Capitulo 37

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   Alphonse había logrado dormir, sí, pero ahora se encontraba en un lugar oscuro y frío. No escuchaba nada más que su propia respiración. Comenzó a caminar. Sabía que lo hacía, por el movimiento de sus piés, pero sus ojos no lograban ver nada. De pronto escuchó un gemido y giró hacia el sonido. La oscuridad se desvaneció solo un poco, pero pudo distinguir una figura en el suelo. Su corazón comenzó a bombear fuerte en su pecho. Un niño sentado en el suelo, con los brazos abrazando sus rodillas. El cabello dorado, atado en una trenza, parecía brillar en esa poca luz. Reconoció el gran abrigo rojo. Caminó más rápido, pero una voz conocida lo interrumpió.

   - ¡ Déjalo !

   Al giró  asustado. La figura de su hermano estaba a solo un metro detrás de él. Era casi tan alto como él. Su cabello suelto le cubría media espalda. Sus hermosos ojos dorados estaban atentos a su reacción.

   - ¡ Hermano !

   - Hola Al.

   No pudo ocultar su emoción y estiró sus brazos hacia él. Vestía pantalones oscuros y una camisa sin mangas. Era como la vez que lo había visto antes de lograr salir con su propio cuerpo , desde la puerta de la VERDAD. Creyó que no podría tocarlo y se asombró cuando pudo abrazarlo con fuerza. De pronto el lugar se iluminó completamente, aunque ninguno proyectaba sombras. Los brazos de su hermano eran cálidos y le correspondieron de inmediato.

   - Creo que estoy en problemas.

   La suave voz de su hermano no concordaba con lo que había dicho. Se separó entonces y vió que él tranquilamente miraba al pequeño de abrigo rojo. Por supuesto se acercó a él de inmediato.

   - No lo toques - le advirtió su hermano mayor.

   Agachándose a la altura de su pequeño hermano , pudo ver que sus ojos veían a la nada.

   - ¿Qué te ocurre? - preguntó, no sabiendo a quién dirigirse en realidad. Ambos eran Edward. Notó que el niño traía el abrigo que había transmutado para el norte y que se le asomaban las botas del uniforme militar. Se giró para ver a su hermano mayor, que solo se había acercado un poco y  ahora tenía sus manos en las rodillas, medio agachado, mirándose a él mismo.

   - No estoy consciente - dijo con la misma voz tranquila con que le había hablado antes. Irguió su cuerpo y le dedicó una mirada pacífica.

   Al volvió a mirar al niño de ojos tristes, pero se dió cuenta que realmente estaba asustado.

   - Hermano ... - le susurró, al tiempo que el otro detrás de él le comenzaba a explicar.

   - Estuvieron unas personas aquí, Alphonse. No me gustó.

   Al se giró nuevamente hacia su hermano mayor pero no se puso de pié. Aunque el joven hablaba tranquilo, él sabía que estaba molesto.

   - Se volvió mucho más difícil mantenerme alejado de la oscuridad. Realmente me cuesta mucho, Al.

   - Lo siento mucho hermano. Pensábamos que sería mejor - un gemido le hizo prestar atención al niño frente a él.¿Estaría herido su hermano? ¿ Por qué estaba inconciente ?

   - Tú puedes hablarme. Yo ... no me estoy escuchando en realidad .

   Alphonse cayó en la cuenta de que su hermano estaba en Briggs y que era muy posible que él estuviera sufriendo alguna lesión. No quería aceptar éso.

   - ¿ Estás reseteado, hermano ? - le habló al mayor, viendo que él asentía tranquilamente.

   La faceta tranquila era una que casi nunca había visto en su hermano. No era que no existiera. Él la conocía, aunque después de la transmutación fallida eran muy pocas veces que su hermano se había mostrado así. Se giró nuevamente hacia el niño y se propuso que él lo escuchara.

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