Una Familia para Navidad

Capítulo 36 Reencuentros

Un capítulo mas publicado, un capitulo menos para llegar al final de esta historia y como dice la canción "el final se acerca ya, lo esperaré serenamente"

No me pregunten cuantos capítulos porque no lo se, todo va a depender de como vayan fluyendo en mi mente y del tiempo que tenga para escribirlos (hoy corrieron con suerte porque pensaba que terminaría hasta el miércoles este capitulo pero mejor lo termino aquí y en el 37 le doy seguimiento, así no queda tan extenso (este es de 5300 palabras)

Les recuerdo que esta historia acaba en Navidad (diciembre) y nos encontramos en la primera semana de Septiembre.

Levantarse a las nueve, preparar el desayuno ante la atenta mirada de un menor y un can, sentarse a la mesa y disfrutar de acompañar un delicioso desayuno con el mejor café que se puede preparar.

Dos casas diferentes, dos mañanas iguales y, sin embargo, una de ellas no era consciente de que esa misma tarde volvería a reencontrarse con la mujer que sin importar el tiempo y la distancia seguía dentro de su corazón, mientras que la otra no podía calmar su mente y corazón ante la certeza de que esa misma tarde se reencontraría con Daniela.

Los paralelismos entre ambas eran impresionantes, su mañana había sido exactamente igual solo que en partes opuestas de la misma ciudad. Todo era igual hasta que ambas recibieron un mensaje de Germán Calle con indicaciones diferentes.

- "como ayer tuve que marcharme a trabajar no pude disfrutar al 100% a mi pequeño nieto ¿albercada a las doce? Hagamos un domingo familiar" –fue el mensaje que Daniela leyó, miró al pequeño disfrutar del helado que le dio de postre, sonrió con él sin que el pequeño se diera cuenta y le habló para llamar su atención- Carlitos, hijo- el niño de inmediato volteo a ver a su castaña madre- el abuelo Germán está organizando una fiesta en la piscina ¿quieres ir? –el rostro del pequeño se ilumina, aun no había aprendido a nadar completamente pero amaba meterse en la piscina de sus abuelos y jugar con sus primos, si bien su mente no entendía porque sus padres ya no estaban con él y ahora estas personas lo llenaban de amor y regalos, lo único que le importaba era que al cerrar los ojos y dejarse sentir un abrazo no importaba si era de su madre biológica o de Daniela, la sensación era la misma, es por eso que amaba dormir abrazado a ella, se sentía como casita y eso le daba felicidad- vaya creo que la respuesta es un si rotundo- la castaña observa como el niño asiente con un movimiento de cabeza- tu y yo sabemos que me entiendes y que sabes hablar, solo falta que tengas la confianza de hacerlo conmigo o con cualquier persona de la familia- le deja un beso en la coronilla- te esperaré el tiempo que necesites, solo recuerda que este es tu hogar y que yo soy tu familia, bueno y Ramón, tu hermana Valentina y mami Poché- la castaña nombra a las ojiverdes como lo hacía cada vez que podía para que el pequeño se familiarizara con ellas y el día en que por fin volvieran no se sintiera incómodo o que le estaban quitando su lugar – bueno y tus abuelos, tíos y primos- la castaña comienza a hacerle cosquillas al niño que ríe feliz- eres un niño con muchas personas que te queremos Carlitos, no lo olvides nunca- le deja un rápido beso antes de levantarse de la cama del pequeño- iré a preparar las cosas para la ducha- le indica tomando su teléfono- Ramón se queda a cargo- el can ladra y acompaña al pequeño viendo el final de las caricaturas en lo que Daniela respondía un "ahí nos vemos" a su padre y organizaba todo para su domingo familiar sin imaginar lo que esas dos palabras albergaban.

Estando a punto de cerrar el centro de mensajes se dio cuenta de que había varias llamadas perdidas de Mariana y un sinfín de mensajes que no había revisado por lo que optó por llamarla y su castaña amiga respondió al primer timbrazo que el teléfono dio.

-Por un demonio Daniela Calle ¡¿Qué pasa contigo que no contestas el teléfono?! –la castaña estaba genuinamente enojada- ¿Qué tal que es de vida o muerte?