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Los recesos eran los momentos favoritos para Hyunjin y Hyori

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Los recesos eran los momentos favoritos para Hyunjin y Hyori. La calma que los invadía después de horas estudiando, era algo que valoraban y que también sabían aprovechar.

Luego de almorzar en la cafetería, generalmente, y si el clima los acompañaba, iban al patio y se sentaban a charlar en cualquier banca que estuviera disponible. Por esa razón, ahora mismo, se dirigían a dicho lugar para repetir su rutina casi diaria.

Ah... —suspira él, cerrando los ojos mientras alza la cabeza hacia el cielo. La luz del sol les llega de forma acogedora —Esto se siente agradable.

—Sí, siento que de nuevo estoy en verano —ella sonríe, recostándose sobre el respaldo de la banca, imitando a su amigo al cerrar sus ojos.

Solía pasar que los temas de conversación se acababan. Después de todo, pasar tanto tiempo juntos tenía sus consecuencias. Pero a ninguno le incomodaba estar callados, a veces disfrutaban estar juntos sin la necesidad de hablar todo el tiempo.

Claro que, en esta ocasión, el silencio se sentía extrañamente pesado. Al menos para Hyunjin. Porque incluso sin abrir los ojos y verla, podía notar que su amiga estaba tensa, como si intentara decir o hacer algo. Comenzaba a sentirse intrigado, así que en un intento de que soltara lo que estaba callando, se giró, abrió sus ojos y con una simple mirada, dio el visto bueno para que hablara.

—¿Recuerdas ese trabajo que hicimos hace como un mes? Era en parejas —comienza. Hyunjin piensa un poco la respuesta, porque no está completamente seguro de a cuál de los miles que han hecho se refiere —Era uno de literatura, la maestra había designado a las parejas.

—¡Oh, sí! Lo recuerdo —dice —Tuve que hacer ese trabajo con Jisung, la peor experiencia de mi vida.

Hyori ríe brevemente.

—Bueno, a mí me tocó trabajar con Seungmin —explica ella. Él nota de inmediato como sonríe, pero ese tipo de sonrisas que uno esboza cuando está recordando algo demasiado especial. Algo se remueve en su interior al notarlo —Y desde entonces nos hemos vuelto cercanos.

—¿Cercanos, en qué sentido?

Hyunjin gira nuevamente a verla, y cuando la descubre mordiendo su labio inferior, en un intento inútil de ahogar una risa nerviosa, obtiene la respuesta a su pregunta.

—En el sentido de que me gusta —expresa sin mayor demora.

¿Cómo debería sentirse él, como su mejor amigo, al oír esa noticia? Probablemente debía alegrarse, porque era la primera vez que su amiga se interesaba en alguien. O quizás algo protector, porque le generaba miedo que pudiera salir lastimada.

Pero no. Hyunjin no había sentido ninguna de esas emociones. Estaba irritado, algo frustrado, incluso un poco triste, aunque no podía explicarse el por qué de ese sentimiento. O mejor dicho, no quería ver la realidad detrás de ellos.

—¿Y tú también le gustas? —se golpeó internamente por haber preguntado eso, porque no le iba a agradar la respuesta, fuera cual fuera.

—La verdad, no lo sé aún, pero es muy diferente a cómo comenzó —Hyori se prepara para hablar, y por cómo se ha acomodado en su asiento, pareciera que tiene un extenso monólogo.

Hyunjin escucha cada palabra, cada sentimiento que ella describe, cada acción que Seungmin ha hecho por ella, lo tierno y dulce que es cuando está a su lado. Y cada frase, palabra y letra que sale de su boca, son puñaladas en su pecho. Le duele lo que oye, quiere callarla y evitar su realidad.

Evitar pensar que, en el fondo, siempre le ha gustado Hyori, pero que hasta ahora jamás lo había visto tan claro.

Esas pequeñas cosquillas que sentía cada vez que la veía no eran de simple felicidad, las sonrisas bobas provocadas por un mensaje suyo no significaban que ella fuera divertida, que cada boceto en el que ella era su musa no eran una simple casualidad. Sus sentimientos siempre estuvieron ahí, pero hasta ahora, fueron negados y reprimidos.

Su pecho dolía, porque la chica de la que gustaba, había caído en brazos de alguien más.

—Pero, en fin, no quiero hacerme demasiadas ilusiones —finaliza Hyori, sacándolo de sus terribles pensamientos —Y necesitaba contártelo, porque quería tener tu visión como hombre. ¿Tu crees que él pueda sentir algo por mí?

Hyunjin no quiere responder eso, aún cuando su cabeza y su corazón tienen la respuesta que ella busca, no quiere hacerlo. Pero la quería mucho como para causarle algún dolor mayor.

—Sí, lo veo posible.

—¡¿Enserio lo crees?! —la emoción que desprende es razón más que suficiente para que ese horrible nudo se haga presente en la garganta de Hyunjin —Dios... Esto es rarísimo para mí, nunca me había gustado alguien antes y... No lo sé, independientemente de cómo termine todo, me alegra sentirme así por alguien.

No quiere escuchar una palabra más. Le da igual ser egoísta, pero no soporta oír cómo alguien más genera esas emociones en ella. Quiere irse y no volver.

La campana indicando el inicio de las clases suena de pronto. Hyunjin agradece al cielo, al universo, o a quién sea, por haberlo sacado de esa situación tan desagradable para él.

Sin decir nada más, ambos se ponen de pie para dirigirse a su salón. Pero, para evitar oír algo más referido a Seungmin, Hyunjin decide sacar una de sus cartas bajo la manga.

—Pasaré al baño —avisa, y sin dejarla responder, desvía su ruta hacia dicho lugar.

Cuando despertó por la mañana, nunca se imaginó que ese sería el día en que su mejor amiga sería la responsable de romperle el corazón.

Cuando despertó por la mañana, nunca se imaginó que ese sería el día en que su mejor amiga sería la responsable de romperle el corazón

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sorry, i love you • hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora