El fin del mundo llegó el 25 de marzo del 2018 para arrasar con la humanidad gracias a un misterioso virus infeccioso que se llevó la cordura de las personas.
Seis años después, un grupo apodado "Niños Callejeros" busca sobrevivir en aquel mundo cru...
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Felix se sacó el bolso y dejó que el menor se lo pusiera para agacharse y dejar que el pequeño se monte a su espalda. Se encuentra un poco cansado y fatigado pero aún con mucha fuerza y perseverancia, se levantó y lo llevó en su espalda. Jeongin no está bien, ya ha caminado por dos horas, no sabe ni cómo ha logrado hacerlo sin caer.
Lo único que sabe es que Innie se sobreesforzó tanto que perdió la capacidad de sentir sus propios pies, entumecidos y débiles. Dijo estar bien aún cuando su débil cuerpo se desplomó contra el suelo.
Y ahora que lo lleva en su espalda, se quedó dormido en un período de menos de cinco minutos. Está tan cansado que se sintió mal.
Casi todos los integrantes visten una diadema en la que se esforzó bastante. Le quedó muy bonito y hermoso, se siente orgulloso de su hermano. Incluso también lo está porque no siente miedo, es valiente algo contrario a él.
Sus pies duelen. Duelen y duelen. Camina, camina y camina, es lo único que hace.
Por otra hora más se mantuvo con el menor en su espalda, sintiendo como está al borde de romperse. No puede hacerlo, realmente creyó que podría cargarlo y llevarle.
En un momento, debido a su debilidad, sus torpes pies se tropezaron entre la tierra y cayó.
«Maldición...» su cara contra el piso y el peso de su hermano menor en su espalda.
—Felix, ¿Estás bien? —Han se arrodilló a su lado preocupado.
Seungmin no se atrevió a acercarse demasiado pero se mantuvo atento.
Hyunjin se apresuró a ambos, llegando incluso antes que su líder y tomando al pequeño Yang de los hombros, lo hizo a un lado para que dejase a su hermano mayor respirar. Nota como el menor parece una inerte muñeca de trapo sin vida, no se inmutó ni un poco a pesar de que su hermano haya tenido una deplorable caída y menos de haberlo movido para dejarlo recostado en la tierra. Sigue con los ojos cerrados cual muerto con una respiración lenta pero continua. Tuvo tanta inseguridad que para asegurarse puso sus dedos debajo de la nariz del menor, solo se sintió seguro cuando sintió el aire siendo inhalado y exhalado.
—¿Estás bien? —cuestionó Bang llegando al rubio tirado en el suelo.
Felix fue levantándose sintiéndose un poco mareado, algo caliente baja de su nariz adolorida y estaba por tocarlo entre sus manos, cuando rápidamente el hábil líder sacó un pañuelo y se arrodilló ante él para cubrirle la nariz con cuidado.
—¿Te duele mucho? ¿Crees que te rompiste la nariz? —cuestiona con sus intensos ojos puestos en el menor, quien se sintió un poco mareado.
—Estoy... Estoy bien... —asintió un poco confuso.
—No parece que puedas llevarlo en todo el camino —lo sabe y se ha dado cuenta desde antes, el como el rubio se sobreexigía para no perder el ritmo de ellos al caminar y así no retrasarlos. Es inevitable, desde el principio sabía que los retrasarían pero aún así, los aceptó. —¿Quieres que...? —estuvo por ofrecerse para ayudarlo y llevar en brazos al pequeño pero se detuvo al ver como Hwang por sí solo está alzando al menor para llevarlo en su espalda.
