"Una llamada, Una mentira"

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Una parte de su cerebro le decía que se fuera a comer con Alan y dejara a un lado al estúpido de su falso marido quién no se merecía más que su desprecio y odio, después de todo Alan era una persona agradable con la que se sentía cómoda siendo ella misma y con la que podía sentirse de cierto modo, bien.
Pero La otra parte de su cerebro, la que estaba defectuosa por cierto, la incitaba a irse con Jason y no precisamente por gusto, Aunque bueno, tampoco podía mentirse a sí misma, Quizás le daría un poco de gusto verlo, pero su motivo real era ese mensaje. No podía negarlo y si le preocupaba, conocía perfectamente a sus supuestos "Amigos" y Esos dos eran capaces de mucho ¡Habían vendido su casa! ¿Qué pasaría Si se les daba por abrir la boca y Contarle a todo el mundo lo del contrato? ¡Oh Dios, no! Si eso sucedía quizás su vida se arruinaría totalmente.

"Un matrimonio falso" "Hay que ser muy insensible y poco confiable para aceptar hacer algo así" " se Debe estar loca para engañar a todo el mundo de esa manera"

¿No es eso lo que Dirían todos si se enteraran? ¿No la Juzgarían? ¿No la tildarían de Mentirosa y aprovechada? No, Definitivamente no quería verse metida en líos de ese tipo y menos por alguien que no valía la pena. Jason no la Valía y ahora que lo pensaba el problema era tan gigante como él lo pintaba.

-¿Ha pasado algo, Verdad? – Preguntó él de repente. Jane asintió tímida y le sonrió a Alan quién había permanecido en silencio junto a ella todo ese tiempo. – Lo deduzco por tu cara ¿Alguna mala noticia?

-Si – Le respondió - Creo que tendremos que aplazar otra vez nuestra invitación, lo siento. – Sabía que quién llamó, había sido Jason. ¿Por qué le molestaba tanto?

-No hay problema mientras no la olvides – le respondió - ¿Está bien? – Jane asintió nuevamente y esbozó una sonrisa del mismo modo en que lo hizo Alan y allí terminó su encuentro. Él la vio marcharse mientras se repetía a si mismo que solo debía esperar un poco más... Jason La dejaría y entonces... Sería su turno. Él no podía dejar escapar a una mujer como ella. Solo era cuestión de tiempo y de una toma de decisiones ya que si Jason no se alejaba de ella pronto, él tendría que volverse un mal amigo y eso era algo que no quería hacer, a menos que fuera necesario. Esperaba no llegar a extremos y que Jason decidiera irse de una buena vez con Alice.




***



El matrimonio por lo civil era algo serio, pero un matrimonio religioso lo era mucho más, era un sacramento que no debía tomarse como un juego o como un simple trato a cambio de algo y ella así se lo había tomado. Había cruzado una línea incruzable al aceptar ese falso casamiento con Jason y Quizás por eso la vida la estaba castigando como lo hacía. Debía ser ¿Qué otra excusa había para que de un momento a otro todo pareciera venirse en su contra? Empezando desde sus sentimientos y terminando en el descubrimiento que habían hecho sus "Amigos" sobre la verdad del matrimonio. Suspiró y fue entonces cuando cayó en cuenta de que había llegado a la casa. Otra vez, Que triste. Había pensado preocuparlo más y Regresar al día siguiente o muy tarde por la noche, pero ya qué.
Colocó la mano sobre la perilla de la puerta y trago gordo. Estaba nerviosa. Y no quería verse intranquila frente a Jason o demostrarle mucha importancia respecto a todo lo que últimamente venía sucediendo, pero, Vamos ¿A Quien quería mentirle? ¿Cómo iba a conseguirlo? había sido su primera vez, su primera lágrima de amor y el causante de que sintiera, también por primera vez, un fuego ardiente e hiriente al que comúnmente llamaban celos, eran Muchas primeras veces con él y Aunque intentara por todo los medios posibles borrarlo de su mente, se le hacía muy difícil, no podía olvidarse de él, de sus besos, de sus abrazos y de cada una de sus caricias... Pero tampoco podía olvidarse de que muy probablemente él ya estuviera enamorado y de que esa chica quién él quería, no era ella.
¿Siempre iba a ser así, no? Cada vez que pensara en ello, una astilla le puyaría el corazón y la lastimaría ¿Tendría que ser así? ¿Siempre? Si eso era empezar a querer a alguien, definitivamente no quería querer a Nadie entonces, pensándolo bien, solo quería recuperar su vida, su tranquilidad, su soledad, ser quién era. Ser simplemente Jane y No estar adornada por el apellido de ese estúpido.
No, no quería enamorarse, ni dejar que lo que sentía avanzara y se hiciera más profundo, pero ¿Cómo hacía para dejar de sentir? ¿Acaso Era posible? Tenía que hacerlo ahora que aún estaba a tiempo.
Abrió la puerta de la entrada decidida y caminó hasta la sala, y allí se encontró el cuadro perfecto. Hasta risa le Causó.
Estaban Neal y Lee sentados en uno de los sillones con cara de "Victoriosos" y frente a ellos, con cara de haber desayunado guayaba agria, estaba Jason, serio, Implacable, inquebrantable, como siempre, como anoche... Ridículo. Mierda. Todo era una mierda. Su vida últimamente solo parecía ser eso.

