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¿Me concedes un momento? Prométeme esto... que estarás junto a mí por siempre
- Mami. - Grita Jules desde su cuarto llamando mi atención. - Mami
- Voy en camino bebé. - Grito devuelta mientras me acerca a su habitación logrando que lo vea completamente sorprendida. - Jules...
- ¿Amo?. - Pregunta girando su cabeza mientras afirma su mochila en la espalda. - Abua
- ¿Quieres ir al yate?. - Preguntó confusa mientras él asiente con una sonrisa para aplaudir. - Cariño, debemos esperar a tu papá...
- No, ahoa. - Grita molesto mientras se cruza de brazos haciéndome fruncir el ceño. - Vamo
- Jules, no tenemos las llaves y ...
Mi boca se abre sorprendida cuando él pega un gran grito para empezar a llorar y cerrar la puerta fuertemente en mi cara.
¿Mi hijo se volvió adolescente a los casi dos años?
Inhalo y exhalo en busca de paciencia, usualmente Jules no tenía sus arrebatos de mal humor pero cuando le daban tenía mirar al cielo para no terminar golpeando mi cabeza contra la pared. Toco la puerta avisándole que voy a entrar para encontrarlo en el piso llorando, me intento acercar a él pero sus gritos y llantos me advierten que no me quiere cerca, así que me siento a su lado en caso que me necesite.
Lo difícil de la maternidad y las personas, entender que cuando nos enojamos y/o nos sentimos mal, necesitamos espacio pero también alguien que esté ahí cuando lo requiramos.
- Jules, vamos a ir pero no ahora. - Le intento explicar acercando mi mano a su cabello, pero lo único que logro es que golpee mi mano con la suya. - Estaré aquí si me necesitas.
Susurro quedándome a su lado en silencio contando hasta diez mentalmente porque es horriblemente estresante escuchar su llanto, pero me armo de paciencia y lo abrazo como puedo cuando grita que quiere salir ahora e intenta golpearme aún así, no lo hace. Acaricio su mejilla y cabello cuando se tranquiliza en mis brazos pero sigue llorando, lo aprieto fuertemente contra mí mientras le tarareo una canción que le gusta hasta que finalmente se tranquiliza quedándose dormido.
Miro a mi alrededor buscando las opciones de cómo levantar a Jules para llevarlo a su cama, no obstante, cuando no veo opciones solo me queda acomodarlo hasta apoyar su cabeza en mi hombro para intentar levantarme.
Tener un hijo de 1 año 8 meses y un embarazo de casi 5 meses no estaba siendo fácil.
Lo dejo con cuidado en su cama para salir en silencio de su habitación y terminar llorando en el sillón del living.
Jodidas hormonas.
Enciendo la televisión mientras no puedo de llorar para caminar hasta la cocina en busca de algo de comer mientras hipeo por el llanto.
