Capítulo 48 Normalidad

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Holis!!!

La buena noticia: YA LLEGO EL CAPITULO NUEVO

La mala noticia es el único que tengo terminado

Peeeeeerooooooo espero mañana poder terminar el final y mas tardar lunes o martes subir el epílogo. 

A todes gracias por leerme y amar tanto Un Novio para Navidad como una Familia para Navidad, en verdad que es un placer escribirles y leer cada mensaje o comentario que me hacen de la historia.

Les amor


Volver a la rutina fue demasiado sencillo para la pareja de mujeres, quienes desde el primer día notaron los cambios que trajo en su pequeña familia el que ellas se volvieran abiertamente afectuosas con la otra, compartieran besos robados y se dijeran apodos cariñosos. Tanto Valentina como Carlitos sonreían más, las miraban con atención y trataban de ser mas independientes para necesitar de ellas lo menos posible y así no interrumpirlas, incluso se pusieron de acuerdo para que al caer la noche ambas mujeres pudieran dormir juntas sin su presencia ya que Carlitos quiso dormir en su habitación acompañado de Valentina, quien accedió con tal de que sus madres tuvieran tiempo para ellas, aunque la pareja de hermanos amaneciera todas las mañanas subsecuentes en brazos de sus madres, quienes eran felices de tenerlos a su lado aunque eso implicara cuidar que ninguno de los niños las atrapara en una situación candente.

Los días eran largos para María José, quien ahora estaba cubriendo a Juliana de tiempo completo y solo si había algo que no entendiera le llamaba, cosa que pasaba por lo menos dos veces al día, aunque mayormente era para rectificar que todo estuviera en orden y no hubiera error alguno. En cambio, Daniela intentaba que sus días fueran lo más cortos posibles: analizaba casos desde casa para no tener que hacerlo en la oficina, agendaba las entrevistas con clientes a primera hora y cuando las fechas y horas para juicios salían se encargaba de que en ese día no hubiera otra cosa que hacer para así poder regresar a casa.

Los días laborales iban de María José trabajando todo el día, mientras que Daniela lo hacía hasta la una de la tarde; los niños se quedaban con Sam en casa y esta ayudaba con la preparación del almuerzo el cual era servido por Daniela una vez esta llegaba a casa y la niñera se marchaba. Las tardes en la casa de los Calle Garzón consistían en ver películas, jugar en el jardín con los perros, visitar a la tía Juli y los gemelos, además de preparar la cena para compartir con mamá, cena que generalmente era cereal, avena o emparedados de crema de cacahuate con jalea de mora.

-Recapitulando-menciona Juliana recostada desde el sofá de su sala- el miércoles por la noche nos reuniremos en casa de nuestros padres para tomar el mega autobús con camarotes que a nuestro padre se le ocurrió rentar para llevarnos a la casa que también se le ocurrió rentar ya que somos tantos los que pasaremos acción de gracias juntos que nuestra casa a las afueras de la ciudad es insuficiente.

-Exacto- Daniela menciona sin dejar de observar como sus hijos y sus sobrinos jugaban a escasos metros de ellas- no tenemos nada de qué preocuparnos ya que los empleados de la casa se encargarán de la cena y nosotros solo deberemos llegar, instalarnos en nuestras habitaciones y disfrutar de sus blancos paisajes.

-Bueno, eso de nada de qué preocuparnos está por verse, necesitamos empacar, y aunque estaremos de vuelta el domingo por la noche, sé que mis hijos ocuparán varios cambios de termales y ropa invernal porque no van a querer estar en casa sabiendo que pueden estar jugando guerra de bolas de nieve- comenta la rubia que conocía a la perfección las preferencias en actividades de sus hijos.

-Y si tus hijos no van a querer estar dentro de casa los míos tampoco- suspira Daniela pensando en las rabietas que Carlitos haría al notar que sus primos estarían jugando afuera mientras él y su hermana estarían dentro de la casa- creo que esta idea de papá terminará en una gran aventura- la castaña menciona pero el sonido de su teléfono la interrumpe notando en la pantalla el nombre de su amiga- es Mariana ¿habrá pasado algo?- contesta sin darle tiempo a su hermana de responder, la mujer y sus padres habían viajado la noche anterior al otro lado del país con la familia de su prometido y aunque ya se conocían esta era la primera festividad que pasarían las dos familias juntas- Hola Mariana ¿todo bien? ¿no es muy temprano en la costa oeste?

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