Y sí, la situación era para preocuparse de verdad, pero Jason al verla parada a tan solo unos metros de él, sonrió. Sonrió Como un perfecto idiota Camuflado en su coraza de "nada me duele y no me importas" ella Estaba allí Y solo eso le bastaba para empezar a sentirse mejor y pensar bien qué hacer con esos dos aprovechados,  Aunque,  Ahora que lo pensaba con un poco más de profundidad, No sabía si debía odiar o agradecer a esos dos malintencionados chicos que se encontraban sentados frente a él, pero debía admitir que siempre tenían el don de aparecerse en momentos oportunos. Momentos en los que él y Jane, bueno, no estaban muy bien y de uno u otro modo, con intención o sin ella, lo ayudaban a que ella volviera hablarle o por lo menos a que estuviera cerca.

Jane por su parte, no lo podía creer ¿De verdad esos dos pensaban hacerle la vida más difícil Aún? En realidad habían personas inconformes ¿ahora qué? Se acercó a ellos con cautela y se mantuvo de pie a un lado de Jason, luego se cruzó de brazos en silencio.

-¿Qué es exactamente lo que quieren? – Preguntó de repente dirigiéndose al castaño de su amigo, si era que lo podía catalogar como tal - ¿Acaso más dinero? ¿No están conformes todavía? – Jason volteó a verla al mismo tiempo en que Neal empezó hablar.

-¿Qué? – Rió sorprendido y podría decirse que llegando a lo irónico - ¿Acaso somos de ese tipo? Jane ¿No nos conoces? - ¿No me digas que no lo son? Jane rió para sí misma plasmada, increíble ver personas como ellos dos allí. Había dos opciones, o el mundo era pequeño o ella conocía solo a personas de ese tipo. Aprovechadas. – Sólo nos preocupamos, Jane, el matrimonio es algo importante, es sagrado.

-Si – agregó Lee – No es ninguna broma – Como si no supiera ¡Claro que sabía que no era ninguna broma! ¿y qué? ¿No había terminado casada con un extraño del que se había empezado a enamorar? Que porquería.

-No, no lo es – continuó Neal - ¿Y que si la prensa se enterara?¿Que harían? – Jason ladeó la cabeza para verlo con preocupación y ella rió con ironía. Así que ese era el punto de todo. La prensa. ¿Querían que aquello sonara como una amenaza? Ya se lo suponía, pero quería creer que no llegaría a tanto - ¿Qué ocurriría? ¿No les asusta? – Jason ahora volteó a ver a Lee y Jane pudo notar que él Seguía preocupado. Otro escándalo, No, él no podría soportar otro escándalo y su carrera... Su carrera tampoco.

-Ya estuvo bueno – intervino la castaña – Sí, está muy mal lo que hemos hecho pero ¿y qué? ¿Qué podemos hacer ahora para enmendarlo? Nada, así que ¿Qué es lo que quieren? Hablen de una buena vez. – Neal se enderezó sobre el sillón y apoyó los codos sobre sus rodillas, entonces los miró.

-Solo queremos que inviertan en nuestro proyecto - ¿eh? Jane miró a Jason ¿Qué proyecto? – Un proyecto del que le hemos hablando a Jason antes de que llegaras, sobre publicidad.

-¿Qué? – Jason se quejó. – Eso es ridículo, ese proyecto es ridículo.

-¿Ridículo? – Repitió Neal ofendido mirándolo a él directamente - ¿Qué es ridículo?

-Tu proyecto ¿No escuchaste? – los ojos cafés de Jane los miraron a Ambos y ambos se quedaron callados. Era imposible no hacerlo, con esa mirada, ella podía asustar a quién quisiera.

-Además - Aludió Lee con voz suave mirando a Jason y a Jane - Tampoco estaría mal una disculpa por parte de tu marido. Si es que le puedo llamar así.

-¿Disculpas? – Jane sonó confundida - ¿Por qué?

-¿Qué? ¿No te lo dijo? Sabía que era un tonto, La última vez nos llamó pordioseros. – ¿huh?, vale, tenía que asimilarlo. Lo miró de inmediato y frunció el ceño molesta ¿Cómo podía ser así? y ¿¡Porque no se lo dijo!?

-¿De verdad hiciste eso, Jason? – él no le dirigió la vista y se quedo callado. Eso era más que suficiente para ella. Ya le había respondido. Pero bueno, aunque estuviese muy molesta con él, ahora, lo único que debía tener en cuenta es que en ese momento, Jason no era su enemigo, era todo lo contrario, era su aliado y debían defenderse de esos dos. – Bien - continuó ella - Quizás él los llamo así, pero fue porque ustedes empezaron todo, al ser tan atrevidos e irrumpir aquí como lo han hecho hoy – y ahora lo defendía. Perfecto ¿no? – Hasta recuerdo que golpes hubo, Lee golpeó, recuerdo claramente haber curado su cara.

-¡Oye! – Exclamo él, avergonzado y ofendido – Ya te dije que ella no me golpeó, yo le deje hacerlo porque no podía pelearme con una chica ¿Está claro? – Jane frunció el ceño.

-¿Es eso realmente importante ahora? ¿Por qué mejor no te callas?

-¿Te das cuenta? – Replicó Lee – ¡Es tan solo un idiota que no se disculpa para nada! Yo te conozco, Jane, sabía que no podías enamorarte de una persona como él. Es tan... Desagradable - ¿eh? Jason volteo a ver a la chica de cabellos ondulados frente a él ¿Había dicho desagradable? ¿Y Qué ella no podría enamorarse de él? Oh, claro ¿y Por qué no? Ese comentario no le había gustado para nada.

-¿Quién te da el derecho a de... - .

-Mejor te quedas callado ¿Está bien? - Lo Interrumpió la castaña pegándole en el hombro, Jason la miro con cara de perro regañado y frunció el ceño. No entendía cómo es que le hacía caso. Había ocasiones en las que Jane podía mandar tan fácilmente sobre él, como esta ocasión, por ejemplo. Eso le molestaba. Pero por ese día podría vivir con ello.


***


-¿Por qué los llamaste pordioseros, eh? – ella le preguntó no se sabría si decir molesta o sorprendida. Aunque siendo sincera con ella misma, lo hizo más por educación que por querer, la verdad es que a ella no le había molestado en lo más mínimo que Jason los tratara así, Esos dos se merecían muchas otras palabras y ella no tendría el valor de decírselas, así que quizás debía agradecerle a Jason por eso - ¿Qué es lo que tienes en la cabeza para ser tan grosero con las personas? – Jason frunció el ceño mientras parado al lado de la nevera, veía a Neal susurrarles cosas a Lee. Vale, se tenía merecido que Jane le dijera eso, pero esas no eran las palabras que él quería escuchar luego de haber pasado una mala noche por la otra situación que había pasado entre ellos dos, que era para su opinión, mucho peor que esta. Pero vale, no era momento de pensar en eso ahora.

-Porque así se comportan – le respondió – no veo porque llamarlos de otro modo – Jane hizo caras y Jason frunció el ceño - ¿Qué? ¿Por qué me miras de ese modo? – le dijo

-Porque no puedo creer lo insensible que eres ¿De verdad ese eres tú o solo es una máscara que utilizas? - ¿eh? Jason trago gordo ante la repentina sinceridad de Jane – Un día llegué a pensar que era una macara sabes, pero ayer me di cuenta de que me equivoqué. Tú realmente eres así. Una persona insensible – Duras, frías y tan cortantes como un tempano de hielo. Las palabras de Jane le traspasaron el cuerpo pero se quedaron metidas en sus oídos, en su cabeza y En su cerebro.

-Eso es lo de menos ahora – le dijo él fingiendo indiferencia. Claro que le había dólido. Nunca antes Nadie había sido tan sincero con él – Tan solo dales lo que piden y ya, no quiero lidiar mas con esto ¿entiendes?

-Tampoco yo – dijo ella - pero ¿Por qué darles dinero cuando ellos me deben tanto, eh? No sería justo – Jason giró la cabeza nuevamente hacía ellos Neal y Lee y suspiró. Bien, en eso Jane tenía razón y solo fueron suficientes que sus miradas se conectaran para saber que ya habían tomado una decisión.

Volvieron acercarse a ellos mostrándose inexpresivos. Jason se quedo de pie y fue Jane quién tomó asiento frente a esos dos esta vez.

-Me disculparé en Lugar de Jason – Dijo ella, con una seriedad que daba miedo - él tiene una lengua venenosa y no lo culpo por ser así pero Estoy segura de que no dijo lo que dijo con intenciones de ofenderlos – Jason miró a la castaña y suspiró algo taciturno para sí mismo. Le gustaba que ella lo defendiera, pero no así. Esto le hizo acordar la última vez que se vieron de las caras con ellos dos. En aquella ocasión ella lo defendió, pero fue sincera, ahora, estaba seguro de que era una simple e insípida actuación. Toma otro golpe, Jason, te lo mereces – Y sobre la inversión... - Siguió ella - Jason está dispuesto a darles trabajo en su oficina, nos comprometemos a eso. A nada más.

-¡Que! – se exaltó Lee sorprendida

-Esto no tiene sentido – concluyó Neal - ¿No es algo injusto? Jane ¿Acaso no tienes Fé en nuestra amistad y en que nuestro proyecto es en realidad bueno y no una ridiculez como lo dice tu marido o bueno, como lo dice Jason?

-¿Amistad? – Repitió Jane incrédula de tanto cinismo en una persona. Cerró los ojos y tomo un poco de aire que luego soltó como un respiro de calma para ella misma el coraje que sentía, No podía creer que Aún siguiera llamando a su relación como "Amistad" ¡Era asqueroso el término para tan buenos estafadores como ellos!

- Cuando regresé de Rusia y me di cuenta de que mi casa había sido vendida ¿Saben lo aturdida que estuve? – Los dos jóvenes bajaron la mirada, algo apenados. Eso había ocurrido por ellos - Estuve tan asustada que fui a la estación de policía ¿Saben lo terrible que es ese sitio? – Jason paró oído al relato de Jane y sonrió complacido. Wao, además de todo, ella era inteligente también. Se había encargado de que sus palabras sonaran perfectamente como una amenaza disfrazada de relato. Esto era... Bueno, Pero, no podía esperar menos de ella, a él también lo había engañado en Rusia y por eso se habían conocido. ¿Debía agradecerles también porque indirectamente gracias a ellos él la conoció? – Creo que la prisión debe ser mucho peor – Jason volteó a verla y le dió un golpecito en el hombro, como apurándola a terminar de una vez con eso.

-¡Oye! – exclamó Lee algo temerosa - ¿Nos estás amenazando? – Jane sonrió con ironía.

-¿Yo? – Dijo y su tono sarcástico quedo al descubierto - ¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso los amigos hacen ese tipo de cosas? – les sonrió victoriosa mientras ellos fruncían el ceño confundidos
¿Qué debían hacer? Era lo que se preguntaban entre ellos dos, pero ahora eso a Jane no le importaba. - por cierto – agregó ella después – les reduciré el 40% de su sueldo hasta que me paguen toda la deuda. ¿Entendido?

Los dos chicos la miraron casi gritándole con esa mirada "Bruja" Pero Jane solo sonrió. Sonrió con satisfacción y se sentía aliviada. Al menos algo bueno había ocurrido después de tantas cosas malas y ahora gracias a la mala jugada que sus "Amigos" Pretendían hacerle, podría recuperar el dinero que había perdido por ellos mismo. El tiro les salió por la culata. Ya era hora.




