"Tu jefe te necesita después de eso, sé buena chica y te recompensaré"
No podías sacar esas palabras de tu mente, el resto del día se había hecho eterno.
Eran ya las 9 en punto finalmente la hora de salida.
~Bssss bsssss.
Vibra tu teléfono.
Lo tomas rápidamente sin desbloquearlo mientras apagabas la computadora.
Jefe:
Adelántate aún tengo unos asuntos que resolver, te veo en casa. ✔️✔️ 9:02 p.m.
Jefe:
El chofer te espera abajo, avísame cuando llegues.✔️✔️ 9:03 p.m.
Tu corazón se acelera al leer los mensajes y te diriges casi corriendo hacia el elevador.
Te topas con la señora Jung accidentalmente.
-¿A dónde con tanta prisa?
Dice riendo mientras te ve disculparte con reverencias.
-¡A pasear a mi perro!
Torpe torpe torpe, piensas internamente.
-¿Tienes un perro? ¡Enséñamelo!
Dice la señora Jung entusiasmada.
-En otra ocasión Señora, lo prometo.
La abrazas y te despides Justo antes de que el elevador abriera sus puertas.
Entras frenéticamente y presionas el botón del estacionamiento varías veces con la esperanza de que este fuese más rápido.
Una vez abajo puedes ver a un señor vestido de traje fuera de un auto haciéndote una seña, abre la puerta para tí y van directo a casa de tu jefe.
No sabes en qué momento te dormiste pero la voz del chofer interrumpe tu sueño.
-Señorita ______, hemos llegado.
Dice amablemente abriendo la puerta para que bajes del auto, tomas tus cosas apurada te limpias la baba de la mejilla y bajas apenada.
Llegas a la casa y la puerta está abierta algo bastante raro, siempre tenía llave pero que afortunado ya que no tuviste que tocar la puerta y toparte con el odioso de Félix.
Cierras la puerta tras de tí y llegas a la cocina por un vaso de agua lo tomas a fondo y te preparas mentalmente para esperar a tu jefe.
No puedes esperar a ver qué harán esta noche, estas emocionada y nerviosa al mismo tiempo.
Subes las escaleras y llegas directo a la habitación.
Dejas tus cosas en la cómoda y te sientas en la cama mientras quitas tus tacones y tomas tu teléfono.
Jefe:
El chofer te espera abajo,
avísame cuando llegues. 9:03 p.m. ✅✅
Tú:
Llegué a casa ^u^ 9:45 p.m.✅✅
Jefe:
Gracias por avisar, voy saliendo
de la empresa nos vemos en un rato ;) 9:46p.m.✅✅
Habías bloqueado tu celular pero este vibró una vez más encendiendo la pantalla por varios segundos dejándote ver aquel mensaje.
Jefe:
No creas que me olvidé que "jugaríamos" esta noche, ponte algo bonito para mí. 9:48 p.m.
La pantalla se apagó y sonreíste tontamente.
Tomaste la lencería del cajón que te mostró donde habría ropa bonita que solo te podías poner para él.
Esas fueron sus palabras:
"Este cajón tiene ropa bonita que solo yo puedo ver puesta en ti. ¿De acuerdo?"
Quitaste tu ropa y te pusiste aquel bonito conjunto de bustier con una diminuta falda que solo podía cubrir la tanga debajo.
Te miraste al espejo y no dudaste en tomar un vibrador de tu "cajita de Pandora"
Te recostaste, abriste tus piernas y te dispusiste a sentir placer, no podías aguantar más a qué Christopher llegara y lo pusiste por encima de la lencería.
Se sentía tan bien. Soltaste varios gemidos ante tal contacto, cuando con tus ojos se abrieron abruptamente recordaste que no habías visto a Félix.
-¿Me habrá escuchado?
Dices preocupada, paraste y te levantaste rápidamente para ponerte un blusón encima, dispuesta a verificar que él no estuviera.
Te agachaste frente a la cama para poder alcanzar tus pantunflas y te llamó la atención algo brillante.
Lo tomaste y al sacarlo pudiste ver que era un anillo plateado.
- ¿Y esto?
Chan usaba anillos pero no de ese tipo, este no era un anillo Ferragamo, era más un anillo de diferente estilo.
~Ding dong.
Sonó la puerta y guardaste el anillo en tu cajón de ropa más cercano.
Saliste de la habitación y pareciera que Félix pensaba que jamás podría salir de ahí, al menos no sin ser descubierto.
Salió sigilosamente y se encerró en la habitación de a lado. Se dejó caer en la cama y suspiró.
Joder no podía sacarse de la mente aquella mujer.
La situación lo carcomía y tenía que hablarlo con alguien.
Texteó a uno de sus mejores amigos en corea y este le invitó a quedarse en su casa ya que llevaba bastante tiempo sin verlo.
Sería Perfecto necesitaba despejarse, tomó una de sus pequeñas maletas del gym y puso ahí su pijama.
Al abrir la puerta ví a mi hombre, me abalancé sobre él y este dejó caer su maletín al suelo para cargarme.
-¡Papi!
Dije feliz de verle de nuevo, como si no trabajáramos juntos.
-¡Mi niña!
Llenó de besos mi cara y me dejó en el sofá para regresar a cerrar la puerta y por su maletín.
En eso vimos bajar a Félix apurado.
-¿A donde vas Yongbok?
Dice Chris confundido.
-Iré a casa de un amigo, hace mucho no lo veo me quedaré a dormir allá.
Dice bastante calmado.
Chris y yo nos miramos de reojo y nos sonreímos.
-¡Bien! Pásenla genial.
Dice Chris acompañando a Félix a la puerta.
Me quedo sentada en el sofá con mis manos sobre mis rodillas esperando impacientemente.
La puerta se cierra, escuchamos el carro de Félix salir de la propiedad y Chris regresa a la sala de estar con otra cara.
Su semblante es sexy, mientras camina hacia a mí se afloja la corbata y me mira como si quisiera devórame entera.
-Ahora sí, ¿en que habíamos quedado señorita?
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-926 palabras
Hola mis lectoras favoritas, ¿cómo están?
Espero que les guste este capítulo lo hice con mucho amor. Platíquenme que les gusta más.
¿Vainilla o fresa?
Les quiero inmensamente 🫶🏻🦔
