Una Familia para Navidad

Capítulo 46 Love is in the air. Parte I

Gente Linda de Wattpad

Estoy muerta, ando mega cansada y este capitulo en mi mente era el fin de semana completo de nuestras protagonistas en su hotelito del amor pero la verdad es que no lo voy a acabar y es por eso que mejor se los dejo hasta aquí y si mañana alcanzo a terminar la otra parte se los subo, pero no les prometo nada porque como el lunes es mi cumpleaños mañana toca festejo familiar así que andaré ocupada.

-Creí que te encontraría en el auto- menciona María José llegando junto a la castaña que estaba sentada en el sillón de su sala con el par de copas servidas y un ramo de rosas blancas sobre la mesa.

-Dijiste que hiciera todo como lo tenía planeado así que el plan era esperarte con un par de copas de champaña y un ramo de rosas para ti a la puerta de entrada- le entrega el ramo de rosas- para ti.

-Gracias- la ojiverde sonríe inhalando el aroma de las flores- huelen delicioso ¿tengo que llevarlas o las puedo dejar en nuestra habitación?

-Son tuyas, puedes hacer lo que desees con ellas- le sonríe feliz de que haya dicho nuestra habitación y notando el brillo en sus verdosos ojos al decirlo.

-Bien, en ese caso buscaré un florero y las colocaré en la habitación, en lo que subo deberías de llevar la maleta y las copas al auto, bajo en un momento- le deja un pico y corre hacia la cocina por el florero donde coloca agua y las flores, para después subir lo más rápido posible a la habitación que era de Daniela, abrir la ventana para que le entrara luz y aire fresco manteniéndolas frescas hasta que vuelvan y regresar al lado de su castaña quien ya se había desecho de la maleta y las copas y ahora esperaba en el marco de la puerta de entrada.

- ¿lista? –le pregunta dándole la oportunidad de arrepentirse en ese momento.

-Más que lista- la toma de la mano y juntas suben a la parte trasera del auto poniéndose en marcha hacia su lugar de destino.

-Williams- menciona la castaña presionando un botón que se vuelve rojo ubicado junto al foco en el techo de la camioneta que contaba con un aislante de la parte delantera del auto- al spa que le mencioné con anterioridad por favor- suelta el botón y observa como pasa de rojo a verde.

-Por supuesto señora ¿gusta algún tipo específico de música? –la voz del hombre de seguridad que fungía como chofer se escucha por los altavoces de la camioneta.

-Sin música para nosotras Williams, si gustas escuchar algo para ti hazlo sin pasarlo a la cabina trasera.

-Entendido señora, cambio y fuera- el chofer menciona e inicia con su trayecto sin escala hasta el hotel donde la pareja de mujeres pasará el fin de semana.

-Creo que esto te pertenece- Daniela le entrega la copa de champaña a María José- quiero brindar por ti, por tu presencia en mi vida, por todo lo que has traído a ella, por los momentos vividos los cuales han sido muchos y no necesariamente todos han sido buenos

- ¿es necesario que contemos los malos? –María José la interrumpe.

-Por supuesto- la castaña responde ante la mirada de la ojiverde que no entendía por qué debían contar los malos ratos que en el casi año que tenían de conocerse les habían tocado vivir- porque es gracias a la combinación de los buenos y de los malos momentos que nos encontramos hoy aquí, de camino a, según mi hermana, un lugar fantástico donde podremos desconectarnos de todo y pasar tiempo de calidad en pareja, cosa que casi no hemos tenido.

-Es que nuestra relación de pareja nunca ha sido una relación "normal"- entrecomilla la ojiverde- en primera porque siempre hemos sido Valentina y yo contigo, y en segunda porque la única relación que yo conocía era la que tuve con Mario y esa terminó demasiado mal además de que era con un hombre y la forma en la que ambos hacen las cosas ha sido completamente diferente. Ahora que lo pienso solo al inicio de mi relación con Mario es que teníamos tiempo de calidad, después todo fue cambiando.