Capitulo 25

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   - Concéntrate, Winry.

   La abuela Pinako llamaba la atención de su nieta, que no dejaba de dar suspiros y mirar hacia la puerta del taller, que se encontraba cerrada para darles privacidad en el trabajo que hacían.

   - Lo siento abuela. - la chica rubia le puso más empeño en soltar las pequeñas piezas de un nuevo automeil.

   La mujer sabía de la preocupación que tenía su nieta por el mayor de los hermanos Elric. Sabía de antemano, y desde mucho antes tal vez de que la propia Winry lo diera como un hecho, que la muchacha estaba más atenta al chuquillo de una manera que se notaba más que una amistad. Aunque aún no se lo confesaba a ella, la abuela ya lo tomaba con calma. Winry estaba enamorada de Edward Elric.

   Maria Ross y Deny Brosh aguardaban pacientemente afuera de una gran puerta en la parte trasera de la casa Rockbell. Si bien habían muchas habitaciones dentro que podían ser usadas, el silencio que necesitaban los de Xing para lo que iban a realizar lo encontraron en la bodega de suministros. El lugar estaba fresco y oscuro y no llegaba ni un solo ruido del taller de las dueñas de casa.

   Edward estaba molesto porque no lo habían dejado desayunar. Lo necesitaban un poco débil para realizar la intervención. Él mismo les había dicho que mejor hubieran realizado un simple bloqueo bajo imnosis pero los expertos, e incluso May, dijeron que debido a su constante reseteo era provable que esa imnosis no funcionara. Así que ahí estaban todos, sentados en el suelo sobre almohadas, formando un círculo. Ed y tres hombres a su alrededor. May y otra mujer un poco apartadas, a sus costados.

   Alphonse vió cómo su hermano le enviaba una mirada dorada tan firme que supo que era una advertencia para que no interviniera, así él simplemente se sentó mucho más alejado.

《[ Aquí un aviso de alerta de violencia]》

   Como si cruzara un arcoiris, la mente del hombre vió un sinfín de luces de colores. De pronto la oscuridad lo envolvió. Escuchó risas de niños a lo lejos que pronto se transformaron en un chillido molesto, como el rechinar de las ruedas de los trenes cuando frenaban de improviso. No paraba. Éso ya lo encontró extraño. Pronto sus pies estaban sumergidos en un líquido espeso color rojo, el olor que inundó sus sentidos podían asegurarle de que se trataba de sangre. Nuevamente una voz llamó su atención. "Suéltame" Giró tratando de ver en la oscuridad. Hacía frío y un olor nauseabundo llenó su naríz provocándole asco. Cerró los ojos y pronto pudo sentir que su cuerpo le dolía. Prestó atención y supo que ya estaba por completo fusionado al recuerdo que buscaba. Abrió los ojos y sus muñecas dolían junto con que no podía respirar muy bién. La figura borrosa de un hombre de cabello y ojos negros, uniforme militar, estaba encima de él. Intentó por instinto moverse pero no pudo y sintió la embestida. El agudo dolor en su entrada baja lo hizo gritar, una y otra vez, hasta que de pronto el escenario cambió abruptamente. Estaba en un lugar claro. Aún sintiéndose abrumado vió como un fantasma a un joven de cabello largo dorado, suelto y ojos de fuego. "Lárgate". Lo escuchó fuerte en sus oídos y después sintió un golpe mental que le hizo cerrar los ojos, para cuando volvió a abrirlos el rostro del de cabello dorado estaba casi pegado a él.

   May y Alphonse, los únicos que se mantenían alertas en el grupo, notaron que el hombre mayor, que se encontraba sentado justo frente a Edward, comenzaba a respirar más agitado. En su semblante se evidenciaba que combatía contra algo. Al miró a su hermano y se relajó un poco al ver que él estaba tranquilo. El hombre apretaba los puños, que descansaban en sus rodillas y fruncía el ceño todo el tiempo. Las dos personas, que seguían en el círculo, parecían no cambiar sus caras y permanecían quietas.  La otra mujer frente a May, que también estaba en trance, ladeó su cabeza hacia un costado. Al sabía que no debía interrumpir pero igual miraba a la chica de trenzas por si le enviaba alguna señal, pero ella no dejaba de estar atenta a todos y cada uno de ellos.

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