Capítulo seis

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Trigger Warnings: Rimming muy explícito. Referencias a sexo oral y masturbación.

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Al final, Harry decidió ir a Hogsmeade por su cuenta. Salió del castillo mucho más tarde que el resto de alumnos, pues tan solo pretendía ir a la tienda de artículos deportivos, así que no se cruzó con nadie más hasta llegar al pueblo, atestado de estudiantes risueños y sudorosos por el calor del final de la primavera. Devolvió los saludos de aquellos que lo abordaban con diversos grados de entusiasmo, como Luna y Ginny, Dennis Creevey o el pequeño grupito de Hufflepuff de su curso. Tras un año de la batalla de Hogwarts, los apresurados juicios y el intento de recuperar la normalidad en un verano tan vertiginoso como luctuoso, las heridas de la guerra estaban sanando lentamente. El grupito de chavales de Slytherin que salían de Zonko conservaba la mirada huidiza de los miembros de su casa tras el regreso a Hogwarts, resultaba doloroso cruzarse con algunos grupos de personas donde todavía se podían ver los huecos de las ausencias y todavía no se habían desvanecido algunas de las cicatrices de Neville, que iba con los Hufflepuff, con quienes había hecho piña y fortaleza durante el reinado de terror de los Carrow.

Harry esperó con paciencia su turno en la tienda de artículos de quidditch, examinando con calma las estanterías y admirando la única escoba de competición que exhibían en el escaparate, un modelo más moderno de las Comet sin las mismas prestaciones que las de las gamas Nimbus o Firebolt. Escogió varios repuestos para su kit de mantenimiento de escobas, que en verdad no necesitaba, por la satisfacción que le proporcionaba gastar algo de dinero en sí mismo. Mientras elegía unos guantes nuevos, su mente vagó a la última salida que Malfoy y él habían hecho al campo de quidditch la noche anterior.

Para su sorpresa, aunque la grulla de papel había estado en ese momento en posesión de Malfoy, lo había citado para volar en lugar de al aula vacía. A Harry le había parecido bien. Tras el partido de Gryffindor contra Ravenclaw no había programados entrenamientos. Además, el día había sido caluroso y asistir a clase o estudiar en la biblioteca se sentía casi como estar encerrado en el castillo, así que un par de horas antes de la cena, cuando el sol comenzó a declinar, salió a los terrenos dispuesto a despejarse un rato en compañía de Malfoy.

Ya estaba allí cuando Harry llegó. Como siempre, vestía de forma pulcra, con un uniforme deportivo de prácticas que parecía nuevo en contraste con la ropa avejentada y holgada que utilizaba Harry y se había recogido las mangas de los antebrazos, dejando la Marca Tenebrosa, desvaída y borrosa, al descubierto. No obstante, Harry no se había fijado en eso, sino en su cabello ligeramente despeinado y apelmazado por el sudor y la media sonrisilla altiva que esbozó cuando bajó la mirada hacia él al escucharlo llegar.

—¿Al mejor de cinco, Potter? —había propuesto a modo de saludo.

—¿Tan ansioso estás? —Malfoy se había reído. Era poco frecuente verlo de tan buen humor. Había algunas pinceladas en ocasiones concretas, después de ganar a Harry, al atrapar una snitch más complicada de lo habitual o tras el orgasmo, en las que Harry podía vislumbrar al chico real que, había descubierto, estaba detrás del que había sido su principal rival durante años.

—¿No te pasa que a veces las paredes del castillo se ciernen sobre ti y te asfixian? —Malfoy se había puesto serio de súbito, con la mirada perdida hacia el enorme colegio.

—Para mí, Hogwarts es mi hogar. Me dolerá abandonarlo —había dicho Harry, con sinceridad y sencillez. Volviendo la mirada hacia él, Malfoy había asentido, comprendiendo.

—Junio no es un mes fácil. Que haga tanto calor aquí, tan al norte, tampoco ayuda. Me recuerda a casa. —Era la primera vez que Harry le había oído mencionar algo tan personal sin ser interpelado antes. Sabía, porque por su obsesiva observación de años anteriores había podido averiguarlo, que Malfoy cumplía años en junio, algo que debería ser motivo de alegría. Sin embargo, podía entender qué era lo que le sembraba malos recuerdos en el castillo.

Grulla de papel [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora