Connected to you [YM]

Capitulo 21

Una melodía triste se creaba a través de las cuerdas del piano, reflejando el disgusto en el corazón de su creador; manos grandes, dedos finos y delgados tanteaban cada nota, con fuerza, tratando de que la persona a la que iba dedicada escuchara su pena.

— Bonita, pero te deja cierto robusto amargo en el pecho. — la suave voz femenina de su cuñada habló a su espalda.

— Entonces, es perfecta. —expresó.

Las notas representaban el remolino de emociones que sentía en su interior, doloroso pero no prescindiría de ese dolor, si así viniera acompañado de su causante.

— ¿Peleaste con tu amorcito? — inquirió sorprendiendo al pelinegro.

— ¿Cómo...? — no quiso terminar su pregunta por miedo.

La castaña no haría comentarios acerca de las relaciones amorosas, prestando algo de atención, los intereses románticos de su joven cuñado ya estaban claro. Para ella resultaba algo extraño, a pesar de lo que le habían inculcado desde su nacimiento, jamas juzgaría o rechazaría a Yoongi por ser diferente. Lo amaba demasiado como para atreverse a hacer eso.

— Nunca se te ha dado bien expresarte, pero esto —picoteo la partitura con su dedo— la melodía te cuenta una historia sola.

— ¿Que quieres que te diga? Soy una mente maestra, cuñada — trato de sonar burlón, pero solo logro sonar bajoneado.

— ¿Y bien? —alzó una ceja— ¿Qué has hecho?

— Hemos discutido, bueno, o eso creo... —gimoteó frustrado.

Era complicado.

— ¿Pelearon?

— Uh, más bien, fue un golpe de realidad. — tironeo sus hebras azabache.

— Tengo claro que no me lo explicarás por mucho que te pregunte. —asintió, ella suspiró — ¿Qué piensas hacer? —inquirió.

— No se. — lloriqueo.

— Tienes que arreglarlo, hablarlo y solucionarlo. — expresó.

Pero el pelinegro solo apoyó la cabeza contra las teclas, provocando un fuerte sonido. No tenia ni la más mínima idea de que hacer.

— ¿Por qué todo es tan difícil? — lloriqueo más fuerte — Yo era más feliz cuando no tenia que pensar tanto en cosas importantes. — pataleó como una criatura pequeña.

— Yoon, cuando quieres algo, debes dejar los temores y apostarlo todo. No se que ocurrió, —toco su hombro maternal, alejándose— pero deja las dudas a un lado. Tienes carácter, sácalo y haz lo que te plazca como siempre haces. De lo contrario pasarás toda la vida junto a alguien que no quieres.

— Es riesgoso. — mordió su labio.

— Las grandes acciones siempre lo son.— objeto.

Retirándose de la sala y dejando a un perdido joven, con muchos pensamientos en la cabeza. Retomando su melodía, el amargo sabor se reinstauro en sus papilas, sus dedos volviendo a moverse sobre las teclas sin control.

La mente transportándose al momento en específico, casi como si pudiera escuchar los relinches a través de la pared, el olor a madera y los ojos avellana amarillento llenos de agua.

— Mi hermano... —suspiró— Sospecha de lo nuestro.

Alzando su cabeza por encima de la de su amante, acarició con cariño los suaves cachetes del rostro apoyado sobre sus piernas.