𝐗𝐈𝐈

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I fight the world, I fight you, I fight myself
I fight God, just tell me how many burdens left
I fight pain and hurricanes, today I wept
I'm tryna fight back tears, flood on my doorsteps


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PRAY FOR ME
by the weeknd.

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REENCUENTROS Y PREGUNTAS

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Aemond era un maestro en el arte de la actuación y ni siquiera lo sabía. Aunque su corazón latía con fuerza y ​​su mente estaba llena de pensamientos turbios, su rostro permaneció imperturbable, un reflejo de serenidad que ocultó el torbellino de emociones que lo invadía.

Cuando Aegon se acercó a la puerta de la habitación, Aemond fue el primero en separarse de Lucerys y girarse para enfrentarse a su hermano con una expresión neutra y tranquila. Mantuvo sus ojos violeta en Aegon, haciendo un esfuerzo consciente para ocultar cualquier indicio de lo que acababa de ocurrir momentos antes.

—Traje chocolate para Luke. . . Oh ¿Estás bien? —preguntó Aegon cuando notó a Lucerys tan rojo como un tomate y al borde de hiperventilar, no lograba calmar su respiración agitada.

—Yo. . .

Aemond intervino rápidamente, improvisando una explicación con facilidad.

—Le duele un poco la cabeza, por eso vine a verlo —declaró, su voz sonaba tranquila y convincente, como si estuviera dando una explicación lógica— Creo que solo necesita descansar.

—Oh, creo que tengo un par de pastillas por aquí, déjame las busco. —ofreció Aegon.

—N-no. . . no hace falta, gracias —Luke hizo su mejor intento por sonreír a pesar de lo acalorado y agitado que se sentía, Aemond notó la mirada fulminante del castaño sobre él y tuvo que morderse el labio para contener la risa bajo la presencia de su hermano que aún estaba en puerta de la habitación.

Observó cómo Aegon asentía y se encogía de hombros, distraído mientras se alejaba de la escena sin problema alguno para sacar las cosas que había comprado de la bolsa del supermercado.

La mirada de Aemond volvió a posarse en Lucerys, no pudo evitar sentirse atraído por la mezcla de inocencia y determinación en aquellos ojos verdes, como si hubiera algo en él que era imposible de resistir. La imagen le era tan adorable que tuvo ganas de volver a besarlo, de arremeter contra esa pequeña boca rosácea que se sentía tan dulce en su paladar.

𝐓𝐀𝐊𝐄 𝐌𝐄 𝐁𝐀𝐂𝐊 ― lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora