Capítulo 2 Fantasmas del pasado

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El camino de regreso de casa de los Calle fue extremadamente corto para Juliana quien continuaba molesta por la actitud de su hermana y había aprovechado el tiempo en que estuvo sola con María José para continuar ampliando su conversación sobre el tema.

-Tal vez ya se dio cuenta de la responsabilidad que implica estar con una mujer como yo y es por eso que se está alejando de a poco-menciona Poché con tristeza observando a través del retrovisor a una Valentina que dormía plácidamente.

-Lo dudo, Daniela nunca se ha asustado por las responsabilidades, es más, de las dos creo que ella siempre ha sido más responsable que yo, es solo que el hablar con papá la debió poner así.

- ¿han pasado cosas malas desde que nos fuimos de vacaciones? Porque ayer que llegamos Williams mencionó que hay una persona que sus padres conocen en el hospital.

-La vida misma ha pasado María José-suspira Juliana por la condición de Pedro, quien era el menos indicado para culpar en relación a las acciones de su hija.

-En ese caso creo que lo mejor será buscar un lugar accesible para Vale y para mí, un lugar que podamos llamar hogar, que esté cerca de mi trabajo y así conseguirle una escuelita a mi pequeña quien ya debería estar estudiando su preescolar.

-En ese caso yo te ayudaré- Juliana menciona apagando el motor del auto y quedando estacionada fuera de la cochera de su hermana, quitándose el cinturón y volteando a ver a Poché de frente- hablo en serio Poché, cuenta conmigo para lo que quieras.

-En ese caso te tomaré la palabra-menciona seria- ¿me llevarías a buscar apartamento el lunes después de firmar la compra venta de la casa anterior?

-Pero papá dijo que te llevaría las escrituras a tu casa para que no tuvieras que moverte ¿quieres ir al despacho?

-No, no quiero que Daniela se preocupe, por eso es que no le quiero pedir a los chicos que ellos me lleven.

- ¿no le vas a decir que piensas mudarte?

-Solo estoy viendo mis opciones, aun no tengo nada claro, necesito hablar bien con ella y saber qué es lo que piensa sobre nosotras y la relación en la que estamos, una relación que no tiene nombre pero que lo es todo al menos para mí.

-En ese caso me pondré de acuerdo con papá para venir juntos a la firma, saber de cuánto dinero estamos hablando, preguntarle sobre algún agente de bienes raíces y ver si hay algún espacio que tengan para ver, sino simplemente vamos a dar una vuelta por la zona y ver los alrededores ¿te parece?

-Me parece- responde con una sonrisa- gracias por comportarte como una verdadera amiga.

-Nada que agradecer Poche y antes de que nos pongamos sentimentales diciéndonos lo mucho que nos queremos mejor déjame ayudarte con Vale y llevarla hasta su cama- menciona la rubia saliendo de su auto y tomando en brazos a la pequeña que continuaba dormida y a quien los ladridos de Ramón no despertaron.

Juliana dejó a la pequeña en su habitación al tiempo que Poché se hacía cargo de alimentar a Ramón, quien se había quedado en la casa porque literal se escondió debajo de la cama y no lo pudieron sacar por lo que se fueron sin él y ahora moría de hambre porque las chicas habían olvidado programar su dispensador de croquetas y su hora de comer ya había pasado.

Las chicas se despidieron, y mientras Juliana salía de la casa de su hermana, Poché se quedaba ordenando el desorden que habían dejado por la mañana y que al salir por la tarde a casa de los Calle había quedado sin ordenar.

Algunos minutos después Daniela conducía de vuelta a casa, pero antes de tomar la entrada a la cochera se detuvo y optó por seguir conduciendo hasta un parque cercano, al llegar, después de tomar algunas respiraciones se bajó de su auto, buscó una banca y se sentó en ella para poder observar la serenidad de la noche caer, el viento moviendo las pocas ramas de los árboles y chocando en su rostro congelándola un poco; se quita un guante y pasa su dedo por un par de iniciales entrelazadas en la banca, cierra los ojos y llegan los flashbacks a su vida con Raquel. El primero viene del día en que se conocieron, eran apenas unas adolescentes y Raquel acababa de llegar del internado en Inglaterra en el cual estudiaba, era verano y su blanca piel en contraste con su cabello pelirrojo y sus ojos verdes llamaron la atención de Daniela quien no dejó de pensar en ella ni un solo momento después de ese momento. El segundo recuerdo llegó de ese primer beso que compartieron, ambas habían experimentado con chicos, pero esta era la primera vez que experimentaban un beso con una chica y la suavidad de los labios de la otra, el sabor a fresa proveniente de sus labiales y la delicadeza con la que ambas se trataban hizo el momento mágico. Cada recuerdo, cada momento compartido, cada viaje, cada experiencia había sido única, todos los recuerdos comenzaron a abrumar la mente de la castaña ya que solo llegaban las cosas lindas, lo bueno de su relación, los planes a futuro que tenían, un futuro que nunca llegó debido a que Daniela acabara su relación para que Raquel se pudiera ir libremente a realizarse profesionalmente, cosa que ella no podría hacer en un continente diferente donde no conoce las leyes.

Una Familia para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora