Capitulo 38

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   - ¡ NO CAEREMOS ANTE ESTOS BASTARDOS MAL NACIDOS ! - el grito de la " mujer de hielo " se hizo escuchar por todo el campo congelado. Su trinchera era un gran cráter humeante. Habían perdido hombres y éso hizo que todos pusieran toda su fuerza en seguir tratando de abanzar, aunque fuera centímetro a centímetro, hacia el país enemigo.

   - Maldita sea Mustang - rabió entre dientes, mientras veía cómo 5 de sus hombres disparaban frente a ella entre la nieve , que no dejaba de caer - Llega pronto con el mocoso de Acero.


   Hawkeye tomó una desición. No podía dejar de lado su aprensión en haber dejado al General Mustang y a Edward a su suerte. Se suponía que ella debía estar con ellos, a éste ritmo no importaba con cual en realidad. Se sentía completamente traidora con ámbos.

   Los focos que lanzaban luces hacia el campo de batalla, comenzaron a enfocarse hacia un solo lado ahora. El lado este. Riza prestó atención, mientras a casi todos se le helaba la sangre, no presisamente por lo gélido del clima.

   Havoc llegó con binoculares y se los pasó a Hawkeye.

   - Éso es obra del Jefe de Acero - habló con convicción, mientras veían los rayos azules alumbrar todo el sector, seguido por una pared traslúcida subir por lo menos 15 metros.

   Riza sabía que Mustang también estaba en el lugar, pues llamas contundentes se dirigían hacia el lado enemigo.

   - ¿ Pudiste contactar a Breda ? - la Capitán también estaba preocupada por el camarada desaparecido.

   Havoc la miró con ojos casi culpables.

   Fuery, a su lado, llamó la atención de ambos.

   - General Armstrong pidió refuerzos. 15 hombres se dirigen al lugar. 15 más en 5 minutos.

   - Iremos con ellos - anticipó Hawkeye - Brosh - le habló al joven que también había llegado a su lado - Busquen a Breda.

   - Sí, Capitán.

   Havoc y Fuery se miraron aprensivos. Sabían que era posible perder a camaradas, pero que fuera Breda, tan cercano a ellos, los tenía en un estado más que nervioso. Al bajar al piso inferior se toparon con Falman, que había permanecido dentro de la Fortaleza y le preguntaron si posiblemente Breda había sido ingresado lesionado. Su respuesta negativa los dejó aún más nerviosos. Sabían que Hawkeye iría nuevamente a la batalla y se alistaba junto con un grupo de Briggs. Decidieron también que debían buscar entre los cuerpos que habían ingresado ya a la morgue, esperanzados en que su amigo no estuviera entre los caídos. Falman se hizo cargo junto con Brosh, mientras ellos se reunían con la Capitán y el grupo que ya estaba listo a salir.


   Algo no estaba bién. Definitivamente " algo " no estaba bién. Edward podía ver que los militares de Briggs se habían duplicado en ése sector, pero podía apreciar que algo pasaba donde habían dejado al Mayor Armstrong. Estaban más cerca de llegar hasta la General que volver con el hermano, así es que siguieron abanzando.

   - ¡ Despeja el camino, Acero ! - Mustang le gritaba al pequeño alquimista para que despejara nuevamente la trinchera.

   Vió al niño hacer un barrido con su mano derecha y crear nuevamente la zanja, al tiempo que 5 hombres de Briggs se adelantaban, disparando hacia el frente. Estaban bastante alumbrados con los focos de la muralla puestos en ellos, así que no era problema ahora distinguir los cuerpos del enemigo regados por el suelo. Mustang envió una llamarada hacia otro tanque que se asomó a unos 15 metros. La nieve comenzó a incrementarse a medida que amanecía.

   Era cansador estar utilizando su alquimia casi sin poder recuperarse del todo. Si no usara la alkaestría en conjunto, seguramente ya estaría fuera. Vió cómo Mustang arrojaba otro encendedor vacío al suelo. Esperaba que tuviera un arsenal de ésos. El viento frío y la copiosa nieve no lo ayudaba en absoluto y casi en segundos se veía hundiéndose hasta las rodillas en el blanco elemento. Odiaba el norte con toda su alma.

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