Capítulo 101. Todas mis oportunidades pertenecen a Kristoff.

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Era bastante buena observando a los demás y tenía talento para detectar mentiras en los demás.

Ella, que era una plebeya, subió la escalera del estatus social hasta la cima en un instante. Marianne tenía que distinguir entre la burla disfrazada de elogio y el insulto disfrazado de admiración, o de lo contrario se reirían de ella.

Desde la perspectiva de Marianne, Michael estaba ahora genuinamente enojado. Pensaba que Kristoff lo había insultado.

Y Marianne creyó en sus ojos. Era su propia intuición, que era diferente de la sensata razón de Kristoff. O podría llamarse una corazonada.

"No lo hice, Marianne Klose."

"Ya veo."

Marianne asintió casualmente. Michael la miró con ojos desconocidos. Pasión y frialdad, era una mirada ambigua como si estuviera en algún punto intermedio.

Sus ojos, que se habían estado moviendo lentamente, de repente se quedaron en un lugar. El calor en sus ojos desapareció en un instante, dejando solo frialdad.

Marianne, que notó tardíamente su mirada, jugueteó con su anillo de bodas con el dedo. Puso una cara tranquila como si estuviera tratando de ocultar su vergüenza.

La mañana que se puso el anillo de bodas que había escondido debajo de su ropa, Kristoff parecía bastante perplejo mientras miraba su dedo.

Movió los labios durante mucho tiempo como si fuera a decir algo, pero finalmente cerró la boca.

Gracias, Marianne.

El susurro, tan débil que no se podía oír a menos que se escuchara atentamente, probablemente no era sólo una ilusión de Marianne.

Mientras ella estaba perdida en un breve pensamiento, Michael habló con voz amarga.

"¿Le diste a Kristoff una oportunidad?"

Era como si la voz la estuviera culpando. Marianne lo miró fijamente sin comprender en lugar de responder. Michael estaba enamorado de ella. Se sentía agradecida y tenía dudas al mismo tiempo.

¿Por qué? ¿Por qué le gustaba a Michael?

Marianne todavía no sabía por qué. Porque Michael y ella llevaban años sin verse, y no sentían ninguna señal de ello ni siquiera cuando estaban en la Universidad. Sólo recordaba que él le gruñía cada vez que la veía.

"¿Por qué Kristoff? ¿Por qué le das a Kristoff múltiples oportunidades cuando a mí ni siquiera me das una?"

Los ojos verde oscuro de Michael se entrecerraron. Como si apelara a un veredicto injusto, preguntó, con el rostro contorsionado por la frustración.

Michael estaba muy enfadado y frustrado. Aún no había hecho nada. No había comido a solas con Marianne, ni bailado con ella en un banquete.

Sentía que merecía al menos las mismas oportunidades que Kristoff. Pensó que él se merecía lo mismo.

"Una oportunidad."

Marianne murmuró esas palabras en voz baja. En realidad, ella también lo sabía. El hecho de que era particularmente suave con Kristoff. Quizá desde el primer momento en que se conocieron.

Continuó hablando con amargura, mirando fijamente sus brillantes ojos azules.

"No sé si soy el tipo de persona que puede darle una oportunidad a alguien. Si tan solo pudiera darle a alguien una oportunidad como dijiste."

"..."

"Entonces todas mis oportunidades pertenecen a Kristoff. Desde el momento en que lo conocí."

(NT: FL que no quiere dar malos entendidos para no hacer daño a otros protagonistas secundarios, me gusta, me gusta.)

Te pido perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora