"Fiesta" Parte 2 (Continuación)

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- Brindemos. -Dijo Jason mirando fijamente a Alan después de la confesión y se atrevió a abrazarla cálidamente frente a él. - Brindemos porque mi esposa -Recalcó la palabra- pronto escribirá un guión.
Jane se quedó estática con los brazos de Jason sobre sus hombros, sin poder moverse de la misma impresión. El perfume de la camisa de Jason era diferente ese día. Era extraño que sólo lo notara hasta ese momento. Fue un momento fugaz en el que estuvo entre sus brazos, pero fue el suficiente para que su corazón diera un vuelco dentro de su pecho y latiera a toda prisa. 
Mierda... 
Jason la soltó y notó que no solo a ella la había tomado desprevenida aquel acto imprudente, Alice la estaba mirando con los ojos bien abiertos, tal vez gritándole mentalmente toda clase de insultos y Alan… Volteó a verlo detenidamente y frunció los labios intentando darle una explicación con sus ojos, aunque después de unos minutos se dio cuenta de que no era necesario. Él estaba sereno, tan calmado como un río al amanecer y no mostraba rasgos de rabia por ninguna parte. ¿Cómo podía? ¿Se controlaba? Jane Recordó perfectamente que le había dicho que Jason lo hacía perder el control.
De repente, todo seguía poniéndose peor.
Ronald se acercó a ella y también la abrazó. Otro abrazo que no se esperaba.
-Felicidades, cuñada – Le dijo – Ya que Jason es como mi hermano ¿Te puedo decir así, verdad? – ella sonrió de mentiras. ¿Cuñada? ¿En serio?
-La verdad es que... 
-Y pensar que yo siempre imaginé que Jason terminaría con Alice - agregó, anexando sin saberlo más leña al fuego entre los cuatro. Ronald miró a Alice sonriendo al mismo tiempo en que Jane sentía un puntazo en el corazón. Golpe bajo. Imprudente. 
-Todos pensamos eso – agregó Alan con sarcasmo, dándole a Jason una mirada que hacía más que un golpe en la cara – Pero ya ves como es la vida, te da sorpresas, te pone en frente a las personas equivocadas.
-¿Disculpa? – Balbuceó Jason - ¿Quieres decirme algo?
- Nada – Se rió.

¿Acaso se estaba burlando de él?
Si aquello fuera un campo de batalla, seguramente el pelinegro y él serían los capitanes de los bandos a enfrentarse puesto que más que unas inofensivas palabras, aquellas parecían balas con blanco directo a la cabeza las que se lanzaban, y cada mirada era el “Aprieta el gatillo” de cada uno.
Inclúso Alice lo notó. Notaba como los dos chicos que de uno u otro modo significaban algo para ella estaban entrando en guerra silenciosa. 
Una guerra que tenía causante. Que tenía un nombre, y que era de lo más estúpido. 
-¿Y sobre que es el guión? – Preguntó Alice a Alan, con la intención de cambiar aquel rumbo que estaba tomando la pequeña reunión. Con el rumbo de dejar a Jane fuera por un momento. Alan volteó a verla - ¿Sobre qué tratara el guión que Jane escribirá?
Alice no se detuvo a dejar su atención en Alan y la dirigió directamente a la castaña, quién creía que ese era el peor momento para preguntar. Su mente estaba más ocupada pensando una forma lógica de escaparse de la situación y traerse consigo a Alan, a quién le había notado su fachada de “No me importa lo que Jason diga” Que decir sobre que iba a escribir. 
-Pues… - Murmuró.
- Es un secreto - Se le adelantó el pelinegro con una sonrisa cómplice y la miró – entre la escritora y yo.
Otro mensaje subliminal que insinuaba una relación entre ambos.
¡Jodida! Jason sintió otro golpe bajo que dolió el doble del primero y tragó gordo. Esta vez no fue a causa de lo que Alan había dicho. En este caso, la sonrisa que Jane dio a él pelinegro, lo desarmó.
Estaba perdiendo.
-Seguramente es sobre una chica que siempre está insultando a los demás con palabras como “Idiota, estúpido, egocéntrico y ogro” ¿Verdad? – Dijo. Sus palabras fueron directas, frías y cortantes, con la sola intención de que nadie más que ella las entendiera – De una chica tonta que le gusta discutir y llevar la contraria ¿Me equívoco? - La miró fijamente. Una sola cosa había cambiado en él, a pesar de que las palabras estaban cargadas de ironía, él no había sonreído - ¿No es sobre eso, Jane? – puntualizó, pero ya era muy tarde para retirar ese tono de enfado que había mostrado su voz.
-¿Qué te pasa, Jason? – Interrumpió Alan - ¿Por qué le hablas así?
-Oh, esto – se rió, con un brillo sarcástico en la mirada - es un juego de palabras, ya sabes, un secreto entre Jane y yo.
Jane lo miró al instante y frunció el ceño, molesta. Una cosa era aguantarse a Jason, otra, que esos dos estuvieran prácticamente tirándose las puyas en su cara, diluyendo testosterona por medio del sudor ¿Qué le pasaba a ese idiota de Jason? ¿Acaso… podía ser tan cínico? Tenía que decir cosas sin sentido como esas ¡Que mierda! 
Le dio una mirada floja, que asesinaba a cualquiera que estuviera en su paso y con una leve fuerza, golpeó el pecho de él con la copa que tenía en la mano.
Si un defecto tenía la castaña era no poder ocultar cuando estaba molesta. Y lo estaba.
-Voy al baño – Anunció en tono frío, dejando entrever su enfado y después de mirar a Jason una vez más, al cabo de unos segundos su figura se perdió entre las personas.
-Esto es increíble, Jason - Se escuchó la voz de Alice una vez Jane se había ido. Él reaccionó al escucharla y supo que la había cagado. Se había olvidado completamente de ella, esto lo hacía un desgraciado. ¿Qué le pasaba? ¡Qué pasaba con él diablos! Alice lo miró brillando en ella un aire de decepción, ni siquiera podía sentirse molesta, porque no estaba enojada, lo que sentía era un poquito de dolor. Había sido demasiado visible. Demasiado evidente, Después de semejante escenita ¿Le podía negar que no sintiera nada por la castaña? Lo miró con los cristalizados unos segundos y luego, entregándole la copa a Ronald, se perdió entre la multitud también. Estaba completamente desconcertada. 
-¡Alice! – La llamó Jason – espera….
-¡Ve tras ella! – le dijo Alan - ¿Qué haces que no te decides de una buena vez?
-¡Hey! ¡Chicos! Calma – Ronald los miró a ambos y aunque no estaban tan cerca el uno del otro, se puso en medio de ambos para evitar, por si acaso. No sabía que pasaba exactamente, pero sentía la conexión eléctrica que se creaba entre esos dos con el pasar de los minutos. Era fácil percibirla, e iba en un aumento increíblemente acelerado.
-Tal vez sería bueno que me dejarás hablar a solas con Alan – Pidió Jason, sin mirarlo, con una frialdad profundad en su voz – Te pediré de favor que busques a Alice
-Jason… - murmuró Ronald poco convencido
-No va a pasar nada aquí – Aseguró y dirigió su mirada hacía él con una sonrisa falsa – Hazme ese favor, ve tras Alice
Ronald suspiró resignado y decidió confiar en Jason. 
-Está bien – Dijo y se perdió en la multitud.

Amor por Accidente [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora