El fin de semana por fin había llegado, Jungkook dormía plácidamente bajo las mantas, perdido en un profundo sueño. Realmente perdido, su mente lo transporto a una época distinta, el pelinegro no terminaba de comprender donde se encontraba y por qué volvía a toparse con aquel hermoso castaño de celestial sonrisa.- Jungkook - escucho como la dulce voz del castaño lo llamaba por su nombre, observándolo con preocupación - Jungkookie, estas pálido. Seguro te encuentras bien? - de nuevo... Nuevamente aquel apodo; aquel por el que nunca fue llamado antes, sin embargo, lo sentía tan familiar viniendo de él..
¿Él? ¿Quién es él?
- Estas muy distraído hoy, tu padre ha vuelto a decirte algo feo? - el azabache negó suavizando el ceño fruncido del contrario. Su padre llevaba dieciocho años muerto dudaba que pudiera ofenderlo.
Los oscuros ojos del de piel lechosa se fijaron en los movimientos del chico de bonita sonrisa, observando algo embelesado sus carismáticas facciones, tan cercanas, tan hermosas, quien era él y por qué no dejaba de aparecerse en sus sueños.
-¿Quién eres?
-Jungkookie, ¿Quieres tostadas con tu té?- pareció no haberlo escuchado mientras servía en la taza un líquido amarillento con olor frutal - Manzanilla, tu preferido. - la puso delante suyo.
¿Cómo era posible que no lo hubiese escuchado estando en frente?
A diferencia de sus últimos malos sueños, en los que el cuerpo sin vida del contrario yacía desangrado sobre una vieja carretera de piedra, este parecía mas pacifico. Desarrollado en una antigua casa con estilo victoriano, papel llamativo en las paredes, un viejo sofá de aspecto barato pero bien cuidado. Encontrándose en una pequeña cocina con artilugios que podría apreciar en un museo, conversando con el de hebras castañas en calma, sin sangre...
A pesar de el carácter tranquilo del sueño, no se sentía menos doloroso. Era como si ver las mejillas descoloridas de aquel cadáver tomar un color mas vivos, y observar el brillo de sus ojos avellana, solo lo lastimaran mas. Causándole un fuerte dolor en el pecho aun más fuerte cuando los ojos preocupados y el cariño que le dedicaba este desconocido. Magullando y enterneciendo su corazón, un sentimiento extraño lo hizo llorar, cubriendo su rostro.
-No llores, Jungkookie.- escuchó decir en lo que sintió muy lejano - Nos veremos en la próxima. - escucho casi como un susurró antes de despertar.
Sus oscuros ojos humedecidos se abrieron, era la quinta vez que soñaba con ese chico; quinta vez que despertaba llorando, con ese horroroso dolor en su corazón. Aún absorto en las palabras de su sueño, se dirigió al único aseo del departamento, agradecido de que Namjoon hubiese tenido practica de boxeo hasta tarde y no pudiera verlo en esas condiciones, el mayor siempre madrugaba para salir a correr.
Un persistente cosquilleo se formo en su nuca, ignorándolo como toda la semana comenzó a fregar su rostro con agua helada. Llevaba días insistiéndole al pálido atractivo para que dejara de seguirlo, el y su novio muerto, sin resultado claro.
- Entiendo que los espectros no tenéis nada que hacer en vuestro limbo o lo que sea- comento ya no soportando más sentir una mirada sin saber de donde, observo su rostro en el espejo - ¿Pero no te cansa rondarme todo el día?
Jungkook se asustó al observar como el grifo se abría solo, sacando agua casi hirviendo, empañando el espejo a su paso. Apartándose con piel hecha gallina al observar un "Sí." escrito sobre la bruma del espejo.
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Connected to you [YM]
Fanfiction-¿Como sabes que funcionará? Y si no es suficiente. -Lo será, no permitiré que nada nos vuelva a separar. -¿Lo prometes? -Siempre. -reconoció sin un ápice de duda, sabiendo que se enfrentaría al mismo infierno si así, por fin, podían estar juntos...