Encuentros Hirientes

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Jane tenía los brazos cruzados, disimulando, lo que no era nada fácil, lo mucho que la jodía ver a Jason y Marie actuar la escena 10 de la película. Esa donde Jason y Jamie, ya en la luna de miel, se peleaban por la cama. No sabía si era por lo que recién había ocurrido con Jason que se sentía tan perturbada o porque no podía soportar ver a Jason tan cerca de la chica después de su actitud tan fría frente a ella, lo que fuera, la cabreaba. Sentía que lo odiaba por ser tan tonto. Aunque también sabía que era mentira. Lo quería con toda y su idiotéz. Hizo de sus labios una línea y miró a Ronald que estaba a unos cuantos metros de ella mirando divertido la actuación de Jason. Él sobre Marie, pasándole la mano a lado y lado de la cara y con los labios a escasos centímetros de los de ella. A punto de besarla y con el pecho desnudo. Lo que más le irritaba era que ella solo tenía que observarlo y sentir su fría mirada a momentos. 

-No debiste haber venido - La voz de Alan la cogió desprevenida. No notó en qué momento se le acercó – No te ves muy bien. – el ojos negros tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón. 

-Estoy bien. – le respondió.

-Mentirosa.

-Alan… por favor

-¿Y ya se lo has dicho? - La castaña se quedó callada y bajó la mirada. Esa pregunta no se la esperaba. Responderle a Alan con la verdad en ese momento sería darle la razón en todo lo que él había dicho de Jason en el hospital << “Sigues sin conocerlo” >> Recordó con Amargura y enseguida dejó atrás la frase. 

-Aun no. – mintió.
Él la miró de reojo.

-Sabes que estoy aquí ¿Verdad? Y que te quiero.

-Todo va a estar bien conmigo, Alan, y por favor, no me digas que me quieres.

Jane volvió la vista a Jason y se encontró de nuevo con esos ojos mieles impasibles, examinándola. Se sentía como hundirse en agua congelada cada vez que esa indiferencia iba toda contra ella. Esos ojos que la miraban molestos.

-¡Creo que eso estuvo perfecto! – Habló Ronald. Y Jason le apartó los ojos al tiro, rompiendo aquel detestable campo visual. Jane tragó gordo y vio como Marie se levantaba de la cama y él le daba la mano para ayudarla volviendo a mostrarse divertido – Hagamos un intento más de la escena 4 – Continuó Ronald - Y luego ¡Todos a festejar que pasado mañana se empezará la grabación oficial de la película!
Los aplausos por parte de los actores de reparto no se hicieron esperar, y todos, incluyendo a la chica que había llegado para hacer el rol de “Annie Ford” en la película, se mostraron frenéticos. Como si eso fuera lo que necesitaban para empezar con el trabajo en serio.
Jane se miró los pies y trató se fingir una sonrisa. Lo cierto es que es estaba intranquila, y asustada.

***

Jason distraído, miraba por la ventana de su cuarto en el nuevo apartamento mientras el leve ruido prominente de las plantas bajas se colaba por la puerta de su habitación que estaba abierta. Las prácticas habían terminado alrededor de dos horas y todos los del elenco estaban escandalizados, inquietos y preaparandose a sí mismos para irse a celebrar. Ronald lo había dicho y se lo habían tomado muy en serio. Esperaban verse en un pequeño bar ubicado en el centro de la ciudad para tomar tomar, bailar y disfrutar un poco, ya que de todas formas, el siguiente día era domingo y el lunes todo estaría sobre ruedas. Tenían que aprovechar esa oportunidad. Aunque todos estaban enérgicos, él no se sentía motivado a salir. Y hubiera preferido no ir, pero no le iba a dar el gusto a Jane. Y aunque le dijeran masoquista e imbécil rayando a lo idiota, en ese momento, y en todos los otros, no podía dejar de pensar en ella. Ni en su cara, ni en sus ojos, ni en su voz. No entendía porque ella trataba de hacerse la víctima, la ignorada que necesitaba verlo, cuando él ya la había visto con Alan. 
¡Y como lo miraba a él! La muy descarada lo miraba de ese modo tan profundo y suplicante durante las prácticas, que bien pudo hacerlo derretir o desfallecer si no tuviera tanta fuerza de voluntad. Claro, lo miraba de un modo tan atrevido aun cuando tenía a Alan a su lado.
¡Que dolor de cabeza era recordarla! ¿Acaso esa era realmente su manera de ser? Negando con la cabeza y fastidiado consigo mismo por seguir con el mismo cassete rayado en su memoria sobre Jane y él y todo lo que en su momento lo enamoró de ella, se dirigió al intento de closet en el que había tirado la ropa que había llevado para ese viaje desde Alemania y de allí tomó una camisa blanca y un abrigo negro que había decidido ponerse esa noche, solamente estaba usando unos jeans negros en ese momento así que el torso desnudo estaba aire libre le hizo percibir un poco del frio de la noche. Se sentía tan vivo como el frio que estaba dentro de él. Volvía a ser el mismo de siempre, el que no dejaba acercar a todo el mundo. Y podía culparla a ella. Por haberle hecho mierda el corazón. Se colocó la camisa dejando los botones del pecho entreabiertos y se puso el abrigo encima, luego se pasó las manos por el cabello rubio despeinado y dejó que su imagen se reflejara en el espejo. Tenía ojeras marcadas bajó sus ojos, pero agradeció no verse tan jodido como se sentía. Se apartó del espejo casi al mismo tiempo en que su celular empezó a sonar. Dudo en contestar, hasta que vio el identificador de llamadas.
Era Alice. Y no era una llamada. Era un mensaje
<<¿Qué vas hacer esta noche?>>
Leyó mentalmente a lo que respondió.
<<Voy al Nightfall bar ¿Por qué?>>
A los pocos minutos recibió respuesta.
<<Quiero hablar contigo, estoy muy preocupada por cómo te dejé la última vez>>
-<<¿Nos vemos en el bar?>>
<<Vale>>

Amor por Accidente [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora