Capítulo Dieciséis

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Felix está molesto. Sigue muy enojado, tanto que cree que por cualquier minúscula palabra dirigida a él será capaz de explotar.

¿Cómo se atrevieron a ocultarle un dato tan importante?
¿Por qué Jeongin no le contó nada?
¿Hyunjin no es tan malo como creía?
¿Lia puede ser más insoportable?

Solo sabe que el odio se acumula en su corazón, tanto que ya no sabe qué hacer con el, se desborda de si y se puede notar en su semblante. Tan serio, reacio y distante. Sus ojos con mil dagas acumuladas, sus brazos cruzados y sus sentidos a la defensiva por cualquier minúsculo movimiento.

Jeongin duerme a su lado, recargándose de su hombro, con una calma etérea y tranquila, como si no ocurriese nada. Pero él, no será capaz de pegar un ojo esa ni las demás noches.

Wonpil es un ser más despreciable de lo que pensaba. Minho es otro más al que le acumula un odio y aborrecimiento profundo. Quiere arrancarse los oídos cada vez que escucha la chillona voz de Lia. Y el Líder Bang, un despreciable ser humano que creía mejor, al menos un poco mejor de lo que resultó ser. Los odia a todos.

Sus ojos rojos y cristalinos miran a través de la ventana de la camioneta, el horizonte de una ciudad que ha sufrido seis años de devastación y ruina a causa de los muertos vivientes. Los edificios, antaño imponentes, se yerguen como esqueletos de concreto, con ventanas rotas.

Se pueden ver que los árboles han crecido sin control, enredándose entre estructuras y postes de luz caídos. Sus hojas tornándose rojas empiezan a caer. Carteles publicitarios desgarrados cuelgan de sus estructuras, recordando un pasado de normalidad que ya parece una memoria muy lejana.

El silencio, roto ocasionalmente por el crujido de escombros o el gemido del viento, es opresivo. Aquí y allá, se pueden ver restos de barricadas y señales de la lucha desesperada que alguna vez sucedió: grafitis en las paredes, "Sálvense" o "Zonas Seguras", ahora casi borrados por el tiempo.

El cielo, está cubierto por nubes grises. El invierno se acerca y según su cuenta, Jeongin morirá a sus inicios.

Logra ver en rincones oscuros, sombras que se mueven de forma errática: los pocos zombies que aún vagan, en un estado de putrefacción avanzada, buscando a los pocos supervivientes que se esconden en las ruinas, si es que quedan.

Es triste y cruel como la humanidad se hizo cenizas, Felix se siente devastado. La vida de afuera es mucho más difícil de lo que pensaba. La lucha por la supervivencia se ve tan cansadora y lamentable, es más fácil dejarse morir.

Pasa su brazo alrededor de los hombros de su pequeño hermano, dejando que su cabecita se acune en su pecho, le da palmaditas y caricias buscando darle calor. Siente su jovencito cuerpo frío, tan frío como el hielo y eso que está usando más ropa que todos. No sabe qué hará cuando la temperatura empiece a bajar notablemente. No están acostumbrados a pasar el frío fuera, el búnker contaba con calefacción.

Stray Kids Surviving - Apocalipsis ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora