Todos venimos al mundo con la obsesión de un imposible, y cuando tomamos consciencia de que el imposible es eso: un imposible, ya es tarde para refugiarnos en la sensatez. Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido. Y tanto A...
as the hours pass I will let you know that I need to ask before I'm alone how it feels to rest on your patient lips to eternal bliss I'm so glad to know
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AFTER DARK by mr. kitty
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INSEGURIDADES
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Alicent había viajado a Londres con la intención de pasar unas cuantas semanas con sus hijos. La idea había surgido de Otto Hightower, quien la había visto exhausta por cuidar a su padre en Noruega. Para permitirle descansar, Otto sugirió contratar a un enfermero o enfermera que se hiciera cargo de él durante algunos días, mientras Alicent disfrutaba de un merecido descanso en Londres.
Fue una mujer devota a su fallecido esposo, y hasta ese momento, desde que Otto enfermó, fue también una mujer devota a su padre. Pero extrañaba a sus hijos y necesitaba un descanso de todo. Y si quiso sorprender a Aemond al llegar sin decir nada, en definitiva lo consiguió. Pero eso no quitaba que, por mucho que se haya sentido nervioso con su presencia ahora que era novio de Lucerys, le alegraba verla.
—Estás mucho más alto —comentó ella con cariño, alejándose de Aemond después de un afectuoso abrazo.
Entonces desvió la mirada hacia el chico de cabello castaño que estaba a un lado, con la clara urgencia de desaparecer, pero nadie más que Aemond lograba percibir aquello. Tuvo ganas de sostener su mano para tranquilizarlo, decirle que todo estaba bien, que no ocurriría nada malo.
Pero no sabía como abordar el tema de que, era bisexual y tenia novio. Un novio que en realidad era su sobrino y aquello complicaba mucho más la situación.
—¿Lucerys Strong? —le escuchó murmurar.
Luke se estremeció de la sorpresa, no sabía que lograría ser reconocido, aún así se obligó a sonreír y asentir.
—Mucho gusto, señora —respondió con amabilidad, tratando de parecer relajado a pesar de su nerviosismo.
—Oh, llámame Alicent, cariño ¡Qué grande estás, mírate!
Sin previo aviso, los delgados brazos de Alicent envolvieron a Luke, quien correspondió a su abrazo entre risitas nerviosas, inclinándose ligeramente, ya que era más alto que ella, el abrigo de piel le hizo cosquillas en las nariz.
Alicent era una mujer bajita pero hermosa, con rasgos delicados y cabello rojizo, similar al de Helaena, aunque esta última era albina en lugar de pelirroja.
