Capítulo trece

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Trigger Warnings: Referencias específicas a: sexo oral y anal, rimming y fingering. Cum Play, Semen utilizado como lubricante, sexo rudo.

No sólo esas,  ya me imaginaba que el anterior capítulo iba a desasosegar, así que tengo que avisar... de que empeora. Draco me cae mal en este fic, en realidad. Prometo que acaban juntos y bien y que en algún momento pondrán las cartas encima de la mesa, pero también que a Draco le va a costar unos pocos capítulos más en los cuales va a cubrirse de gloria y vamos a sufrir por Harry. No hay PoV de Draco en ningún momento, pero me gustaría creer que cuando encajen los últimos capítulos del fic se comprenderán muchas cosas de qué siente Draco en este momento.

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Tras la primera vez en el Caldero chorreante, habían quedado allí una vez más, apenas un par de días después. Los mensajes de Malfoy en la grulla habían sido claramente impacientes, ansioso por repetir, y Harry no se quedaba atrás en ganas, así que esa vez no fue difícil que el chico rubio se organizase y buscase una excusa que le permitiese escapar de Malfoy Manor sin levantar sospechas. Una vez en el cuarto, a pesar de las obvias ganas que tenía de hundirse en el interior de Harry y de que este lo había animado con sus gemidos y súplicas, Malfoy lo había vuelto a preparar con paciencia, obteniendo un orgasmo de Harry antes de deslizarse dentro de él con un suspiro de aliviada satisfacción.

La plenitud orgásmica de Harry se apagó un poco al cruzarse con Bill en el pub. Había preferido vestirse y regresar a Grimmauld Place después de que Malfoy se marchase, camuflándose entre la pequeña multitud del pub para salir de él sin que el camarero se diese cuenta de que la habitación alquilada iba a quedarse vacía. Sin embargo, no había podido ocultar a Bill que salía del pasillo que daba a las escaleras donde se encontraban los dormitorios las preguntas acerca de qué hacía allí, disfrazadas de amabilidad y una invitación a unirse a él con una bebida, no habían ocultado la intención capciosa y curiosa de Bill de sonsacarle algo de información.

Nervioso y sin ninguna excusa preparada, Harry había contestado con vaguedades y se había marchado lo antes posible. Durante la conversación sólo logró concentrarse en calcular cuánto tiempo podría llevar Bill en el local y si había visto salir a Malfoy unos minutos antes que él. Él había esperado un tiempo prudencial e incluso se había dado una ducha caliente para limpiar de su cuerpo los rastros de sudor y del semen de Draco que, al incorporarse de la cama, había resbalado fuera de él, deslizándose por la cara de interior del muslo, pero ya no estaba tan seguro de que hubiese sido suficiente.

«Descartado el Caldero chorreante. Hermano de tu comadreja hembra a la vista». La primera nota de Malfoy había llegado la mañana siguiente con la grulla.

«No la llames así. Y no es mía ni estamos juntos. ¿Bill te vio a ti?»

«Nos cruzamos en la entrada cuando yo me marchaba. Me dirigió una mirada que habría asesinado a un hipogrifo». Harry había suspirado al leer ese mensaje. Dudaba, conociendo a Bill, que hubiese mirado así a Malfoy. Al fin y al cabo, no era su hermano George. Su reacción era lo menos preocupante, pues el pánico del otro chico se debía más a su necesidad de discreción que a la posible animadversión de la familia Weasley. Desde el punto de vista de Harry, si a Ron le había resultado difícil saber que había estado con Malfoy, a Bill seguramente le sería imposible.

«Creo que sospecha que estuve con alguien, pero no con quien», le había respondido Harry, que estaba razonablemente seguro, tras repasar la confusa conversación en su mente varias veces, de que así era.

«Demasiado arriesgado».

Harry había suspirado, resignado a que probablemente Malfoy volvería a su estatismo habitual justo en el momento en el que más le apetecía verlo y estar con él. El sexo anal del primer día había sido placentero tras el dolor inicial. En cambio, el de la segunda apenas había tenido rastro de incomodidad y Harry, que tenía la sensación de estar hirviendo de excitación igual que un adolescente hormonado, estaba deseando repetir de forma asidua. Para su sorpresa y alegría, se equivocó. Tras un par de viajes más, en los que Harry había intentado insinuar sus ganas de volver a verlo sin ser excesivamente evidente, la grulla lo había citado en Salisbury, una ciudad mediana del condado de Wiltshire.

Grulla de papel [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora