•Inversionista•

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Era de mañana. El sol saliendo de su escondite entrando como rayitos por la ventana de aquella grande habitación, hacía presente un nuevo día.
Las cortinas se movían al compás del suave viento que entraba por aquellas elegantes ventanas.
Aquel sonido no tan discreto sonaba fuertemente en el tocador donde la lámpara de noche yacía, junto aquel reloj despertador.

~Beep beep beep beep.

Chris tardó mucho en despertar y estirar su mano para después de fallar varias veces, dar con el botón de este y así apagarlo.

Su gran espalda y parte de su brazo sobresalían de aquella colcha que los cubría a ambos.

Abrió sus ojos y se dió cuenta de que era hora de ir a trabajar, de cumplir su labor como el jefe que era de aquella gran empresa.

Se sentó en la cama y miró su pantunfla un par de minutos para después levantarse por completo de la cama e ir por una toalla y su ropa al armario.

Pantalón de chándal negro, camisa de botones blanca de manga larga que por cierto marcaba tan bien sus músculos y sus zapatos elegantes.

Colocó la ropa en su lado de la cama y se quedó unos momentos pensando si sería la mejor opción, sus pensamientos fueron interrumpidos por tu movimiento en la cama, dando una vuelta dejándole ver tu espalda y quitándote la colcha de encima por el movimiento.

Se quedó mirando unos momentos hasta que recordó que debía meterse a bañar y rápidamente lo hizo.

Aquel rutinario baño de agua helada le ayudaba a calmar su mente y relajar el cuerpo.

Te despertaste con el sonido de la ducha y te sentaste en la cama, divisaste esta vacía y la ropa de Chris en aquella.
Sacaste de las maletas tu ropa y la colocaste en esta igualmente.

El grifo del agua se cerró y se escuchó un silencio.
Chris abrió la puerta del baño y entró a la habitación en solo toalla. Toalla que estaba atada a su cadera.

Ahora que era de día sus músculos se veían a la perfección, estos se contraían mientras con una toalla pequeña secaba su cabello.

Lo miraste de arriba a abajo, casi con la boca abierta.

- ¿Pasa algo?
Dice burlándose de tí, mientras se acerca a donde tú estabas.
- Aah, no no de hecho ya me iba.
Dices mientras sacudes tu cabeza y te diriges a la puerta.
Abres la puerta y es inmediatamente cerrada por una de sus manos. Te tiene acorralada contra la puerta mientras su mano está a la altura de tu cabeza mientras le das la espalda.

Se inclina hasta llegar a tu oído y suelta.

-¿Acaso quieres que Félix te vea en una camisa mía solo con esto abajo? Su mano se dirige a tu pierna y levanta el camisón jalando y soltando la tela de tus panties solo para que esta dé un pequeño latigazo en el costado de tu pierna.

-Nno yo sólo quería darte tu espacio.
Dices nerviosa y avergonzada por haberle visto de esa manera tan indiscretamente.

Escuchas como su toalla cae al suelo, la que tenía atada a la cintura.

Tu cuerpo te pide voltear y arrodillarte ante aquel dios griego para que use tu boca como quiera, pero tu pena solo te mantiene pasmada mientras sientes cómo las gotas de su pelo húmedo caen en la camisa que traes puesta.

-¡Chaaaan!~ grita Félix, mientras le acompañan sus fuertes pisadas por las escaleras.

Chris se agacha para colocar su toalla de vuelta a su cintura y te hace señas para que te metas rápido a duchar.

Demonios. Félix siempre se entromete.
Piensas algo molesta, mientras corres a la ducha con tu ropa.

Félix toca la puerta frenéticamente.

Papi BangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora