Como cada día, el sol se alzaba en el horizonte como de costumbre, mientras sus primeros rayos dorados acariciaban a Magnolia. En ese momento, dos jóvenes magas, Erza y Wendy, se dirigían hacia algún lugar específico.
Erza: Wendy, no tenías por qué acompañarme. Podría haber ido a recoger a Juvia y Angel yo sola. *Lo dijo con calma*
Wendy: No te preocupes, Erza-san. También vine por asuntos relacionados con el entrenamiento. *Su tono denotaba emoción, recordando las palabras de Samuel*
Erza solo observo a Wendy con curiosidad, pero no le dio mucha importancia en ese momento. Sin embargo, reflexionó sobre cuánto había cambiado Juvia desde la llegada de su hermano menor.
Erza: De acuerdo, Wendy. Aunque es extraño que Juvia no haya llegado al gremio todavía. Por lo general, es de las primeras en llegar.
Wendy: Tal vez sea por Angel-san. No sé cómo se siente tener un hermano, pero supongo que es algo agradable para Juvia-san.
Después de un rato, las dos magas se encontraron frente a la casa de los Lockser y tocaron la puerta. Inmediatamente, Samuel, el Exceed, apareció en la puerta, vistiendo una bata.
Samuel: ¿En qué puedo ayudarles, señoritas? Preguntó con cortesía.
Erza: Venimos a buscar a Juvia y Angel para ir a entrenar en la playa.
Samuel: Lamento decirles que ya se fueron hace unas dos horas.
Wendy: Samuel-san ¿dónde se han ido Juvia-san y Angel?
Samuel: *Dio una pequeña sonrisa* Están en una misión, aprovechando un tiempo de hermanos.
Erza: Entendido, muchas gracias, Samuel. Por cierto, ¿tú no piensas entrenar para los Juegos Mágicos?
Samuel: En realidad, no estoy muy interesado. Eso es más para mi compañero. Tengo mucho trabajo pendiente ahora que la señorita Juvia y mi amigo no están disponibles.
Erza: De acuerdo, Wendy, vamos a reunirnos con los demás. *Notó que Wendy no se movía y parecía un poco nerviosa* ¿Qué sucede, Wendy?
Wendy: Bueno, es que... Sé que Samuel-san tiene muchas responsabilidades, pero me preguntaba si podría ayudarme en mi entrenamiento, por favor.
Ante las palabras de la Dragon Slayer, el exceed estaba a escasos instantes de rechazar la petición, sin embargo; al ver a la chica, ver la determinación que expreso su rostro, en la mente de Samuel se vino una imagen del pasado.
La imagen era de un niño con varias heridas leves en el rostro que mostraba determinación. Al recordarlo Samuel dio una leve expresión de sorpresa.
Samuel: De acuerdo, solo deja alistarme * Respondió con seriedad para después quitarse la bata*
Wendy: Muchas gracias Samuel-san. *Comento con alegría acompañada de una sonrisa*
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