Epilogo

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La casa es un verdadero caos, empezando por un viaje con dos niños de 7 meses y 2 años respectivamente ya era complicado agregando que ambos eran demasiado demandantes.

- Mamá. - Grita Jules desde su pieza provocando que suspire porque acaso no existe otra palabra. - Mamá.

- Mamamama. - Grita Liv siguiendo a Jules, básicamente hace todo lo que su hermano mayor hace. - Mamama

- Hijos...

- ¿Puedo llevar esto?. - Pregunta levantando una cara gigante de Charles y otra de Lando. - Por favor...

- ¿pofavo?. - Repite Liv extrañada causando que ambos la miremos y sonría por la atención. - papapa

¿He dicho que ella es la princesa de papá?

- No puedes subir a un avión con dos caras gigantes Jules.

- Pero solo iremos nosotros.

- Eso no importa... tenemos que llevar varias cosas.

Él asiente meditando la situación para seguir echando cosas en su mochila hasta finalmente sonreír y levantar sus pulgares.

¡Uno menos!

Termino de arreglar mis cosas mientras que noto que como Jules no para de moverse como si estuviese nervioso, aun así, decido darle su espacio porque si él quisiera hablar de ello ya me lo habría dicho.

- ¿Mamá?. - Pregunta Jules mirando por la ventana del avión con una sonrisa. - Ya quiero ver a papá ser campeón, le dije a mis compañeros que mi papá era el mejor del mundo.

- ¿Lo crees?

- Claro. - Se encoge de hombros despreocupado para regalarme una gran sonrisa. - Tengo a los mejores padres del mundo.

- Jules... - Murmuró emocionada por sus palabras para tomar su mano provocando que ría. - Te abrazaría pero tu hermana decidió dormir encima de mi.

- Es igual de bonita que tú.

- Basta niño, me harás llorar.

Ambos reímos suavemente para acomodarnos mejor y disfrutar el viaje, quedaba menos para ver nuevamente al amor de mi vida. Miles de mensaje inundan mi teléfono cuando lo enciendo, sonrio divertida por lo trágico puede ser Charles sino tiene nuestra atención, aún así decido ignorarlo hasta llegar al circuito.

- ¡No voy a correr sin mi familia aquí!. - Murmura algo molesto a otra persona quien intenta convencer que se prepare. - No me importa el campeonato si ellos no están.

- ¡Papa!. - Grita Jules corriendo hacia él cuando estamos más cerca logrando llamar su atención provocando que Charles cambie su mirada a una más suave. - Estamos aquí.

- Dios... pensé que les había pasado algo. - Susurra Charles abrazándonos a todos en conjunto como puede para terminar besando mi cabeza y luego tomar a Jules. - No me hagan esto de nuevo.

- No seas exagerado.

- Estamos aquí para ti papá. - Murmura Jules feliz para abrazarlo fuertemente. - Gana por nosotros.

Charles solo es capaz de darnos un beso a cada uno antes de partir nuevamente. Tomo la mano de mis hijos emocionada, pienso en lo mucho que han avanzado las cosas en poco tiempo que la nostalgia me invade.

Tenía la familia que siempre había querido....

Tomo a Olivia fuertemente mientras Jules se encuentra en los brazos de Arthur para no ser aplastado por la cantidad de gente que hay...

Pensar que hace unos 7 meses aproximadamente estaba teniendo a Olivia en un hospital creyendo que todo se volvería a repetir, dándole el mayor susto de la vida a Charles pensando que me perdía cuando solo me había desmayado por el dolor y ahora estamos acá viendo a Charles convertirse en campeón de fórmula 1 junto a sus dos hijos...

Todo pasaba definitivamente muy rápido pero no cambiaría nada de lo ocurrido.

- ¡Mami, es papá!. - Grita Jules emocionado cuando mencionan a Charles al podio. - ¡Papá!

- ¿papapa?. - Pregunta Liv dudosa provocando que sonría enternecida para asentir y lograr que chille al verlo. - ¡papapa!

- Los fans número 1 de Charles Leclerc. - Murmura divertido Arthur mientras yo asiento de acuerdo. - Al fin es campeón.

- Siempre lo ha sido. - Respondo con una sonrisa para mirar a mi esposo quien nos busca con la mirada y cuando nos encuentra, sonríe emocionado. - Saluden a papá chicos.

Jules y Olivia mueven sus manos rápidamente provocando que Charles ría para saludarlos devuelta, sonrío enternecida por la imagen y disfruto la ceremonia.

Mi esposo se había coronado campeón con Ferrari.

No podía estar más orgullosa de Charles y el hombre que se había convertido.

Charles a pesar de sus errores habría aprendido de ellos convirtiéndolo en la maravillosa persona que es hoy.

¡Jules y Olivia no podían tener mejor papá!

Tan atento a sus necesidades y preocupado por sus miedos, siempre presente desde que se levantan hasta que se duermen, de sus alimentación, de sus gustos, sus tareas aunque sea por videollamada, no solo me desmostraba que Charles era un marido excepcional sino también un padre de maravilla y estaba tan celosa por ello, es decir, por qué parecía tan fácil para él mientras yo era un lío.

- Mami... - Murmura Jules mirando a su padre. - Algún día quiero ser como papá.

Nunca había escuchado a Jules tan serio en su corta vida y sé que sus palabras no van solo como Charles como padre sino como todo lo que abarca, Charles como persona.

Jules quiere ser Charles en todos sus sentidos.

- Vas por el camino correcto cariño. - Susurro para besar su cabeza. - Ahora vamos a ver a papi.

- Y con ustedes... - Se escucha la voz del animador alegre. - El nuevo campeón del mundo... Charles Leclerc

Siento las lágrimas salir cuando veo a mi esposo feliz disfrutando de su victoria, Liv apoya su cabeza en su pecho mientras mira a su padre quien solo sonríe con lágrimas en sus ojos. La ceremonia termina rápido provocando que Jules y Olivia se pongan ansiosos por ver a su persona favorita.

- ¡Papi!. Eres campeón. - Grita Jules emocionado tirandose a sus brazos logrando que Charles lo tome. - Tengo un papá campeón del mundo.

- Lo soy. - Responde orgulloso provocando que rodee los ojos por lo presumido que es mientras besa la cabeza de Liv. - ¿Me vieron en las pantallas?

- ¡Shi!. - Grita Liv levantando sus brazos emocionada logrando que riamos. - papapa

- Felicidades campeón. - Murmuro para besar cortamente sus labios. - Cumpliste tu sueño.

- Ustedes siempre han sido mi sueño, ya cumplí todo lo que quería al tenerlos....

JulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora