1607 - Región de Daegu, Corea del SurEntre el calor de sus cobijas un fuerte sonido de golpes en su puerta irrumpieron en sus dulces sueños, obligándolo a dejarlo ir todo y levantarse. Algo malhumorado por tener que abandonar ese bonito sueño en el que bailaba sobre un gran prado verde mientras la dulce melodía era interpretada por unos dulces ojos felinos que lo observaban, el rubio corrió la vieja prenda larga llena de polvo, dejando así pasar la luz del reciente día.
Turno matutino, odiaba madrugar, definitivamente.
— Tú aún no estás despierto del todo, ¿por qué yo tengo que estarlo? — se quejó, hablando con la pequeña bola de luz que asomaba entre las montañas lejanas.
— Auch! Me has pisado. — chilló una carrasposa voz.
Bajando la mirada al frío suelo vio en un amasijo de ropas y una gran forma bajo estas.
— Uh, hermano, lo siento —se disculpó hacía el chico— Te avise que no debías poner tu futón Tatami tan cerca de la ventana. — reprochó.
— Me da ansiedad dormir tan cerca de la puerta — repitió — Apaga esa luz hyung, es muy temprano aún.— cubrió su cabeza con la manta de oveja negra.
— Claro, ahora mismo soplo y apago la llama del sol un ratito para que puedas dormir bien. — comentó sarcástico.
— No te olvides de encenderla más tarde. — se acomodó adormilado, solo dejando ver sus hebras oscuras entre las sábanas.
Acercándose retiro las ropas de cama, causando el cuerpo chocara con el frío ambiental matutino típico de las afueras de Daegu. Pasando sobre el, le aventó la ropa antes de abrir la puerta.
—Tanta maldad en un cuerpo tan pequeño, Jiminnie. — lloriqueó.
— Voy bajando a cocina, en diez minutos te quiero abajo, si no estas, da por seguro que subiré por ti. — ordenó como todo un hermano mayor responsable.
El cambio de temperatura aumentaba en cuanto pasabas el umbral de la zona de servidumbre a la parte más cercana a la cocina principal. Disfrutando de la calidez abrazando su cuerpo , el adormilado rubio siguió los sonidos de cazuelas y lo que suponía eran alimentos siendo cortados.
Cinco empleados ya estaban en el interior de la cocina preparando lo inicial para el desayuno y comida del día para la familia Min, entre estas personas, la dulce señora Kim. Esta le regalo una sonrisa amable, mientras lo invitaba a sentarse con un vaso de leche caliente y galletas.
— Desayuna, Jimin, en breve tendrás que ponerte a cocinar junto a nosotros y después acompañar los platos hasta sus dueños. — asintiendo con profundidad en señal de agradecimiento, tomo el vaso — No hables con la boca llena. — regañó cuando el rubio trató de balbucear.
Tragando sin suavidad alguna y ganándose muchos reproches por parte de la mujer mayor ante el por casi ahogarse, devoró todas las galletas hambriento.
— Madrugar me da hambre. — se disculpó.
— ¿Y tu hermano? — pregunto al no ver al castaño pegado a él como era costumbre.
— Madrugar le da sueño. — explicó.
— Si se duerme en su turno matutino otra vez, el señor lo reprenderá con severidad. — aviso hechando huevos en el interior de un bol de cristal.
— No se dormirá, ya lo desperté, en breves estará quejándose por aquí abajo.
— Le toca preparar la mesa junto a EunWoo, al señor Min me agrada el aire puro a primera hora. — recordó esta, Jimin asintió, habían aclarado las tareas la noche anterior para no entorpecer a los demás.
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Connected to you [YM]
Fanfiction-¿Como sabes que funcionará? Y si no es suficiente. -Lo será, no permitiré que nada nos vuelva a separar. -¿Lo prometes? -Siempre. -reconoció sin un ápice de duda, sabiendo que se enfrentaría al mismo infierno si así, por fin, podían estar juntos...