***

Vale, quizás ella estaba allí, pero ¿Cómo iba hacer para combatir con su indiferencia? Luego de que Neal y Lee se marcharan de la casa, ella no lo había mirado, No le había hablado y ni siquiera lo había insultado. Nada. Y ese silencio en ella era peor que miles de gritos. Diablos. Ahora se encontraba sentada en el comedor con un lapicero y una hoja sacando cuentas. ¿Podían creerlo? ¡Cuentas! Cuentas de en cuanto tiempo recuperaría su dinero. Vaya que era avara...
Pero eso no le importaba... él solo quería... No lo sabía, pero sabía lo que no quería, y era seguir en esta situación con ella. Se acercó a la nevera y desde allí la miro sentada de espaldas en el comedor una vez más. Definitivamente Jane no le hablaría ¿Por qué tenía que ser tan orgullosa?

-Eh, Jane – Carraspeó dudoso. Ella lo escucho pero no volteó a verlo. Era lo mejor. Ignorarlo - ¿Quieres una cerveza? – Él esperó por una respuesta pero ella no se la dio. - ¿ Ese silencio significa que no la quieres? – Insistió, pero volvió a suceder lo mismo y fue ignorado. Que mal educada era. Cogió una sola cerveza y se sentó frustrado frente a ella en la otra silla del comedor. – Oye... - Volvió a decir ahora más sereno - ¿Qué estás haciendo? – Jane siguió sacando cuentas y escribiendo números sin prestarle la más mínima atención. Vale, ya era mucho. No le gustaba sentirse así – Pregunté ¿Qué estás haciendo? ¿Acaso estás sorda o te haces, eh?

-Estoy ocupada, No Molestes - Su tono frío ya era demasiado. Pero él la entendía. La entendía pero no soportaba que ella tuviera ese comportamiento con él. Estaba tan sería. Tan... distinta. No era ella. Era una chica en el cuerpo de Jane pero no era Jane.

-Me enviaran otro anillo la semana que viene, Jane - ¿Eh? Ella lo escuchó claramente y casi se va de espaldas en la silla, pero hizo todo lo posible porque él no notara lo pasmada que se torno su expresión. No lo miró. Pero si estuvo muy sorprendida ¿De verdad había pedido otro anillo? - No lo volveré a perder otra vez, Te lo prometo. – Jane levantó su rostro y lo miró con cierta serenidad. No por lo que había dicho acerca del anillo, si no por el sonido de la sinceridad en sus palabras y la expresión en su rostro al decirlo. Era... diferente. Diferente bueno. Diferente real. No parecía mentir... y no mentía, pero Jason ya empezaba a preocuparse por su silencio ¿Por qué ella no decía nada y solo lo miraba? ¿Tan difícil era poder arreglar las cosas con ella? – ¡Bueno ya! –Exclamó entre preocupado e inquieto. Jane siguió mirándolo en silencio - Cuando tu perdiste la grabadora que te regalé de cumpleaños, yo no te dije nada y me aguante el coraje ¿No deberías haber hecho tu lo mismo? ¿Acaso no puedo cometer un error y tu si? Se justa por lo menos. Esto... No es justo. – Jane suspiró y todavía no le quitó la mirada de encima. Él era tan infantil, tan tonto, tan de todo. Frunció el ceño y dejó de lado su expresión de chica fría e inexpresiva. Le sonrió.

-¿Quieres que te sea sincera, Jason? – Murmuró, con voz suave y el paró oído ¿Sincera? ¿A que se refería ahora? – la verdad es que encontré el anillo. – él abrió los ojos como platos y frunció el ceño.

-¿Qué? ¿Dónde? - Exclamó con brillo de felicidad en su rostro - No puedo creer que me haya preocupado tanto si estaba aquí.

-Oh ¿Te preocupaste? – Ella sonrió burlona - ¿Quién lo diría? Estaba por ahí – le señalo la sala - por el suelo.

-¿De verdad? – Jason no sonó muy convencido - Pero si yo lo busque y no...

-Espera y me sorprendo más - le interrumpió - ¿Lo buscaste?

