Capítulo 13.

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Con el seguir del día, nuestros héroes finalmente llegaron a la tan esperada isla Ramandu.

El lugar estaba oscuro y silencioso, el cantar de los pájaros era lo único que se escuchaba junto a sus pisadas. La linterna del rey Edmund fue de gran ayuda para poder ver bien.

Una vez se encontraban frente a la gran mesa de Aslan, se sorprendieron al ver la gran cantidad de comida en esta.

-Mmmm, comida...

-Alto.-ordenó Drivian.

Más adelante, El Justo la presencia de tres hombres sentados en esta, llenos de raíces a su al rededor. Pegó un grito, asustando a los demás presentes.

Todos se armaron con sus espadas, listos para atacar.

-Lord Rivilian...-dijo Caspian.

-Lord Marramourd-siguió Lexie.

Lucy movió el cabello de la cara del siguiente hombre.

-Lord Argos

Una respiración la hizo sobresaltarse.

-Caspian... está respirando...-balbuceó la pelirroja, en shock.

-Igual ellos...-mencionó Edmund.-Alguien los embrujó.

-¡Es la comida!-gritó Caspian al ver que los hombres comenzaban a sacarla.

-Hey.-volvió a hablar El Justo.-el cuchillo de piedra.

-Esta es la mesa de Aslan.

-Sus espadas...

Los tres se abalanzaron a sacar las tres espadas

-En la mesa.-las posicionaron ahí

-Solo seis...

-Aun nos falta una.

Las seis espadas comenzaron a brillar.

-¡miren eso!-exclamó Lucy, notando la estrella en el cielo,

El brillo azulado que esta daba era hermoso.

Y hablando de hermosos... la estrella bajó, tomando la forma de una bella chica frente a ellos, dejando a todos anonadados.

-Viajeros de Narnia. -habló con una voz dulce y cálida.

Todos, excepto los reyes y reinas, le hicieron una reverencia.

-De pie. ¿No tienen hambre?

-¿Quién eres...?-preguntó Edmund, con voz temblorosa. Lexie lo miró, él no despegaba la mirada de la chica, sintió una punzada en el pecho.

-Soy Lilliandil, hija de Ramandu. Yo los voy a guiar.

Los cuatro se acercaron lentamente a ella.

-¿Eres una estrella?-cuestionó esta vez Caspian, embobado y ella dulcemente asintió.

Ambos chicos la miraban encantados, ella era realmente hermosa. Lexie pensaba lo mismo, aunque claro, una chica linda no hacía el mismo efecto en ella que en los chicos.

-De verdad eres muy bella...

-Si es una distracción para ustedes usaré otra forma...-----

-¡NO!-gritaron los dos al unísono.

La Solemne alzó una ceja y resopló, ya estaba molesta con la actitud del castaño.

-Eres muy hermosa.-dijo la pelirroja.-no deberías cambiar tu apariencia por un par de idiotas que no se controlan.-"bromeó" y la rubia rio.

My everything [Edmund Pevensie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora