Capítulo Once

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En el primer pasillo, Minho y Yugyeom colocaron una larga escalera contra los estantes superiores, buscando acceder a cajas a lo alto que parecen intactas. Wonpil fue el primero en subir, asegurándose de mantener el equilibrio.

Mientras subía, Minho le da instrucciones desde abajo. —Ten cuidado con los tubos metálicos, podrían caer fácilmente —advirtió.

—Ya lo sé, no soy ciego —contestó con claro fastidio. Termina de subir y empieza a revisar por encima las cajas para verificar lo que tienen. De un movimiento torpe su brazo choca contra un tubo metálico pero antes de que rodase lo detuvo justo a tiempo.

—Te lo dije, pero como siempre "ya lo sé, ya lo sé" —atacó con molestia Minho. —Escúchame y hazme caso.

—No te creas mucho por esto, hijo de puta —masculló con recelo. Siempre lo toman por tonto e inservible, siendo ordenado como a un lacayo. Mantiene la cabeza agachada ante ellos porque no tiene la fuerza suficiente para enfrentarlos, pero si podría, los hubiera matado hacía mucho tiempo atrás.

—¿Qué fue lo que dijiste? —cuestionó el moreno rudo.

—Muevete rápido y ya —apresuró Yugyeom harto, ambos siempre discuten y él tiene que verlos y escucharlos a cada momento. Su espalda se mantiene apoyada de un estante con sus brazos cruzados, ya ojeo todo y no hay nada.

Wonpil bufa con fastidio y sigue rebuscando con claro desgano, sus movimientos son bruscos e hizo que uno de los tubos metálicos en el estante superior perdiera el equilibrio y cayera al suelo con un estruendoso y agudo eco que resonó por todo el almacén.

—¡Te dije que tuvieras cuidado! —gritó Minho, furioso, habiendo perdido la paciencia. El jodido tubo cayó justo a su lado y sus tímpanos fueron afectados.

El rugido de un zombie detuvo cualquier palabra y acción de todos. El silencio que quedó en el almacén fue tan sombrío que cuando oyeron un disparo y como todo acabó pudieron volver a respirar en paz.

—¡Bájate, bájate! ¡Subiré yo! —Minho zarandea la escalera desde abajo, causando cierta inestabilidad en el contrario.

—¡Deja de agitarla, me voy a caer!

—¡Ojalá te caigas y te rompas tu puta cabeza para poder revisar si es que de verdad tienes un cerebro o está de adorno!

—¡Hijo de puta, subí porque tú no querías subir!

—¿¡Y por qué crees!? ¡Lo único que haces es holgazanear como un maldito tonto!

—¿Otra vez discutiendo? —la presencia de Bang Chang llamó la atención del trío, causando que la discusión se desvaneciera en el acto. El líder pasa una analítica mirada a cada uno para por último, posarla en Wonpil, quien terminó de poner los pies en el suelo. Lo miró con frialdad, sus manos en su espalda al estilo militar y alzando el mentón dio su orden —No ceneras, ni hoy ni mañana, ni por una semana.

Stray Kids Surviving - Apocalipsis ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora