Capítulo 12 Encuentros inesperados.

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Perdón por la tardanza pero ha sido una semana muy ocupada y para acabar mi computadora ha estado fallando lo que me hizo imposible ponerme a escribir anoche, así que este capítulo se los escribí hoy domingo, ya quedó y solo tengo que decir que próxima semana se nos viene el drama. 

No les prometo miles de capítulos porque no creo que me vaya a dar la semana para poder acabarlos lo que si les prometo es que en diciembre llegan vacaciones y voy a dedicarme a escribirles por completo esta historia.

Lindo Domingo (en mi defensa en mi rancho a penas son 2:30pm)

-Pedro buen día- Daniela saluda a través del speaker del automóvil, se encontraba camino a su oficina después de una mañana bastante movida, le encantaba tener a una María José sana compartiendo su cama, pero sobre todo le encantaba que la ojiverde estuviera disfrutando de explorar su sexualidad con ella- ¿en que lo puedo ayudar?

-Buen día Dany, te escuchas feliz ¿algún motivo en particular? –cuestiona el hombre haciendo un poco de conversación con la castaña.

-Ninguno en particular-suspira pensando en la ducha rápida, no tan rápida, que tomó junto con Poché en esa mañana- es simplemente un buen día para ser feliz.

-Me da gusto escucharte así Dany, mereces ser feliz y sea quien sea quien te tiene contenta y disfrutando de las cosas simples de la vida no dejes que se marche de tu lado.

-Lo tomaré en cuenta Pedro- sonríe parando en un semáforo- ¿hay algo que te mortifica?

-Más bien creo que nuestro plan va a tener que ponerse en marcha mañana mismo- menciona en relación al hecho de que le pidió que contactara a sus hijos mayores para poder despedirse de ellos antes de que el final de sus días llegue- ha venido el médico a revisarme y le he pedido que me diera un estimado de tiempo que tengo y ha dicho que si no logramos conseguir ese trasplante me queda a lo mucho un mes de vida y en verdad deseo por lo menos limar asperezas con mis hijos mayores, conocer sus familias y heredarlos en vida.

-No sabes cómo lamento lo que me dices- responde la castaña afligida ante las malas noticias médicas- tengo que ayudar en una junta con papá, pero en cuanto me desocupe me pongo manos a la obra con lo de tus hijos.

-Haré que mi secretaria te envíe toda la información que tengo de ellos y ponga el avión de la compañía a tu disposición, el viaje es largo Daniela viven en España y mi secretaria ha intentado hacer una cita para ti y lo único que le han ofrecido es un espacio para jueves a las tres de la tarde.

-No importa Pedro, no creo que vayamos a tardar más de dos horas hablando y con que vuele el miércoles por la noche creo que tengo el tiempo suficiente para atender la cita, eso sí, no puedo quedarme más tiempo, necesito estar de vuelta en casa el viernes al mediodía, tenemos una cita médica importante y no puedo dejar sola a María José.

-En ese caso estas corriendo un riesgo que no deberías Daniela, lo mejor será que hable con alguien más, no te quiero meter en problemas- menciona el hombre preocupado por lo que pudiera ocurrir.

-Si acudiste a mi es porque no confías en nadie más para hacer esto, así que deja que yo me encargue, por el momento habla con tu secretaria y que se ponga en contacto con mi secretaria para que compaginen mi agenda con los vuelos y listo- dicta la castaña- ahora ve a descansar un poco, disfruta de una deliciosa taza de chocolate caliente y de la fría vista que debes tener mientras que yo me encierro en una oficina a solucionar la vida de mis clientes- sonríe y ambos cuelgan la llamada, ambos con ideas muy diferentes de lo que podría suceder, sin embargo ninguna de las opciones que ambos piensan esta por ocurrir.

Mientras que Daniela llega a su oficina y se pone al corriente con la situación de la junta que debía presidir en ausencia de su padre, María José y Valentina recibían a Juli y Mafe en su casa para un brunch improvisado en la comodidad de la casa que compartían con la castaña.

Una Familia para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora