Todos venimos al mundo con la obsesión de un imposible, y cuando tomamos consciencia de que el imposible es eso: un imposible, ya es tarde para refugiarnos en la sensatez. Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido. Y tanto A...
even though you break my heart even though you break my heart, baby I know what we are, our love's too young even though you break my heart, my love I'mma need you, I'mma need you, I'mma need you, yeah
show me your broken heart and all your scars baby I'll take, I'll take, I'll take, I'll take you as you are I'll take you as you are, yeah show me your broken heart and all your flaws baby I'll take, I'll take, I'll take, I'll take you as you are I'll take you as you are, yeah
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AS YOU ARE by the weeknd.
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MEMORIAS DE NAVIDAD
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El primer copo de nieve cae, y con ello, inicia nuevamente el dolor de aquel hombre junto a dos pequeños niños que están a su lado, con el semblante tan oscuro como ese veinticinco de diciembre.
El cielo estaba cubierto con una luz tenue y fría, difusa por las nubes de invierno. A pesar de la estación, la nieve reciente se había derretido, dejando el suelo ligeramente fangoso bajo sus pies. Los árboles que bordeaban el cementerio, despojados de hojas, se alzaban como esqueletos oscuros contra el horizonte.
Era hasta tétrico en pleno día, en plena Navidad.
—En este momento de dolor, recordamos la vida de Harwin Strong y Rhaenyra Targaryen, seres queridos que tocaron nuestras vidas de maneras inolvidables. —dijo el reverendo— Que sus almas descansen en paz, y que en la oscuridad de la pérdida encontremos la luz de los recuerdos compartidos.
Un par de ojos violetas escudriñan el panorama con curiosidad y cierta pena. No comprende mucho lo que ocurre, solo sabe que su hermanastra había fallecido el día anterior y por eso estaba allí con sus hermanos y sus padres.
Sus ojos recaen en un pequeño de cabello rizado que abrazaba un peluche de Spiderman. No pasaba de los diez años, nueve a lo mucho. Tiene las mejillas empapadas de lágrimas y un puchero en sus labios que amenazaba con emitir sollozos.
—¿Quién es él? —pregunta en un susurro.
Alicent se gira hacia él cuando escucha sus palabras y siente el suave jaloneo en su abrigo negro. Sostiene la mano de su hijo, es tan pálida como el invierno, tan pálida como lo era la piel de Rhaenyra.
—Es tu sobrino, Lucerys. El niño que está del otro lado de Lyonel es Jacaerys. —explica.
Aemond asiente y se aparta el cabello del rostro. Necesitaba un corte de pelo con urgencia, lo tenía demasiado largo y comenzaba a fastidiarle.
