Capítulo 13

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1607 - Región de Daegu, Corea del Sur.


En los jardines principales, la brisa matutina se mezclaba con las primeras horas de sol, aportando un tipo de claridad más relajante al ambiente en el desayuno. Sobre una delicada mesa metálica, con formas romboides en sus patas, se encontraban una variedad de platos en abundancia. Todos con la finalidad de que los miembros principales de la familia pudieran degustarlo hasta reventar en exceso, lastimosamente, no habían contado con un joven quinceañero de hebras azabache, el cual sin pudor alguno, estaba arrasando a su paso con todos estos platillos.

— Maldita sea, Woozi. —regaño — Como puedes ser tan tragón, te has comido todo el arroz. — resoplo frustrado, posando sus ojos gatunos sobre el cuenco vacío.

— Hyun ta..-da muco ee..depeta..te —intentó pronunciar con la boca llena.

— No entiendo nada, traga primero bestia — reprochó cuando pedazos de arroz cayeron cerca suyo — Todas las mañanas lo mismo. — resopló.

— No le eches la culpa, esta en edad de crecimiento aun — defendió el mayor en la punta, tomando su café — Si quieres arroz, despiértate antes.

— Todavía te pondrás de su lado — lució ofendido — Siempre acaba con todo en la mesa, no mastica, solo traga. Un cerdo en la pocilga, tiene más cuidado al tragar. — el menor lo observo mal.

— Un cerdo en la pocilga también huele mejor que usted, hyung. — mintió el menor, en realidad su hyung se duchaba regularmente y por algún motivo olía a agua de lavanda. Un perfume poco común para la época. Pero últimamente, Yoongi se había mostrado muy obsesivo con lucir pulcro, atractivo, entonces sabía que le molestaría el comentario.

— ¿Qué? — comenzó a olerse como un loco — Oigan ¿Verdad huelo feo? — entro en pánico dándose aire — Me va a dar algo. — lloriqueó.

— Te esta molestando Yoongi, no lo escuches. — afirmó la única mujer en la mesa — Tu olor es impoluto, como siempre. — expreso cariñosamente la castaña tomando la mano de Seokjin.

— Que susto, por amor de dios — respiro aliviado — Ósea, me gusta estar presentable — se defendió ante la mirada extrañada de su hermano mayor — Y tu, pequeño desvergonzado...— desvió la vista al pelinegro que sonreía ladino, y le pellizco.

— ¡Hyung! — chilló, golpeándolo con un pedazo de pan.

Una infantil discusión en la que trozos de pan volaron por el jardín dio comienzo por breves segundos, todo hasta que Seokjin se agoto del estruendo y se levanto agarrando a ambos por sus orejas. — Basta ya los dos, compórtense. — saco la barra de pan blanda y golpeo levemente sus cabezas.

— Veo que las malas mañas se heredan. — se burló Hwasa viendo la adorable escena familiar — Hacéis que extrañe a mis hermanas. — comentó nostálgica.

— Oh, mi amor — tomo su mano — desde el cumpleaños de tu madre no las ves, quieres ir a visitarlas, enviare una carta de inmediato para reunirnos. Solo si lo pides. — acarició el dorso de su mano, observándola fija a los ojos.

— ¿Alguna vez te hablo así de bonito, hyung? — preguntó el menor con gracia.

— De hecho, no quiero presumir pero el otro día me aventó un zapato a la cabeza enfadado, y luego me pidió perdón. — presumió.

— Oh, no puede ser. — exageró aplaudiendo — sorprendente.

— Muchachos irrespetuosos. — murmuró irritado — Que habré hecho mal para tener que aguantarlos — se quejó en alto — Y tu! Deja de pegarle tus malos hábitos, — señalo a Yoongi — a ti ya es imposible salvarte, pero Woozi aun puede solucionarse.

Connected to you [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora