Aliado

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Ichimatsu llegó tan pronto como Bushida lo llamó, en su casa se reunió con su equipo. Yuzuru y Nyaa estaban ahí. Cuando entró la densa atmósfera lo recibió, provocando que su cuerpo se tensara. Contuvo un suspiro y tomó asiento en la sala de estar, donde todos estaban reunidos y miró de forma interrogativa a Bushida. Si ella lo notó lo ignoró, porque su mirada estaba fija en un punto inexacto de la pared. 

—Um... ¿Qué se supone que...? 

—Paciencia, pronto llegará nuestro invitado. 

Él asintió y cerró la boca. Pasaron pocos minutos y pronto tocaron a la puerta, Bushida se levantó y abrió la puerta para recibir a un hombre. Era viejo, su cabello gris y su piel arrugada reflejaba su edad, su porte evidenciaba seguridad y sabiduria. Aún así, algo en él molestaba a Ichimatsu, sus ojos oscuros y carentes de interés lo perturbaban, su aura era más apropiada para un hombre muerto.  

Tragó saliva con fuerza, lastimándose su seca garganta, cuando una figura conocida entró detrás de él. 

—¿Todomatsu? 

Los ojos de su hermano se fijaron en él cuando lo llamó por su nombre. 

—¿Por qué está él aquí, Ishikawa-san? —Bushida fué la primera que interrogó al inspector. 

—Es mi socio; el novio de mi sobrino —respondió dejando su abrigo en el perchero—, tiene derecho a estar aquí. 

El inspector le dedicó una dura mirada a Bushida, ella se vió poco o nada intimidada por eso, pero no cuestionó más sus razones. 

—No deberías estar aq...

—Hablarán más tarde, no tengo todo el día. 

Ichimatsu se mordió el labio y lo miró molesto, Todomatsu seguía confundido, pero asintío y tomó asiento en la sala, a un lado del inspector y frente a  Ichimatsu. La única cosa que los separaba era la pequeña mesa en medio. 

—He programado una reunión con el líder del Seikei —soltó repentinamente el hombre, Inoue lo miró incrédula—. Haremos un acuerdo. 

Los ojos de todos los presentes en la habitación se voltearon a mirar a Ishikawa.

—Nunca mencionaste un trato con otra organización criminal, Inspector. 

—Y mucho menos con la segunda más grande. —Nyaa suspiró.

Inoue sintió su ceja temblar, pero controló su enojo. 

—Te prometí ayudarte a capturar a los hermanos Tougou, si quieres atrapar una rata debes estar preparada para ensuciarte, Bushida.

—Solo hay una cosa por la que el Seikei accedería a un acuerdo con alguien de la policia.

—Un sacrificio necesario. 

Inoue apretó sus dientes, pero no lo negó. No protestó, sabía que él tenía razón. Le disgustaba la idea de deberle un favor al líder del Seikei, y no uno exactamente pequeño. Hizo una mueca ante el fugaz pensamiento y sacudió su cabeza, haciendo un ademán para que continúe. 

—Hoy a la media noche nos reuniremos en su oficina, iremos Bushida, Todomatsu-kun y yo. 

—¿Yo? 

Ichimatsu lo miró sorprendido e inmediantamente protestó.

—¿Qué democios es esto? ¡Esto no fue lo que usted me prometió, Bushida-san! —Ichimatsu miró a Bushida furioso.

—Ichimatsu-kun, necesitamos...

—Me importa una mierda que necesitan, ¿Acaso recuerda por qué me involucre en todo esta mierda? —Cuestionó enseñando los dientes del enojo—. Exactamente para evitar esta mierda de...

Hitsuyō - Osomatsu-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora