltaste sobre su cara sin previo aviso y esto le encantó.
Pudiste ver la cara de tu jefe cubierta de tus jugos mientras su sonrisa se hacía notar.

Te sentías casi desmayar del cansancio de aquellos dos intensos orgasmos, Bang quitó las esposas de tus muñecas dejó un casto beso en tus labios para después sonreírte con dulzura.
Te limpió y te llevó arriba a su habitación, mientras tú tallabas tus ojos con mucho sueño él te ayudaba a colocarte algo más cómodo para dormir, una de sus playeras casuales oversized y unos shorts de él.
Te acurrucó al lado suyo en la cama y te dió un beso en la frente antes de ambos caer dormidos.

Esa noche había descubierto lo mucho que le gustaba tenerte sometida, verte tan frágil y necesitada para él serías su princesa y estaría dispuesto a cuidarte... tanto tiempo estuvo buscando a un sub y al fin lo encontró... ¿estarías de acuerdo con que fuese tu papi en casa y tu jefe en el trabajo?

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-10041 palabras ☝🏻🥵

Papi BangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora