Capítulo Dos

220 23 9
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




—¡Quiero ver sus manos arribas y cualquier intento estúpido, haré volar sus cabezas!—exclamó un moreno de cabellera pelimiel. Mandíbula afilada y rostro hermoso cubierto de suciedad y heridas. Pero sus ojos salvajes muestran una frialdad intocable.

Felix alzó los brazos, temblando del miedo.

—Salgan ahora —ordenó otro hombre, de apariencia un poco más mayor, cuerpo bastante ejercitado y cabellera pelinegra. Su mirada seria y cautelosa, pero por alguna razón, no se veía tan malo.

El rubio da lentos pasos al frente, mientras siente como su corazón quiere salir de su garganta. Innie detrás de él, pegado a su espalda sin ser capaz de alzar la vista o siquiera los brazos. Temblando mucho mas como un pequeño bebé cachorro aferrándose a su madre.

—¿Acaso este estúpido no escucha? —un alto pelinegro, también con un arma, se acercó unos pocos pasos en dirección del menor. Es tan pálido como una ola de papel y su sola mirada muestra desagrado.

Felix rápidamente se interpone en su camino no dejando que su arma apunte a su hermano. El miedo lo carcome vivo, es la primera vez que enfrenta y comparte conversación con otros seres humanos en años, y además, no vienen con los brazos abiertos.

—Es un niño todavía, no entiende mucho lo que sucede —se explicó rápidamente el rubio, muerto de los nervios pero aún así, siendo lo suficientemente valiente como para alzar la mirada y no bajarla. Luego se gira hacia el menor y con dulzura le habló —Innie, por favor, levanta los brazos como yo —a pesar de su suave tono de voz, se puede notar el apice de súplica y miedo.

El menor con sus ojitos brillantes y sus rosados labios fruncidos, jala el suéter hacia abajo avergonzado. —E-Es que... Es que no traigo pantalones.

Felix maldijo en su mente, claro que tampoco quiere que su hermano menor este expuesto de aquella forma ante depredadores desconocidos.

—Solo haz lo.

Jeongin no tuvo de otra que hacer caso a su mayor, alza sus brazos temblando, incómodo y nervioso, dejando al descubierto su ropa interior.

—Esposenlos —ordenó aquel que les había dicho que salieran, estando en el centro de todos, parece ser el líder. Con su mirada señaló al moreno quien asintió, éste tomó las esposas que cuelgan de su cintura y le lanzó una a un alto azabache de a su lado.

Hwang con fastidio lo tomó. Mientras Minho toma bruscamente del rubio para esposarlo, él se acercó al pequeño.

Jeongin mira con sus curiosos ojos lo que hace aquel desconocido que le supera casi por una cabeza, maravillado con su altura y aquel objeto que por primera vez ve en su vida.

Hyung, ¿Son realmente esposas? —se gira en dirección de su hermano mayor con curiosidad y asombro.

—Si lo son.

Stray Kids Surviving - Apocalipsis ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora