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Muerdo mi labio nerviosa sintiendo mis lágrimas caer, la gente podía ser muy cruel cuando quería y mi mente no podía entender cómo maldecían a un bebé por ser supuestamente el hijo de la amante.
Me parecía horrible.
Limpio mis lágrimas en silencio para ponerme lentes de sol, no quería que nadie notara que había estado llorando porque a pesar de sentirme horrible emocionalmente, tenía un hijo que me necesitaba bien. Le sonrió levemente a Lando cuando se acerca con Jules mientras me mira preocupado, pero trato de ignorar su mirada y la del resto sobre mi.
Porque yo siempre seria la otra en una historia mala contada.
Beso la mejilla de Jules cuando lo tomo en mis brazos y camino en silencio a un auto que nos espera, subiéndose Lando a mi lado. A pesar de la bonita noche de ayer, al despertar me encontraba sola y realmente lo prefería así porque no tenía ánimo ni paciencia para lidiar con Charles, es más, no quería verlo.
Y es que aunque sé que nada es su culpa, no puedo evitar culparlo porque a los ojos de otros, Charlotte sigue siendo su novia y él no ha desmentido nada, estoy en el ojo del huracán por la ausencia de sus palabras.
- ¿Hay alguna otra forma de entrar al paddock?. - Susurro mirando a Lando quien niega con la cabeza. - Está bien, que empiece el show.
Es lo ultimo que murmuro para bajar con mi hijo en brazos mientras un montón de cámaras se acercan a mi y sonrió levemente tapando su cara mientras Lando intenta cubrirme y hasta puedo sentir como alguien me rasguña la mano gritándome "zorra".
- ¿Estas bien Emma?. - Murmura Lando preocupado a mi lado mientras yo asiento en silencio. - ¿Quieres estar conmigo hoy?
Vuelvo a asentir sin decir nada mientras me refugio en Jules quien me abraza fuertemente como si sintiera que lo necesito. Me quedo en silencio mirando todo a mi alrededor y acomodo mejor mi camisa de forma que no se note mi panza, hago una mueca cuando veo el rasguño en mi mano e intento distraerme viendo a Jules jugar con el celular de Lando.
- ¿Que quieres comer?. - Pregunta Lando con una sonrisa mirándome atento mientras niego. - ¿Unas frutillas con chocolate subirían tu ánimo?
- Quizás el del bebé. - Susurro intentando sonreír aunque sé que pareció más una mueca. - Gracias Lando.
Él asiente besando mi cabeza para irse corriendo mientras yo siento a Jules a mi lado para concentrarme en mi celular que no para de estallar en mensajes, notificaciones y mas, aún así, no sé si es mejor lidiar con esos comentarios de la gente por redes sociales o los comentarios y miradas en la vida real, como sea, no podía tolerar ninguno el día de hoy.
Juego con mis manos en un intento de distraerme pero unas frutillas con chocolate se posan ante mi que no puedo evitar sonreír nostálgica, porque dentro de todo este caos que se estaba armando, siempre había alguien cuidándome.
