𝔉𝔞𝔦𝔯𝔶 𝔗𝔞𝔦𝔩: 𝔇𝔯𝔞𝔤𝔬𝔫 𝔖𝔩𝔞𝔶𝔢𝔯 𝔡𝔢𝔩 𝔄𝔤𝔲𝔞

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El día 2 de los Grandes Juegos Mágicos se desplegaba con la competición de carruajes, una prueba de destreza y equilibrio que desafiaba a los magos a llegar a la meta sin caer de los carruajes en constante movimiento. El público estaba ansioso por presenciar las habilidades de los participantes, y entre ellos, los miembros de Fairy Tail observaban con expectación.

Sin embargo, la sorpresa y la preocupación se apoderaron de todos cuando Natsu y Gajeel, los Dragon Slayers del gremio, comenzaron a sufrir los mareos característicos que acompañaban a sus habilidades mágicas. 

Mientras luchaban por mantenerse en los carruajes en movimiento, Natsu pronunció palabras que resonaron en el corazón de los miembros de Fairy Tail y también en los espectadores de las gradas. Sus palabras eran tan emotivas que llevaron a lágrimas a más de uno en el gremio.

Angel: ¡Qué hermosas y inspiradoras palabras!  *Con una expresión alegre, elogió las palabras de Natsu.*

Juvia: *Asintió* Tiene razón, hermano Angel. Natsu-san siempre es así, se esfuerza por los demás. Aunque a veces sea un poco torpe, es muy agradable.

Mira, siempre atenta a las peculiaridades de los magos, aprovechó la ocasión para hacer una pregunta curiosa.

Mira: A propósito, Angel-san, ¿tú también te mareas cuando estás en un transporte?

Angel: *colocando una mano en su barbilla mientras intentaba recordar, respondió con seguridad.* No, Angel jamás se ha mareado.

Mira: ¿Y tú, Laxus?*cambió su mirada hacia Laxus con una sonrisa.*

Laxus: Sin comentarios *Contesto con una actitud reservada*

Después del evento de los carruajes, Natsu y Gajeel fueron llevados a recibir cuidados, ya que estaban visiblemente mareados. Angel, con su habilidad mágica curativa, se quedó aplicando medicinas y tratando de aliviar el malestar de su compañero. 

Durante ese tiempo, aprovechó para entablar conversación con Natsu, intentando conocer más sobre el Dragon Slayer del Fuego y estrechar lazos entre los miembros de Fairy Tail. 

Angel: *sonriendo* Disculpe, Joven Natsu ¿Cómo te sientes ahora?

Natsu: *Aún un poco pálido pero con su energía característica, respondió con una sonrisa.* ¡Mucho mejor, gracias a ti, Angel! Eres un buen mago curativo.

Angel: *Asintió* No es nada. Es parte de lo que hace Angel. Pero esas palabras tuyas en la competición realmente llegaron a todos. ¿Siempre hablas así?

Natsu: *encogiéndose de hombros* ¿Qué puedo decir? Solo salen así. A veces, ni yo sé qué voy a decir hasta que lo digo.

Angel: Eso es lo que hace que sea tan especial, ¿verdad? Tienes un corazón ardiente.

Natsu: *sonriendo* ¡Claro que sí! ¡Soy el Dragon Slayer del Fuego, después de todo!

Angel: *curioso* ¿Cómo es eso? ¿Ser un Dragon Slayer del Fuego?

Natsu: *entusiasmado* ¡Es increíble! Puedo comer fuego y hacerme más fuerte. Pero también tengo estos mareos molestos a veces. ¿Tú no tienes ningún problema con tu magia?

Angel: *pensativo* No, la verdad es que no. Comer agua también vuelve mas fuerte a Angel

Natsu: *asombrado* ¡Eso suena genial! Pero, ¿nunca te has mareado en un transporte?

Angel: *recordando* No, nunca me he mareado. Supongo que es una ventaja.

Natsu: *riendo* ¡Deberías considerarte afortunado, entonces! Aunque, sabes, los mareos son un pequeño precio por tener poderes tan geniales.