Capitulo 21

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    Flashback

   Mustang cerró la puerta apenas Acero entró y viendo cómo se cruzaba de brazos caminando al interior de su casa , comenzó a tratarlo con una confianza extrema.

   - Tardaste casi un año. Deberías sentir pena por tener a tu hermano tanto tiempo en ésa situación.

   El chico de trenza se dió vuelta entonces y sus ojos parecían inyectados en llamas. Era esa determinación lo que le había llamado la atención desde siempre, pero aquello había cambiado cuando comenzó a confiar en él. A los meses pudo darse cuenta de lo mirada diferente y fué cuando decidió acabar con ésa pasividad y volver a encender ésa llama.

   - Cómo y dónde te encuentres cómodo. - y lo miró de manera sugerente.

   Después de éso no fué tan fácil tampoco que el chico comenzara a realizar lo que tal vez fuera lo más vergonzoso que hiciera en su corta vida. El estrés que tenía no lo ayudaba tampoco y hasta él había comenzado a sentirse muy incómodo. Trató de verlo como alguien que vé una película porno pero luego se dió cuenta de que no podía hacerlo. Se sentía estúpido y realmente sucio. No quería ver al chico intentanto masturbarse, no deseaba ver cómo sus ojos se llenaban de lágrimas de desesperación. Qué tan bajo había caído para quitarse a ése niño de encima. Él y su idolatría. Tal vez solo había sido un niño buscando algo de apoyo y cariño de un adulto en su vida tan llena de soledad y dolor, pero él no quería que lo tomaran como un idolo a seguir, no se merecía tal honor y aquí estaba, destruyendo aún más la vida de ese pobre niño. Desvió sus ojos cuando él no le prestaba atención y esperó casi un tiempo demasiado largo a que por fin terminara su tarea, como un castigo. Se dirigió a su cajón y tomó el sobre apetecido, arrojándolo a su lado, escuchando su respiración agitada pero no quizo mirarlo y solo se fué a su habitación, dejándolo solo. Después de ése día no hubo ningún otro momento a solas. El chico se las arregló para no separarse más de su hermano e iba con él a todos lados. Claro que se lo permitió, no como un favor hacia él sino que por su propia salud mental, ya que se daba cuenta de lo macabro que se estaba volviendo. No pudo en cambio hacer desaparecer todos esos rumores que él mismo había empezado acerca del pequeño alquimista.

   Fin flashback

   La Teniente guardaba silencio al lado del Coronel. Ella aún tenía la inocente esperanza de que el niño no hubiera sufrido tanto como aparentaba, pero también era consciente del terror que le tuvo a la figura del hombre que estaba a su lado. Al cabo de un tiempo razonable la chica Rockbell los llamó hacia el interior de la casa.

   Winry y May se alejaron hacia el patio por sugerencia de la abuela Pinako. El Doctor Marcoh debía dar su informe, pero siempre guardaría sus secretos doctor-paciente. Alphonse había sido el que había tomado la desición de que solo el Coronel supiera lo que había pasado con el chico. No quería ni que la abuela ni mucho menos Winry se enteraran , por lo cual el hombre solo informó que físicamente estaba estable y que luego le daría sus detalles por escrito al Coronel en su oficina. Riza tuvo dudas al igual que la abuela, pero no podían especular sin hacerse daño ellas mismas. El Doctor comenzó a escribir una receta para Edward para entregársela a la mujer mayor.

   Arriba, en la habitación, un Alphonse lloraba abrazado a su querido hermano dormido. Las lágrimas caían como cascadas por sus tersas mejillas sin contención. Sentía un dolor en su tierno corazón, se encontraba destruido. Acomodó el pequeño cuerpo de su hermano entre sus brazos mientras se acomodaba en la cama para cobijarlo en su regazo. Abrazó su rostro y apoyó su mentón en su cabeza, sin para de llorar como un niño. Acarició su cabello dorado mientras su dolor parecía no querer parar.

   - Hermano ... hermanito ... hermanito... lo siento ... - no quería ver a nadie. Le dejó en claro al Doctor que les dijera que los dejaran solos ojalá hasta el día siguiente.

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora