Rachel
Aprieto el paso a mi alcoba; la herida me resta velocidad y por más que intento llegar no lo logro, dado que me toman y ponen contra la pared.
No debí haberme quedado
Preparo los oídos para los gritos, regaños y reclamos, pero no pasa. Está demasiado ebrio y lo único que hace es buscar mi mano. Me opongo y ejerce fuerza al llevarse mis dedos a la boca. Nuestros ojos se encuentran y mi corazón abre el vacío que conlleva echarlo de menos.
-Déjame ir. -Trato de escabullirme y clava la mano en la pared-. No empieces y apártate.
Alza la mano, dispuesto a tocarme el rostro, pero deja el intento a medias cuando me niego a mirarlo.
-Mírame y escúchame o me voy a ahogar con lo que tengo atascado. -Se tambalea-. Detesto vivir así, nena...
¡No puedo flaquear!
-¡Que te apartes, te digo! -Lo empujo con desesperación y me toma de la muñeca llevándome contra su pecho.
Mierda.
Sus brazos me envuelven mientras su aliento me toca la nariz.
-Vamos a dormir -insiste, ebrio.
-Suéltame.
No puedo seguir tropezando con la misma piedra, piedra que es perjudicial para mí, porque cuanto más tiempo paso con él, más lo extraño y no quiero. Quisiera dejar de sentir, pero me es imposible. Insiste y me abraza más fuerte contra su pecho.
-No me gusta que me tomes así y te estoy diciendo que no quiero. -Lo vuelvo a empujar-. Deja de actuar como un animal y entiende.
-¡No voy a entender nada! -me grita-. ¿Te asusta que esto acabe con los dos? Si es eso, estate tranquila que está acabando solo conmigo. He llegado a un punto donde deseo que me mate lo que tengo, dado que no quiero seguir en el maldito calvario al que me estás condenando.
Doy un paso atrás y él da uno adelante antes de aferrarse a mi brazo.
-¿Y sabes que es lo peor? -sigue-. Que sabía que me ibas a disparar y, sin embargo, cerré los ojos recibiendo el impacto de la bala.
Siento las lágrimas avecinarse.
Se aferra a mi mentón y me obliga a mirarlo.
-Por este tipo de mierdas es por lo que hago lo que hago -confiesa.
-¿En serio? -me safo de su agarre con la rabia haciendo estragos en mí-. ¿Por este tipo de cosas me tratas como si no valiera nada para tí? ¿Cómo si no fuéramos absolutamente nada otra vez?
-No es así...
-¡Pues es lo que demuestras! ¡Trato de no rendirme, luchando contra lo inevitable; lo que siento y anhelo cada vez que estamos cerca! ¡Pero nada es suficiente, tú actitud, nuestra situación de mierda y ella! -le clavo el dedo en el pecho-. Dios, ella. La odio, con todo mi ser y lo sabes y no haces nada para cambiarlo y una vez que trato de ponerme como prioridad y velar por mí misma, vienes y me haces esto -le golpeo el pecho presa del enojo que me atropella. De forma inestable, me toma de los brazos y los inmoviliza, un pensamiento de alerta me hace detenerme y respiro hondo soltando aire por la boca.
«Enojarme en mi estado no es bueno para ellos»
Inhalo y exhalo regulando mi respiración y finalmente lo encaro.
-A veces quisiera odiarte -le suelto y no salen palabras de su boca entreabierta.
-Nunca podrás -susurra.

ESTÁS LEYENDO
✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯
Fanfiction«Somos 𝒍𝒂𝒔𝒄𝒊𝒗𝒊𝒂, somos 𝒍𝒖𝒋𝒖𝒓𝒊𝒂 y somos 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐. Somos 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒐𝒔 que no le envidian nada a 𝒍𝒐 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐» - - - - - - - - - - - - -