Capítulo 25

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— Escoge bien a quien llamarás Kim, — le informó el oficial — Ya sabes, chico, solo tienes una llamada disponible.

— Gracias, Jerry. — asintió este — Terminaré enseguida.

Con una mueca de tristeza por volverlo a ver en ese lugar, el uniformado hombre extranjero se alejó un poco,dándole algo de privacidad. Acto inadmisible para otro detenido, pero era Taehyung, había confianza.

El joven de piel tostada acostumbraba a meterse en problemas frente a la discoteca, y a sus progenitores les importaba bastante poco lo que le ocurriera. Por lo que era común que el menor pasará fines de semana en comisaría.

— ¿Hola? — la voz desconcertada su hyung lo atendió.

— Hola hyungie...

El tono de normal carrasposo y grave, sonó de forma muy empalagosa, encendiendo las alarmas del mayor de cabello ahora teñido a beige claro. Más al haber reconocido el prefijo de la llamada.

— Por favor, dime que te han robado y por eso llamas desde comisaría. — suplicó.

— Eh... — pronunció nervioso.

— Tae.— inquirió.

— Estoy preso.—soltó.

Durante segundos, hubo murmullos al otro lado de la línea, de lo que parecían ofensas hacía la joven persona de piel tostada, y rezos a Dios para obtener más paciencia.

— ¡Kim Taehyung! — chilló, importándole poco llamar la atención a su al rededor.

— Lo siento. — se disculpó.

— ¿Qué has hecho? — suspiró exhausto.

— Pegarle un botellazo a uno en la cabeza, pero — trató de defenderse— Al otro solo le golpe...

— Necesito sentarme... — sentía que comenzaba a bajársele la presión.

— Tampoco me arrepiento. — expresó.

— Tú sal, yo la necesito más.— dijo hechando su compañera para robarle la silla.

— Hobi-hyung... — se apresuró a explicarse— Escucha, eran dos, acosando a una chica de una edad similar a la mía.

Apelando al lado más piadoso y dulce de Hoseok, su gran corazón. Sabía que este tenía una fijación por ayudar a los que estaban en desventaja física. Por ello, tenía al joven castaño consigo, pero a que precio...

—No dices siempre que es injusto meterse con alguien que no podrá defenderse.

— Esto no va a librarte del castigó. — afirmó.

Taehyung pudo soltar el aire que tenía retenido en el pecho, se había salvado. Temía que hubiera agotado ya toda paciencia en su persona y que lo sacara a patadas de su casa.

— Completamente justificado. — asintió.

— Mi guardia termina a las 06:30 de la mañana, iré por ti en cuanto salga. — suspiró — Compórtate por mientras.

— No es como que pueda terminar peor de lo que ya estoy.

— Esto no es gracioso.— se quejó— Solo quédate quieto. — ordenó,despidiéndose.

Regresando a aquel conjunto de habitaciones enrejadas, el castaño se relajo un poco sabiendo que en unas horas vendrían por el. Aunque debería estar mordiendo sus uñas temeroso por el castigó que recibiría después de el lío que armó, su mente se encontraba en otro lugar. Concentrado, con la vista perdida en el enorme paredón gris piedra, perdido en un bonito rostro de ojos grandes y estrellados. Su cabeza recordando la bonita sonrisa que portaba esa noche, y al paliducho de cabello algo largo azabache, al que esta iba dirigida. Pequeñas punzadas atravesaban su corazón como agujas, un suspiro lastimero salió de sus labios.

Connected to you [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora