𝐬𝐨𝐫𝐫𝐲, 𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 | Hwang Hyunjin estaba seguro de que Lee Hyori no era nada más que su mejor amiga. Pero, cuando ella comenzó a enamorarse de uno de sus compañeros, algo se revolvió en su interior.
Tal vez, y solo tal vez, sí sentía un...
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Lee Hyori
¡Hola, Hyunnie!
Te escribo porque voy a celebrar mi cumpleaños pronto
Me haría muy feliz que puedas venir a la fiesta:)
Será el próximo sábado
Por favor, confírmame antes de esa fecha si puedes ir<3
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Hyunjin había leído y re-leído esos mensajes casi doce veces, porque no sabía qué hacer.
No quería ir, eso estaba claro.
Pero en el fondo, el cariño que tenía por Hyori era mayor. Desde que eran amigos, nunca habían faltado a sus cumpleaños, y no quería que esta vez fuera la excepción.
Estaba dolido, sus sentimientos provocaron su lejanía con Hyori, pero tenían una amistad de años, que no podían echar por la borda así de fácil. Estaba indeciso, y realmente necesitaba hablar con alguien para ponerse de acuerdo.
Ese alguien llegó en el momento adecuado.
Un par de golpes sonaron en la puerta de su habitación, y en pocos segundos su mamá la abrió.
—Hola —dice —Tienes visita.
Ella se gira, para pronto dejar ver a una sonriente Mihye. Intercambian un par de palabras, antes de que la mujer la deje entrar a la habitación.
Hyunjin se incorpora, sentándose en su cama para recibir a su amiga. Le había dado su dirección en una ocasión, pero nunca había venido antes, así que le pone algo nervioso tenerla en un espacio que para él es sagrado. Es más, pocas veces ha traído amigos a su casa, la única que tenía ese nivel de confianza para ir siempre era Hyori, pero desde que estaba con Seungmin, no había ido nunca.
—Permiso —dice Mihye, cerrando la puerta detrás suyo. Aprovecha de admirar las cuatro paredes, viendo las decoraciones, curioseando un poco.
Él, en cambio, la admira a ella. No sabe si es su maquillaje, o su ropa, o su sonrisa, pero algo tiene y ahora mismo no puede quitarle la mirada de encima. Quizás, no se la había imaginado nunca en su habitación, y es una imagen que le gusta. No cabe duda en que la invitará más seguido.
Cuando sus miradas se encuentran, lo único que Hyunjin logra hacer, es quedarse quieto en su lugar, sintiendo sus mejillas enrojecer. Mihye sonríe de forma rectangular, tomando asiento junto a él.
—Perdón por aparecer sin avisar, pero iba pasando por acá y justo recibí esto —dice ella, mientras rebusca algo en la pantalla de su teléfono. Hyunjin se abofetea mentalmente para poder volver en sí, antes de que Mihye note lo embobado que está —Mira.
Mihye le enseña lo que parece ser un chat. Se trata de Hyori, invitándola a su fiesta. Hyunjin ríe, porque no fue el único que vivió una confusión al recibir esa invitación.
—¿A ti también te invitó, cierto? —él solo asiente —¿Y qué vas a hacer?
—Aún no lo sé —confiesa, rascando su nuca, para pronto echarse hacia atrás en su cama, Mihye lo imita, mientras ambos observan el techo —No quiero ir, pero al mismo tiempo sí. Es mi amiga, después de todo.
—En ese caso deberías ir —afirma ella, girando su cabeza para verlo —Y, no sé si te guste la idea, pero podríamos hacer lo mismo que hicimos el otro día.
—¿Qué cosa hicimos? —cuestiona él, imitando su acción. Al quedar frente a frente no puede evitar sonreír.
—Si no te sientes cómodo, nos vamos de la fiesta a hacer otra cosa —propone —Nos vamos a una tienda y comemos algo de ramen, yo que sé.
Ambos se ríen ante la ocurrencia de Mihye. Hyunjin asiente, sintiendo que no es una mala idea. En realidad, pasar tiempo con ella de por sí es una buena idea, así que sin duda alguna va a aceptar la propuesta.
Ir a la fiesta juntos no era un mal plan. Además, estaba seguro de que sus demás amigos también estaban invitados. Era imposible no pasar un buen rato.
—Bueno, ya que acordamos lo que haremos, le confirmaré a Hyori que iré —dice Mihye, poniéndose de pie, observando su teléfono.
Hyunjin siente de inmediato su lejanía y esa sensación no le agrada en lo absoluto, así que imita su acción, levantándose con ella. Mihye se ríe, sacudiendo su mano en el aire, dirigiéndose a la puerta.
—Espera, ¿ya te vas? —pregunta él, consternado.
—Sí, solo venía por una visita rápida, mis papás me esperan en casa —explica riendo —Pero si puedes, mañana podríamos salir a dar una vuelta.
—Suena bien.
—Entonces te veo mañana —Mihye abre la puerta, despidiéndose de su amigo antes de volver a cerrar.
El chico suspira, recostándose en su cama de nuevo. El perfume de Mihye quedó impregnado en el ambiente, y no puede evitar sonreír al sentirlo. Algo había cambiado en la perspectiva que tenía sobre su amiga, pero le encantaba sentirse así.
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