My everything [Edmund Pevensie]

2.

Finalmente había llegado el gran día. Edmund se paseaba ansiosamente por la habitación, sin creerse que dentro de un par de horas se casaría con la mujer de su vida.

Hace varios meses atrás, el día en que Lexie cumplió años, le pidió ser su esposa y después de interminables preparativos, además de las horas de trabajo y construcción de su casa, todo estaba listo.

Y mientras que a su futuro esposo lo consumía la ansiedad esperando a su hermano, Lexie se encontraba tranquila y a su vez, emocionada; Susan y Lucy la peinaban y maquillaban frente a un espejo.

El volver a tener a la familia Pevensie reunida, después de tantos meses y para una ocasión tan increíble como esta era simplemente emocionante. Aunque claro está, que aquella conversación con su padre hace tantos años atrás, la típica de: "cuando te cases, yo te llevaré al altar.", le hacía sentir cierta melancolía, podía imaginarse a ese hombre apoyándola en este momento, tratando de calmar su emoción, llevándola firmemente hacia Edmund... ciertamente sería precioso. A estas alturas hasta se preguntaba cómo sería si su madre estuviese viva, ¿la estaría apoyando? ¿Le hablaría del día en que ella se casó con su padre?

-Serás la novia más hermosa.-agregó Lucy, sacándola de sus pensamientos. -Edmund no podrá resistirse.

-Lu tiene razón, te ves increíble.-apoyó Susan.

-Muchas gracias, chicas...-sonrió, algo avergonzada.-Aun no me creo que todo esto al fin esté pasando.

-Tantos años que pasaron tanto aquí como en Narnia para que finalmente llegase este día...-Lucy dijo en un suspiro, devolviéndole la sonrisa.

En cambio Susan, al escuchar el nombre de aquel lugar se tensó.

-Sería lindo que los narnianos estuvieran aquí...

-Sí... celebrarían por semanas a sus "Reyes inseparables".

La mayor suspiró, volteando los ojos.

-Tu maquillaje está casi listo.-se decidió por cambiar drásticamente el tema.

-Oh, sí, gracias Susan.

(...)

-Siento la tardanza, Ed, ya estoy aquí.-El rubio entró a la habitación y miró confundido a su hermano que seguía caminando en circulo.-Ehhh... ¿Ed?

-¡Pete!-lo sostuvo por los hombros.-Finalmente llegas.

-Tuve que ver unos preparativos fuera, pero todo está en orden. ¿Cuándo piensas vestirte? Tienes que recibir a los invitados.

-Lo sé.-suspiró.-Estoy tan nervioso que apenas puedo pensar claramente.

-Tranquilo, hermanito, los nervios pre-matrimoniales son normales, pero todo saldrá bien. Ambos hicieron un increíble trabajo preparando esta boda.

El Justo se sentó en el sofá, mirando hacia la ventana.

-Aun no puedo creerme que dentro de poco Lexie finalmente será mi esposa... es tan irreal...

-Han recorrido un largo camino juntos, aquí y en Narnia, han sabido sobrellevar todo, ustedes dos son un gran ejemplo a seguir.

-Que tú me digas eso significa mucho, Pete, gracias.

-Es increíble cuánto han crecido ustedes dos.-rio, melancólico.-aún recuerdo cuando eran niños y peleaban a cada segundo por estupideces. ¿Te acuerdas de la vez en que Lex y tú pelearon por un pedazo de pan? Ella se puso a llorar y terminaste por dárselo.

-Es cierto.-rio también.-qué rápido pasó todo... y eso que vivimos una vida entera en Narnia.

-Los narnianos serían los más felices con su boda.