Connected to you [YM]

Capítulo 26

Personas pasaban conversando en un perfecto inglés cerrado, sin sorprenderse en absoluto, Jungkook entendía cada palabra como su lengua materna. De fondo, el sonido que el menor identificaría con facilidad como un caballo portando un majestuoso carruaje de gente adinerada por la carretera de piedra.

Algo exhausto; más, sin miedo alguno. Manteniendo sus ojos aún cerrados, disfruto de lo que sentía, como los rayos solares chocando con su piel lechosa. Ya sabía que había regresado, su mente ya acostumbrada al entorno familiar. Era como regresar de un largo viaje, tardas en acostumbrarte al volver a tu hogar...

"He vuelto."

Soltó una leve risita procesándolo, lo pensó con demasiada comodidad. Había nacido y muerto ahí.  Entonces a pesar del dolor provocado por los recuerdos, era lógico sentirse tranquilo en un entorno tan conocido para su mente más profunda.

— Oh, por fin algo de sol. Hacía días que no se dejaba ver. — una voz ya conocida lo tomo por sorpresa.

Abriendo los ojos como platos, observó al alto chico sonreírle dejando ver esos dos huequitos  en ambas mejillas. Trago en seco, limitándose a asentir.

— Lastimosamente, tengo que trabajar. — se quejó — No podré disfrutar el día con vosotros, Jungkookie.

El menor volvió a asentir, aún sin saber cómo reaccionar, ERA NAMJOON. Con el cabello sin teñir, y algo más delgado pero era su Namjoon. Hasta ahora había tenido muchos sueños pero aún su acanelado amigo no estaba presente en ninguno, eso no podía detonar nada bueno...

Obligándose a respirar hondo, trato de no entrar en pánico. Sabiendo que cuanto antes avanzara el recuerdo, antes terminaría la pesadilla. Y antes regresaría al presente.

— Que pena, hyung. — respondió sin pensar.

Conectando su motor automático, se unió al sueño en uno solo. Dejando a su boca responder sin si quiera saber en que estaba, como en una tercera persona, veía todo sin opinar y actuaba al mismo tiempo dejando el recuerdo fluir con el de intermediario.
Aunque no tuviera ni idea de donde o con quien hablaba, cuando abría la boca, esta respondía con exactitud.

— Uh, se te nota lo afligido en la voz. — viró los ojos, haciendo reír al menor — Mira, quien se asoma.

Alzando la vista, un sonriente chico de cabellera oscura los saludaba enérgicamente. Jungkook esbozó una sonrisa ante la bonita imagen, pero pasó desapercibido para el como el chico a su costado sonreía de la misma forma.

— Muy buenos días amistades. — llegó frente a estos.

— Que buen humor tan temprano, claro como no tienes que trabajar hoy. — respondió el mayor.

— Hola hyung, te ves radiante. — lo observó de arriba abajo— Que pereza. — bostezo.

Arreglando sus hebras chocolate hacia atrás, giro su rostro estirando su palma abierta hacia delante.

— Pueden dirigirse a mi mano derecha, si van a estar de envidiosos. — la puso en sus caras.

— Si me dieran un penique por cada vez que nos envía a hablar con su mano, podría fundar mi propia empresa, comprar mi propia casa, un coche nuevo... — comenzó a enumerar el mayor, haciendo reír a Jungkook.

— Cuando lo logres me guardas una habitación para mi. — burló el menor.

— Por supuesto, piso de solteros. — le guiño un ojo.

— Solo nosotros, dos y nadie más. — chocaron puños.

Retirando su mano, un descontento rostro hacia un mohín en su dirección.