[Amo, ¿Un papá es importante para un niño?]
—Mika, hay niños en el mundo que viven sin padres. Solo tienes que darle más amor.
[Pero. Pero. El niño se movió. Al niño le gusta]
—En ese momento, el niño en tu estómago debe haberse sentido bien. Podrías estar equivocado, Mika. No te lo tomes tan enserio.
[No. No es así. El niño reacciona ante él. Si le hiciera saber que tiene un hijo, ¿no podría quererlo, aunque no me amara a mí? El niño lo necesita.]
Los ojos de Mika estaban hinchados porque había estado llorando mucho. Y tan pronto como entró en la habitación, se sentó en su cama y comenzó a escribir en un papel como un loco. Murray trató de calmarlo, al darse cuenta de que estaba ansioso por las múltiples preguntas que surgían.
Él le respondió con la mayor amabilidad posible, pero no pudo responder a su última pregunta porque sabía a quién se estaba refiriendo.
[Por favor, no me mienta, siempre me ha dicho que mentir es un pecado. Él… Debe odiarme a mí y a mi hijo.]
Mika, con la cabeza gacha, miró su mano sin comprender. Lágrimas como cascadas volvieron a caer de sus ojos. No podía decirle a Murray la verdad sobre lo que estaba sintiendo en ese momento. Entonces, ocultó sus inexplicables sentimientos y fortaleció la mano con la que sostenía el bolígrafo.
[Lo he visto de lejos algunas veces. Al principio tenía miedo de que me reconociera, pero nunca lo hizo. Y aunque todavía le tengo miedo, mis ojos siempre lo buscan primero.]
[Tuk. Tuk] De una en una, las lágrimas comenzaron a caer sobre las letras que había escrito. La tinta se corre sobre el papel.
[Conocí a Hugh. Creo que vive en una posada. Parece que le gusta. Y cuando está a mi lado, mi cuerpo no me escucha. Me siento muy raro. Al niño también le gusta. Hoy pateó por primera vez… Pero yo no estaba muy feliz por eso, y tuve que esconder mi estómago para que él no lo notara. ¡Estaba enojado con el bebé por hacer eso! Angus dice que podría ser infeliz si me preocupo por él. Solo quiero ser feliz con mi hijo…]
Murray, que estaba mirando sus palabras imprudentes, acarició la cabeza de Mika y como de costumbre lo hizo con mucha ternura. Además, sus ojos también se estaban humedeciendo. Su niño había perdido los estribos.
Murray no podía abrir la boca fácilmente ante un acto que mostraba desesperadamente el dolor que estaba sintiendo. Las lágrimas diluyeron la tinta, lo que hizo que fuera imposible reconocer las palabras pero Mika tembló y siguió escribiendo.
[Recordé el día que tuve miedo. No pude rechazarlo. Nadie me dijo como hacerlo. No supe qué pasó. Ese día simplemente me intimidó con una mirada aterradora. Le pedí que parara, pero él seguía lastimándome… y ahora me he dado cuenta de que él es un hombre diferente. Habla con los demás con una voz amable y amistosa y me pregunto por qué solo a mí me trató de esa manera ¿Por qué me hizo eso? Por qué solo a mí… si hubiera sido tan amable y amigable…]
Mientras Mika escribía, de repente rompió el papel con brusquedad. Al llorar y romper el papel en pedazos, apretó su mano con fuerza y miró a Murray. Su buen amo, quien lo acogió en su hogar y lo crió. Fue Murray quien le enseñó a escribir a un mudo y le dio amor como si fuera su propio hijo, y a pesar de eso, Mika insistió en dar a luz al niño a pesar de sus advertencias.
Así que todo era su culpa. No debió insistir en tener ese niño, después de padecer una situación tan desafortunada. Así que no tenía sentido ahora escribir sobre el dolor que sentía.
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HOLA MI CANARIO.
RomanceMika fue acogido por el hijo pequeño de la familia Chestergar, Murray. Mika nació con un problema en las cuerdas vocales y no puede emitir ningún sonido. Sin embargo, gracias a Murray, quién lo aprecia bastante, Mika logra mantener una posición y vi...