Capítulo 1

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   Abrí mis ojos con pereza. La luz del día ya entraba en pleno por la ventana. Sabía que había dormido suficiente, ¿por qué aún estoy cansado? Me levanté de mala gana, me puse mis pantalones y después de estirarme decidí bajar a la cocina. No sentía hambre, solo tenía mucha sed. Caminé despacio entonces por el corredor. Algo me molesta en los pies pero ya ni modo solo quiero bajar. Parece que aún no termino de despertar, pisé el primer escalón y fué como si alguién agarrara mi otra pierna. Perdí el equilibrio y fuí a parar con bastante dolor cuatro peldaños más abajo.

   - ¡Demonios! - exclamé adolorido.
   - Hermano - la voz de Al llegó de inmediato a mis oidos.

   Sentí cómo las manos de "carne y hueso" de mi hermano menor ayudaban a levantarme. Sonreí conforme. No había sido un sueño. Mi hermanito sí tenía denuevo su cuerpo. Levanté mis ojos y mi sonrisa se desvaneció. Él me miraba enojado.

   - Te dije que doblaras tus pantalones.
   Lo oí pero no entendí. Él entonces comenzó a hacer un dobladillo en mi ropa. ¿ Qué estaba pasando? Escuché unas voces provenientes de la cocina.

   - Seguro ya lo olvidó otra vez.
   Era Winry y la abuela Pinako solo le llevaba el amén.

   - Sí, otra vez.

   Caminé junto a mi hermano entonces sintiéndome aún adormecido. El golpe no me había despertado del todo. Antes de sentarme a la mesa dí un tremendo bostezo.

   - Duermes demasiado.
   Winry me miraba fijamente mientras la abuela me servía una taza de té.

   - ¿Quiéres que te haga un sándwich, hermano?

   Me volví hacia mi lado derecho. ¿Por qué parecía que todos estaban demasiado amables? Entrecerré mis ojos para ver a mi hermano. Creo que se está recuperando bien. Su rostro ya estaba más repuesto y, dudé un momento, se veía mucho más alto. Aunque era verdad que cuando por fín tuvo su cuerpo parecía casi un esqueleto y tal vez por éso aparentaba menos estatura.

   - No, gracias Al. Solo tengo sed - le dije entonces porque se había quedado parado esperando mi respuesta.
   Fué antes de que se fuera a sentar que acomodó mi polera en mis hombros y me fijé que era demasiado holgada. La tomé con mis manos mirándola extrañado. Era mi polera favorita ¿ por qué era tan grande ahora?

   Sentí ésas miradas clavadas en mí.
   Un segundo. Recordé algo derrepente. Esa figura blanca tras la puerta..." La VERDAD" . Divagué entonces y pude comprender algo. Mi brazo había vuelto gracias al sacrificio de mi hermano y luego yo...yo...había vuelto a entrar en la puerta.
   "¿Qué darás a cambio ahora por tu hermano?"
   Le había ofrecido mi propia puerta de alquimia. Estaba seguro. Miré mis manos y las junté, luego hice una prueba, esperando obviamente que no sucediera nada pero ésa luz azul apareció entonces y de la taza que tenía enfrente apareció otra figura. ¡¿ Qué demonios?! Aún tengo mi alquimia y entonces ¿cómo? Estube pensando en éso cuando la voz de mi hermano me trajo denuevo .

   - Hermano. Lo olvidaste.
   - ¿ Qué ?

   Winry, Pinako y Alphonse miraban con ojos tristes a Edward. Él perdía la noción de lo que había pasado y aún así, después de explicarle todo, nuevamente siempre volvía a olvidarlo.

   - Tú mismo nos contaste Ed. La VERDAD no quizo tu alquimia como cambio equivalente - dijo Winry.
   - Sí, hermano. Solo lo olvidas a veces.
   Esperando que reaccionara guardaban silencio.
   - ¿ Y entonces?

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