✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯

✯ 𝑹𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅...

Gema

Me abro paso entre la guardia de Christopher. Necesito verlo y convencerlo de que deje ésta farsa. Han transcurrido más de tres semanas desde la "boda más esperada del año", la cual, se suponía que sería la mía. Pero no, desde su regreso Rachel James se especializó en joderme la vida.

La odio tanto, y odio más que Christopher haya sucumbido ante los deseos de esa zorra oportunista. No hay otra palabra tan adecuada para describirla. Es alguien que no soporta ver feliz a los demás, todos deben hacer lo que ella se le antoje u ordene, mientras se pavonea con el apellido de Chris, aprovechándose de él.

Tyler suelta un largo suspiro cansino al verme.

—¿Qué se le ofrece, Teniente Lancaster? —pregunta fingiendo amabilidad.

Me remuevo incómoda. Ahora para que le caigo mal. «Qué cambio tan drástico»

—Necesito ver a Christopher. Es urgente...

—El Coronel se encuentra ocup...

—No me gusta ser grosera, Ty —lo corto sonriendo amablemente—. Pero en serio necesito verlo —reitero.

Asiente con tensión avisando a través de la radio para que me den acceso al Penthouse.

Con unos segundos basra. Me da luz verde para avanzar y camino directamente hacia la oficina de Christopher. En el camino observo todos los cambios que ha hecho Rachel en el lugar.

Mantas y almohadones nuevos sobre el sofá que antes no habían, algunas fotos de la boda en las cuales hasta ahora no he visto a Chris y algunas cosas femeninas por todos lados.

«Es desordenada»

No comprendo cómo Christopher le permite tener su casa de ésta manera.

Hago una mueca al mirar las múltiples cajas que se encuentran regadas por la sala y la mayor parte de la cocina. «Están en proceso de mudanza»

Grandioso, hasta lo obligó a comprarle una casa, de seguro no es nada menos que una mansión con artículos último modelo.

Ésta mujer no tiene límites.

—¡Amor, necesito que me ayudes con ésto! —se oye la voz de Rachel resonando por las paredes y me tenso.

—Ni pienses en hacer eso que te puedes lastimar —le advierte Christopher.

Oigo su suave risa.

—Estoy embarazada, mi amor, no inválida.

Me congelo en mi lugar.

«Embarazada»

«Embarazada»

«Ella está embarazada»

Joder

Pero... ¿Cómo es posible?

Si él nunca...

—Da igual, debes tener máxima precaución. Eso puede hacerlo cualquier otra persona.

—Pero es algo bonito. Es el proceso de mudanza hacia nuestra nueva casa.

—Solo nos mudaremos, Rachel. Dí lo que quieras pero es riesgoso para tú embarazo y para eso tengo dinero, para que hagas lo que quieras con él.

Escucho un bufido por parte de ella.

—Habló el humilde —ironiza.

—A mí no me va lo humilde, soy un Morgan. Jode mi encanto.

Frunzo el ceño curiosa, y decido asomarme.

Ambos se encuentran vestidos con ropa cómoda y descalzos. Rachel sonríe abiertamente haciendo que Christopher la mire de una manera... que me niego a admitir. «Nunca me miró de esa forma»