-Sí.

-Bueno, yo lo encontré – él la miró y ahogo una sonrisa de felicidad en su cuerpo. Esa cara, esa expresión. Ella había regresado, Esa si era Jane – Dame tu mano – pidió ella y estiro la mano – anda.

-¿Para qué? - Frunció el ceño.

-¿Tienes que preguntar? – Jane agarró la mano de Jason y con el lapicero con el que antes había estado sacando sus cuentas, trazó unas líneas delgadas sobre el dedo índice derecho de Jason. Ella rió.

-¿Qué haces, eh? – Le preguntó e intentó quitar la mano ¿Qué clase de niña era para rayarle la piel con lapicero?

-No te muevas – Renegó ella y le dio un pequeño golpe en la mano – o quedara Mal – Dibujo otra líneas alrededor de su dedo y sonrió - ¡Tachan! – concluyó con una sonrisa.

-¿Qué es eso? – pregunto él

-Un anillo ¿No lo ves? – Jason se miró el dedo rodeado por las marcas de lapicero y frunció el ceño... No había duda de que había vuelto. Ya estaba haciendo cosas locas otra vez - Ahora que tienes uno, no necesitas comprar otro ¿verdad? – Él apartó su mano rápido y la miró.

-Tú de verdad no creces, eh Jane no...

-¡No, Oh no! – Le interrumpió ella burlona - ¿Cómo es que tampoco tienes reloj? Necesitas uno ahora ¿Me dejas dibujártelo? – Jane agarró la mano a Jason nuevamente y empezó a trazar otras líneas con el lapicero, pero esta vez en su muñeca.

-¿Estás loca? - renegó, moviendo su mano para zafarse - ¿Qué no sabes que podría darme cáncer?

-¡Wa! – Exclamó - ¿Siempre eres tan extremista? Más bien estate quieto que si te mueves no puedo dibujar bien. – Jason se quedó observándola en silencio y sonrió mientras ella terminaba de hacerle ¿Un reloj? Sí, un reloj hecho a lapicero - ¿Qué horas quieres que coloque en tu reloj, eh? – le preguntó - ¿Las siete?- ella sonrió - Si, pondré las siete porque esa es la hora de la cena y a ti de gusta comer mucho.

-No me gusta comer mucho – replicó él y apartó la mano de las de Jane, luego se miró el dibujo. Tss, bueno, no estaba tan mal.

-Son $60.000 pesos por el anillo y el reloj.

-¿Eh? – él abrió los ojos y se mostró sorprendido, luego cambió su expresión ¿ella quería cobrarle por eso? Wao – ¿Así que 50.000? – Jason se mordió el labio divertido e igual que ella le cogió la mano de improvisto - También quiero dibujarte uno y te cobraré 100.000 ¿Qué tal?

-¿Qué? ¿Acaso estás loco?

-Creo que estoy un poco más cuerdo que tú, pero si, loco al final – le arrebató el lapicero a Jane de las manos y empezó a trazarle líneas alrededor de la muñeca, Jane lo miraba expectante pero...

-Jason, está muy raro... feo más bien ¿En verdad es un reloj? - Se miró la muñeca.

-Lo es y es fantástico – se burló - y como te dije por solo $100.000 Pesos

-¡Wa! En realidad eres un tramposo, eh, no pagaré más de $10.000 pesos por él ¿Está bien? – Jason torció la boca y ella sonrió.

-De verdad quieres estafarme ¿no?

-¿Cómo lo crees?, No – claro, esas palabras sarcásticas ya las había oído antes y no le creía - ¿Te gustan las gafas de sol, verdad? - Jason apartó la mirada ¿y ahora que? Era de noche ¿Qué tenían que ver las gafas de sol?

-Si – le respondió dudoso, con su mente... cualquier locura podía pasarle por la cabeza.

-¡Genial entonces! – Celebró - Te dibujaré unas con este lapicero – se lo quitó de las manos - y lo mejor de todo es que la llevaras todo el tiempo, Anda, ven que te las haré gratis – Ja, Ja, Ja Jason rió. ¿Una gafas de sol, con lapicero? Oh claro, eso sencillamente no pasaría nunca.

-No lo creo – le dijo en tono burlón.

