Todos venimos al mundo con la obsesión de un imposible, y cuando tomamos consciencia de que el imposible es eso: un imposible, ya es tarde para refugiarnos en la sensatez. Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido. Y tanto A...
crawling back to you ever thought of calling when you've had a few? 'cause I always do maybe I'm too busy being yours to fall for somebody new now, I've thought it through crawling back to you
*
⠀⠀
DO I WANNA KNOW? by arctic monkeys.
⠀⠀
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⠀⠀
FUEGO EN INVIERNO
⠀⠀
*
⠀⠀
—Eres un idiota —masculla Lucerys.
Jace suelta un resoplido y se deja caer sobre la cama, el chirrido de la cama suena y llega hasta los oídos de su hermano mientras sostiene el móvil entre su oreja y hombro.
—No sé qué me pasa, es como si me volviera un completo subnormal cada que estoy frente a él —murmura Jace.
Estaba visiblemente frustrado, y su voz llevaba el tono de quien se siente impotente ante sus propios sentimientos.
—¿Por qué no le dijiste lo que sentías? —suspira Lucerys. Cierra la llave del agua cuando termina de lavarse las manos y pega un brinco cuando siente las manos de Aemond en su cintura, abrazándolo por la espalda.— Basta —le reprocha en un susurro, tapando el micrófono del móvil para que su hermano no lo escuche.
Aemond reprime las ganas de reír y se niega a soltarlo.
—Cuando estoy por hacerlo. . . me congelo, no lo sé, me puse a pensar en que. . . ¿Y si le hiciera más daño estando con él?
—Me pidió que te dijera que no vuelvas a buscarlo ¿Más daño del que ya le hiciste? imposible.
—¿Entonces qué hago? No sé qué decirle exactamente sin joder todo.
—Sé directo con—. . .a-ah joder.
—¿Qué pasó?
—Vhagar me mordió mientras jugaba con mi mano —dijo Lucerys, improvisando una risita nerviosa para mantener la distracción de su hermano. La respiración se acelera de repente, pero Jace pareció creer su explicación y no notar nada extraño. Sin siquiera imaginarse que detrás de Lucerys estaba Aemond, intentando contener la risa mientras sus traviesas manos se inmiscuían bajo la ropa.
—¿Pero entonces qué hago? —insiste Jace.
—Solo dile lo que sientes, de la forma que quieras, pero díselo —murmuró el menor, casi tropezando con sus palabras.
