En el capítulo anterior, incluso en medio de la incertidumbre que rodeaba la posible presencia de Heart, Angel logró sumergirse en la dicha de una cena junto a su familia y amigos más cercanos. La ocasión, que para él era sumamente especial, transcurría entre risas y conversaciones animadas, creando un ambiente de calidez que contrastaba con la sombra de la amenaza que acechaba en las sombras.
Sin embargo, la trama tomó un giro inesperado y oscuro. Un plan meticulosamente orquestado por Heart se puso en marcha, atrapando a Angel en una trampa sutil a través de su mejor amiga, Wendy Marvell, y Charles, creando una red de engaños que dejó a Angel vulnerable y sin escapatoria.
Ahora, Angel y Heart se hallaban cara a cara en un enfrentamiento que trascendía lo físico. La mirada de Angel reflejaba determinación y seriedad, una expresión que denotaba su preparación para la acción inminente. A pesar de la sorpresa y el desconcierto, Angel canalizaba su energía hacia una resolución férrea, dispuesto a enfrentar lo que sea que Heart tuviera preparado para él.
Por otro lado, la mirada de Heart contrastaba con la aparente tranquilidad que mostraba. Aunque sus ojos destilaban calma, su presencia emanaba una clara sed de sangre y agresividad latente. Era como si estuviera imbuido de una oscura determinación, alimentada por un propósito oculto que solo él conocía.
El silencio se había vuelto denso, casi tangible, entre las figuras de Angel y Heart, cuyas miradas se entrelazaban en un duelo silencioso de voluntades. Fue Angel quien rompió la quietud, su voz resonando con una seriedad que cortaba el aire cargado de tensión.
Angel: ¿Por qué?
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La pregunta, simple en su formulación, pero cargada de significado, se deslizó de los labios de Angel, flotando en el aire como un desafío implícito hacia su enemigo.
Heart, aunque escuchó las palabras de Angel, permaneció impasible, sus ojos fijos en su oponente, como si estuviera sopesando cada sílaba antes de responder. Él entendía el peso detrás de esa pregunta.
Heart: Usted y yo aún tenemos cosas que resolver, monstruo.
Respondió Heart con una voz firme, resonando con una determinación que no admitía réplica. Su tono, impregnado de una antigua determinación, evocaba recuerdos de un pasado turbulento, de batallas libradas.
La respuesta de Heart aguijoneó la mente de Angel, quien sentía la presión del pasado pesando sobre sus hombros, un recordatorio constante de los conflictos no resueltos que los habían separado durante tanto tiempo.
Pero Angel no estaba dispuesto a desviarse del núcleo de su interrogante.
Angel: ¿Por qué involucró a Wendy?
Su voz, aunque calmada, resonaba con una intensidad latente, una demanda de explicación que exigía ser satisfecha.
Aunque el rostro de Heart permanecía impasible, una sombra de sorpresa cruzó fugazmente sus rasgos.