-¿Ah, no? – Jane se levantó de la silla y se acercó a él amenazadora con el lapicero en la mano – yo creo que sí,  Así que acercarte, no te resistas. – Jason se rió y se rodó hasta la otra silla al verla tan cerca

-No, Jane, no lo harás porque si lo haces, yo te haré un lindo tatuaje en el cachete que no se te quitara hasta dentro de dos días, – ella frunció el ceño, divertida.

-¿Seguro? – preguntó sarcástica. Jason asintió – Pues, eso quiero verlo y teniendo en cuenta de que soy yo quién tiene el lapicero, Jason, estás perdido. – se rió ahora con malicia y se le fue encima, pero Jason fue más rápido y se levanto de la silla.

-¿De verdad pretendes jugar a esto, eh?

-¿Crees que Juego? – Jane volvió a encimársele y Jason se alejó con una sonrisa, y así, como dos niños pequeños estuvieron Jugando por varios minutos Al "corre que te alcanzó" y al "no lo harás porque soy más rápido que tu" por toda la casa, Un juego divertido en el que se olvidaron de todo lo que les ocurría, incluso de sus problemas, hasta que Jane resbaló del tercer escalón de la escalera y cayó sobre Jason quién estaba en el primero.
Todo fue repentino e inesperado, hacía un momento, ella estaba corriendo por toda la casa y al otro estaba sin quererlo, encima de él. Esto, la colocó nerviosa, Acortó su distancia a Nada y aceleró sus corazones a todo. Quizás era la suerte quién estaba detrás de Jason, pero en esa caída, sus rostros quedaron a menos de dos centímetros y Él podía sentir el cálido respiro de Jane en sus labios... ¡Maldición! Esto... lo sacaba de sí mismo, no podía resistirse a ella, y tanta fue la necesidad de un beso que sintió en ese momento que... lo hizo perder el control. Perdió el control de un modo tan increíble que se acercó rápidamente a ella para besarla sin pensar en las consecuencia que esto acarrearía, pero... ella lo detuvo y coloco con un leve movimiento el dedo entre sus labios.

-Esto... - ella comenzó a hablar con un deje de tristeza en su voz – Tu sabes que esto no está bien, Jason, no podemos – y aunque besarlo fuera lo que más deseara, ella no podía permitirlo. No podía permitirlo si lo que quería era olvidarse de él.

Jason permaneció en silencio.

Y no, no dijo nada.


***


La Luna estaba extremadamente brillante esa noche y su color azul se reflejaba en el césped del jardín que Jane y Jason miraban sentados sobre el suelo de madera de la casa con unos paquetes de papitas y jugos al lado. Jason parecía perdido en sí mismo y Jane, Estaba igual que él. Él aún No podía aceptar el hecho de que le había rechazado un beso. Y ella no podía creerse lo fuerte que había sido al rechazarlo. Realmente ella quería que la besara, pero debía olvidarse de eso. Miró a Jason quién miraba la luna y sonrió. Necesitaba alivianar el ambiente. La vibra era muy tensa.

-¿En qué piensas? – Le preguntó con un tono suave y delicado. Jason giro la cabeza para verla y sonrió con quedo

-En lo bonita que está la Luna y ¿tú?

-¿Yo? – Dijo ella con recelo - ¿Por qué debería de estar pensando en algo?

-Porque también he notado que estás muy callada. – la castaña lo miro y agarró un jugo hit de naranja. – así que ¿En qué pensabas? No creo que en la Luna.

-Yo tampoco te creí a ti y sin embargo no pregunte más. – el soltó un corto suspiro.

-Pensaba en nada, la verdad Simplemente miraba al cielo.

-Ya veo... - murmuró ella y le sonrió – Yo... bueno, yo pensaba en muchas cosas, en todos los tipos de historias que pueden haber en el mundo – Lo miró – y también todas en las clases de matrimonio que pueden existir – Jane llevó el jugo a su boca y se sintió mejor al sentir el liquido dulce bajar por su garganta – pensaba en que Hay matrimonios Felices y Matrimonios desgraciados, pensaba en que hay Matrimonios que son para siempre y matrimonios momentáneos y pensaba incluso, que Hay matrimonios como el nuestro, Jason, Matrimonios falsos. – Jane se quedó callada y extrañamente el silencio de ambos no se sintió incómodo en ese momento. Jason la miro como ido ¿a que se refería exactamente? ¿A que quería llegar con eso? – Nuestro matrimonio aunque falso – continuó ella – es un Matrimonio también, Jason, y las promesas que hagamos, son promesas reales ¿Verdad? – él sonrió silencioso

-Lo son, Jane – le respondió. La castaña respiró con alivio y tomó más jugo. – Nuestras promesas, serán promesas.

-Entonces... - agregó Jane con su voz suave mientras miraba hacía la Luna brillante y redonda - llevemos esto lo mejor posible hasta que... - se detuvo y pareció triste – llegue el día en que tengamos que separarnos ¿Vale? Intentemos hacerlo bien – Jason se movió incómodo de su lugar al escucharla y trago gordo e incluso con dificultad "Hasta que tuvieran que separarse" las palabras en su mente sonaban tan... difícil de asimilar que solo pudo sonreír falsamente. Era cierto, nada de eso era real. Y francamente no le gustaba que ella lo tuviera tan claro.

-Lo haremos bien, Jane. – miró al cielo también. No fue capáz de dirigir la mirada a ella. No se sentiría bien si lo hacía - Mientras sigamos siendo los que somos, creo que podremos llevarlo bien ya que eres Jane, la chica fuerte y yo Jason el ...

-Tonto, arrogante y orgulloso...

-¡Oye! – se quejó - Estoy halagándote ¿No deberías hacer lo mismo?

-Esos son mis halagos

-¿Qué tipo de chica eres, eh? - el torció una sonrisa en sus labios y Jane sonrió también.

-¿Qué clase de chica soy? Mmm...

-Eres Única. No eres de ninguna clase ya que eres única ¿Lo sabías, verdad? - No por favor... - pensó para sí misma – No me digas cosas así. Me lo pondrás más difícil...

-No soy única – Aludió mirando ahora el césped verde del jardín – soy rara, eso es diferente.

-Para mi "Única y rara" significan lo mismo, y no quiero que eso cambie.

-¿Por qué cambiaría? – Jane se enderezó para tener una mejor visión de Jason. Quién vale, no le quitaba los ojos de encima. 

-No lo sé, Jane – le respondió – tan solo se siempre como eres ¿Vale?

-Eres un tonto. – murmuró ella entre risas cortas – siempre seré quién soy, no tendría porque cambiar..

-Lo sé, soy un completo tonto ¿Cómo olvidarlo si siempre me lo dices?

-Tú me dices pollo todo el tiempo e incluso el otro día me llamaste Marciana ¿Qué? ¿Acaso te molesta que tome venganza?

-Mmm... Por hoy no, Jane,  Solo por hoy. 

-Vaya – se lamentó - sería bueno que siempre fueras así.

Pero ella sabía que él no se comportaría de ese modo siempre, aunque Le gustaba la idea de pensar que su comportamiento era bueno. Se dio cuenta de cuán difícil se pondría la situación de "Querer alejar los sentimientos que sentía hacía él" para ella, cuando él regresó, luego haber ido un momento a dentro de la casa, con una guitarra en sus manos.

-¿De verdad sabes tocarla? - Parecía sorprendida ¿Debía estarlo, no? Nunca había visto esa guitarra en la casa y eso que limpiaba a diario – Pensé que solo actuabas.

-Tengo varios talentos –Bromeó - ¿Qué puedo hacer? – Tan creído ¿No? Jane frunció el ceño y ni lo miró - vamos acercarte – Le dijo - quiero que escuches algo.

-¿Yo? ¿Que escuche algo?

-Sí, Jane – sonrió – Tú.



Una vez Jason empezó a tocar aquella melodía, suave y tranquila, un fuerte sentimiento se apoderó de Jane y de su mente y Ese sentimiento no era más que tristeza. La sentía por dos razones. La primera: Sus padres, los extrañaba. La segunda: Él, y para este no tenía explicación lógica. Tal vez la única que tenía era la melancolía que le entraba al pensar en que el tiempo que pasaba con él, el futuro no sería más que un triste e inolvidable recuerdo, Cómo esta noche y cómo esta melodía. 

Amor por Accidente [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora